¿“Chanclazo” voladora o nalgada?

Años de estudios tanto en sicología, así como en cualquier materia emocional y educacional de los niños han llegado a conclusiones en las que se puede resumir en una general concluyente que los hijos que tienen entre un año y uno y medio pueden hablar 20 palabras, pero sin decir, oraciones completas.

Los que tienen dos años y medio entienden entre 200 y 300 palabras. A partir de esa edad hasta los 3 años de edad pueden entender un promedio de 900 palabras, pero usualmente son entre 300 palabras más utilizadas en donde pueden entender algunos adjetivos simples, al igual que algunos verbos como correr, jugar, caminar y lo mismo sucede con las preposiciones tales como debajo, encima de, o detrás, solo por mencionar algunos.

Eso es en cuanto a palabras, pero en cuanto a poder realizar o comprender una instrucción solo para tener una idea los menores de edad entre el año o año y medio solo inician con el autocontrol y pueden cooperar un poco más, a los dos años tienen mayor capacidad para resistir un poco más las tentaciones.

A los tres años tienen la capacidad de utilizar un poco más el lenguaje para hacer peticiones o necesidades básicas. Pero no es hasta los cinco años de edad cuando pueden entender lo que se habla a su alrededor, en la casa.

El modo de darle a un niño de esa edad o cualquiera de las anteriores mencionadas son de manera sencillas y palabras, como, toma, dame, camina, etc., y aquellas consideradas como complejas que evidentemente todo tendrá que ser progresivo oraciones muy cortas o comandos como, ve al cuarto, busca tu juguete y tráemelo.

Todo lo mencionado anteriormente no es algo que en lo personal haya inventado sino son años de estudios de profesionales dedicados al estudio del crecimiento de los niños, y viene a colación por una sencilla razón.

La Procuraduría para los Niños y Niñas y la Familia en Coahuila, también conocido por sus siglas como la PRONIF, ha considerado lo que las medidas que los padres toman como correctivo como es en específico las nalgadas es considerado un delito.

En su artículo 413 de la Ley para la Familia, a su letra dice:“ Las personas que desempeñan la patria potestad de una niña o niño, deben educarlo convenientemente y tienen la facultad de corregirlo de una manera prudente y moderada; en ningún caso esta facultad implicará cualquier forma de maltrato. Las mismas personas tienen la obligación de observar una conducta que sirva a niñas y niños de buen ejemplo.”

En pocas palabras cualquier tipo de grito o golpe, “huarachazo”, o nalgadas ya sea hasta con la mano es considerada una agresión física ante un menor de edad en la que seguramente los coahuilenses serán objeto de un proceso legal.

Ante la controversia que se ha generado entre la misma población en la que critican duramente a la PRONIF, y la misma autoridad ha respondido la manera en que se debe de educar a los menores de edad en lugar de agredirlos físicamente o mentalmente como son los castigos. Las nuevas medidas que PRONIF les dice a los padres coahuilenses deben de tomar es “una comunicación clara y eficaz para corregir a los niños”.

Ahora bien, retomando nuevamente el inicio de esta columna en la cual la medicina tiene registrado que en pocas palabras todavía a la edad de los 5 años de edad no pueden ejecutar instrucciones complejas, siendo imposible poder establecer una comunicación clara y eficaz cuando todavía no tienen un contexto suficientemente amplio como para poder hablar y entender a un adulto para poder crearles conciencia que solamente a través de los años se pueden adquirir.

No se puede negar que la PRONIF, de Coahuila, han hecho un buen trabajo y han avanzado mucho en diferentes rubros en cuanto a la protección de los menores de edad, así como de sus derechos y eso hay que aplaudirles.

Pero en esta ocasión ahora sí que perdieron un poco el piso pues es ir en contra de una antigua forma de corregir a los menores de edad; al menos aquí en México, tan así es que una de las últimas películas producida por Disney y Pixar inspirada en las tradiciones mexicanas se ven varias escenas con el clásico “chanclazo” o “huarachazo” que da la abuela de Miguel, es decir, la enojona Elena cada vez que se enojaba.

Hay quien dice “más vale una nalgada a tiempo, que un delincuente en la cárcel”, o “más vale una nalgada a tiempo, que un golpe”, en fin cualquiera que sea el fin me atrevo a decir que aquellos quienes hicieron esa ley de prohibir la “nalgada”, aunque textualmente no lo dice con esa palabra, pero ni siquiera quienes están laborando en la PRONIF de Coahuila, o aquellos diputados que pretenden modificar y aprobar una iniciativa para ello no se han escapado no solo de una sola nalgada de su niñez sino de varias.

Ninguno de quienes han recibido este tipo de correctivo, les ha afectado en su desarrollo sino todo lo contrario, por hoy son gente profesionistas que no han tenido algún trauma emocional que les impidiera tener un crecimiento durante su infancia. ¿usted qué prefiere? (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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