Abierto de Australia: devoción por un Grand Slam

La Habana (PL) Con el advenimiento del año regresó toda la expectación y devoción por uno de los torneos más emblemáticos y antiguos del tenis mundial: el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada.

El mítico certamen, que vio triunfar al argentino Guillermo Vilas en 1978 y 1979, se disputa sobre las pistas duras del Melbourne Park, un complejo que cuenta con 22 canchas al aire libre y cuatro bajo techo.

De todas ellas, la principal es el Rod Laver Arena, con capacidad para 15 mil espectadores y techo retráctil.

La primera edición de la justa se jugó en 1905, en lo que entonces era el Warehousemen’s Cricket Ground en Albert Park, Melbourne, y participaron 17 tenistas, todos ellos hombres, porque la lid no contó con la presencia femenina hasta 1922.

En la final inaugural, el local Rodney Heath derrotó a Arthur Curtis, de Adelaida.

Ante la escasa representación extranjera que visitó Australia durante los años 20, debido a la lejanía de Oceanía, las estrellas anfitrionas dominaron el torneo en la mayoría de los casos.

El primer jugador foráneo en conquistar la competición fue el británico Randolph Lycett, quien lo hizo en el certamen de dobles de 1905, y entre las damas el honor recayó en su compatriota Dorothy Round, en el certamen individual de 1935.

En 1925, la australiana Daphne Akhurst ganó el primero de sus cinco títulos. Su prematura muerte, junto a su popularidad, dio lugar a que el trofeo individual de las damas pasara a ser llamado «Copa Daphne Akhurst».

Uno de los grandes mitos del deporte blanco, el estadounidense Don Budge, obtuvo el cetro en 1938 y también triunfó en el Roland Garros, Wimbledon y el Open de Estados Unidos de esa temporada.

Un comentarista deportivo denominó su hazaña como Grand Slam, al tomar prestado el término del juego de Bridge, en el que ganar los 13 bazas de forma consecutiva en la misma mano suponía conseguir un «major» (magnífico golpe).

En 1953, el australiano Ken Rosewall se convirtió, con apenas 18 años, en el triunfador más joven. Durante 12 años el estelar jugador fue excluido, por su condición de profesional, de aspirar al cetro.

Cuatro temporadas después, en 1972, con la apertura de la llamada Era Open, ganó por cuarta vez el título para alcanzar otro récord, el del campeón más veterano, con 37 años.

Otro tenista anfitrión, Rod Laver, también usó el torneo como plataforma de lanzamiento.

Laver ganó en 1960 una final extenuante contra su compatriota Neale Fraser. Dos campañas más tarde, su segundo título en Australia le dio la primera de las cuatro coronas de Grand Slam que completó esa temporada. Un hito que repitió en 1969, en esa ocasión como profesional.

En 1960, Australia descubrió a su propio prodigio femenino adolescente, Margarita Smith, quien conquistaría el primero de sus 11 cetros individuales, además de conseguir ocho en la modalidad de dobles, cuatro mixtos y el Grand Slam en 1970.

Con la llegada de la Era Open en los años 70 disminuyeron de manera gradual los éxitos australianos, aunque Laver, Rosewall, John Newcombe y Smith siguieran acumulando honores.

En 1972, la Asociación Australiana de Tenis decidió organizar el torneo anualmente. Sydney, Perth, Brisbane e incluso Nueva Zelanda organizaron los campeonatos hasta que finalmente el Open se estableció definitivamente en Melbourne.

Este hecho coincidió con el cambio de superficie de hierba a la pista dura actual y el complejo que alberga el torneo.

Latinoamérica festejó en esa década sus dos únicas coronas individuales en Australia, las conseguidas por Vilas. Con anterioridad la brasileña María Bueno triunfó en la justa de dobles de 1960 y más reciente en el tiempo lo hicieron las argentinas Paola Suárez, en 2004, y Gisela Dulko, en 2011.

La irrupción de la superficie sintética Rebound Ace no otorgó ninguna ventaja significativa ni a los jugadores de fondo, ni a los de saque y volea.

Así, el checo Ivan Lendl ganó el Abierto en 1989 y 1990; el estadounidense Jim Courier en 1992 y 1993; el alemán Boris Becker en 1991 y 1996; y el norteamericano Pete Sampras en 1994 y 1997.

La alemana Steffi Graf dominó el cuadro femenino desde 1988 a 1990, hasta que la estadounidense de origen serbio Mónica Seles tomó su relevo y disfrutó de su propio reinado de tres años (1991, 1193 y 1996).

La edición de 2004 representó el primero de los cuatro triunfos del suizo Roger Federer en el Melbourne Park, quien repitiría en 2006, 2007 y 2010. Ese éxito lo auparía al número uno mundial. Nunca antes un helvético había ganado el primer «major» de la temporada.

En 2012, el Abierto de Australia vivió una final épica, con el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal de protagonistas. Cinco horas y 53 minutos de extenuante final, la más larga de un Grand Slam.

Djokovic conquistó en 2013 su cuarto título en Australia y tercero consecutivo. Primer jugador en la Era Open en triunfar por tres años seguidos allí.

Antes de la irrupción de los profesionales, el australiano Roy Emerson, plusmarquista de títulos en Australia, ganó el torneo cinco veces consecutivas entre 1963 y 1967.

A lo largo de su historia, grandes tenistas marcaron en diferentes épocas el primer «major» de la temporada.

En la rama femenina destacaron entre las australianas Akhurst (campeona en 1925, 1926, 1928 y 1930), Joan Hartigan (1933-1934 y 1936), Nancye Winne Bolton (1937, 1940, 1946-1948 y 1951), Margaret Court (1960-1966, 1969-1971 y 1973) y Evonne Goolagong Cawley (1974-1977).

En cuanto a las extranjeras, resaltan las estadounidenses Martina Navratilova (1981, 1983 y 1985), Seles (1991, 1993 y 1996), quien ganó las coronas antes de nacionalizarse norteamericana, y Serena Williams (2003, 2005, 2007, 2009 y 2010), Graff (1988 y 1990) y la suiza Martina Hingis (1997 y 1999).

Por su parte, en el cuadro masculino, a nivel local, destacan Jack Crawford (1931, 1933 y 1935), Roy Emerson (1961, 1963 y 1967), Rosewall (1953, 1955 y 1971 y 1972) y Laver (1960, 1962 y 1969).

De los foráneos, dejaron su huella el sueco Mats Willander (1983, 1984 y 1988), el estadounidense Andre Agassi (1995, 2000, 2001 y 2003) y Federer (2004, 2006, 2007 y 2010).

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