Julian Santiesteban

A tiro de piedra: Turismo, expectativas y realidad 2019

Unirse es el comienzo; estar juntos es el progreso; 
trabajar juntos es el éxito
Henry Ford

Por Julian Santiesteban

El éxito del sector turístico en el primer tercio de 2019 resulta contradictorio entre la realidad y el “pulido” discurso oficial, pues a principios del año se estimaba que la actividad alcanzaría casi el seis por ciento de crecimiento, pero justo antes de llegar a la temporada de verano los empresarios han reportado que la proyección de contracción alcanzará hasta el treinta por ciento con respecto al 2018. Lo preocupante no es “atinarle” a la estadística, sino que al final se traduce en trabajadores ocupados o desempleados, así de sencillo.

Sea por efecto del sargazo, la inseguridad o la mala instrumentación de una política turística –local o nacional-, lo cierto las cifras proyectadas y la realidad no corresponden ¡por mucho! y quedan tan sólo siete meses para alcanzar los pronósticos hechos por la Secretaría de Turismo (Sectur) federal, entidad que informó que para 2019 se alcanzaría un volumen de 44 millones 884 mil turistas internacionales, con un crecimiento de 5.8% más que en 2018; e incluso la instancia dijo que la derrama económica sería de 23 mil 263 millones de dólares, equivalentes a 4.3% más que el año anterior; pero, aunque el turismo sí creció en la región Caribe de México, no alcanzó siquiera el uno por ciento, esa es la realidad, aunque el discurso oficial en todos los niveles insista en mantenerse en el lado optimista.

Cancún, el principal destino turístico de Latinoamérica, tuvo el peor primer cuatrimestre de los últimos 8 años, Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) informó que el aeropuerto de Cancún atendió a 8 millones 912 mil pasajeros entre enero y abril del presente año, un aumento de sólo 1.8% en relación con el periodo similar de 2018, siendo el menor crecimiento desde 2011 para un primer cuatrimestre; los pasajeros internacionales registraron el desempeño más lento, de apenas 0.7% (esta es la cifra relevante para efecto de ranking internacional), mientras la llegada de nacionales se incrementó 4.3%; la menor cifra para ambos rubros en el periodo señalado.

Ante lo evidente, la Sectur ha variado el discurso aseverando que se tendrán resultados “más modestos”; pero el gobierno federal sí ha presentado alternativas a las problemáticas que padecen los destinos turísticos del país y, en concreto, los quintanarroenses. Ahora faltará que funcionen; por ejemplo, que la actuación de la Secretaría de Marina (Semar) sea efectiva para contener el sargazo; que los consulados y embajadas resulten lo profesional que se requiere para la promoción del país y que la Guardia Nacional aminore los índices de criminalidad que parecen desatados desde hace varios años. Si los resultados llegan en los términos que ha planteado la cuarta transformación republicana, a partir de 2020 los indicadores de arribo de turistas y generación de divisas pudieran ir de nuevo a la alza.

Por lo pronto, México ha caído en el ranking internacional del lugar seis al siete por llegada de turistas; se mantuvo en el 15 por captación de divisas y descendió del 36 al sitio 40 en gasto per cápita por visitante foráneo, pero son datos del 2018, el último de la administración de Enrique Peña Nieto; es decir, el próximo año podrá evaluarse el primer tramo del gobierno lopezobradorista; ojalá tenga indicadores mejores, porque los parciales no son nada alentadores, más allá del discurso.

Dicho todo lo anterior, faltan entonces los esfuerzos articulados, las acciones concretas, la asignación de recursos –humanos y económicos- para la realización de las tareas y un discurso menos obstinado y más empático; dejar de culpar al pasado y construir el futuro sin “interpretación alegre” de cifras y estadísticas, porque esas aún no se comen ni representan ingresos tangibles para los trabajadores del sector turístico nacional.

COMENTARIO MORBOSO

A propósito del sector turístico, esta semana que inicia la Semar deberá entregar al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el plan que servirá de base para articular esfuerzos para retirar el sargazo que arriba a los más de 450 kilómetros de litoral quintanarroense; la estrategia general ya ha sido dibujada, pero habrá que conocer el detalle para poder determinar ámbitos de responsabilidad y conocer los procesos administrativos que se seguirán.

La Semar, según se ha dicho, localizará con sus aeronaves el sargazo que se desplace por el Océano Atlántico y el Mar Caribe, sus barcos lo recogerán en alta mar y el gobierno de Quintana Roo y sus municipios trabajarán en las costas para retirar el alga que no haya logrado ser capturada desde el agua.

El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, dijo en la semana anterior que los ayuntamientos poseen recursos generados por gravámenes como el de conservación ambiental aprobado para este año, pero habrá que conocer el presupuesto extraordinario que se asigne a la marina e instancias como la Semarnat y todas aquellas que se sumen a las tareas porque en el paquete fiscal 2019 no fue incluido. De nuevo, llegó la hora de actuar y no de seguir “planeando”, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.