Desafío

*Madriguera Picosa
*Graves Vejaciones
*Necesario Recordar
Por Rafael Loret de Mola

Para los panistas de cepa, la iniciativa de reforma energética, presentada por el presidente Peña el pasado lunes 12 de agosto y con bombo y platillos, se quedó “corta” porque debió conceder más margen a la iniciativa privada; sus antagonistas, subrayo el término, de la izquierda, suscribieron que se había pasado de la raya e incluso el icono López Obrador habló hasta de traición a la patria como hilo conductor para cuantos vendan al extranjero el patrimonio del país. La primera pregunta que surge al respecto es, ¿cómo pueden ser amalgama, estas dos posiciones enfrentadas, cuando se trata de ir a elecciones de antemano contaminadas por el amafiamiento partidista?
En segundo lugar, cabría preguntar a los panistas, si creen en la escasa visión del priista Peña, ¿por qué, durante doce años, los mandatarios surgidos de su seno no se animaron a proceder conforme a su ideología logrando consensos suficientes para hacer efectiva alguna reforma? Sencillamente, dejaron pasar el tiempo lastimosamente y ahora asumen la condición de valladares tratando de onerle piedras al presidente, exhibiéndolo por su supuesta ausencia de perspectiva… cuando, precisamente, ¡está posibilitando la acelerada privatización de PEMEX aceptando la intervención de los consorcios particulares, uno de los poderes fácticos más dinámicos, todo el ciclo petrolero, además de la generación, transmisión y distribución de electricidad!
Si se quedó corto, entonces el PAN pretendía retornar la mayor riqueza de nuestro subsuelo, como parte de las lejanas indemnizaciones fincadas en 1938 tras la estatización cardenista, a las compañías inglesas o estadounidenses, en su caso, que atesoraron fortunas gracias a la esclavitud disfrazada de los obreros remunerados con salarios de hambre. ¿Es ésta la idílica visión del panismo trasnochado? Con ello, claro, México perdería su principal fuente de ingresos –la está perdiendo, de hecho-, y ganarían la cúspide las remesas de los infelices “indocumentados” –así los llaman, siempre con desprecio-, de origen mexicano, que con ellas sostienen las vidas de los suyos; es como parte de una ominosa factura que por el anverso lleva a la miseria y por el reverso la desintegración de la familia… como si fuera de animales.
Y si se fue de largo, como asegura el PRD y partidos de acompañamiento, entonces ¿cuál sería la visión?¿El aislamiento, casi total, de los grandes mercados al aumentar los precios del crudo de exportación y quedarnos sin compradores como ya sucedió en los finales del régimen de López Portillo en 1982?¿O pensarán que el consumo interno sería suficiente para asegurar los réditos y, con ello, deplorar a las compañías foráneas de las naciones no petroleras necesitadas de adquirir el oro negro para no interrumpir la dinámica propia en tiempos de crisis estructural en Europa y de post recesión en los Estados Unidos de América? De una manera u otra, la audacia no significa irresponsabilidad, el camino hacia donde les está conduciendo la antigua intolerancia a través de voces tan “respetadas” como la de Manuel Bartlett, el mayor perseguidor de líderes de izquierda de los últimos años, y Manuel Camacho Solís, el salinista más destacado de su generación?
Todos olvidan un hecho por demás significativo: fue durante la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León, cuya cruzada por la pobreza en la ONU dista mucho de sus criterios para depauperar a los mexicanos asegurándoles empleos y sueldos dignos en la vida eterna, cuando se integró la iniciativa para moldear PEMEX al gusto de los inversionistas foráneos. Recordamos una entrevista que le hicimos a Luis Téllez Kuenzler, sí, el mismo que fue secretario de Comunicaciones en la administración panista anterior y quien fue designado ministro de Energía por Zedillo en octubre de 1997 –algunas actuaciones, como los extremos, se tocan-, cuando circuló el rumor de que la paraestatal iba camino de la privatización, ya desde entonces:
–Los monopolios –aseveró Téllez- ya no son bien vistos en los países democráticos; sólo en los totalitarios y ya ni en esos.
Y luego agregó ufano, desde su despacho de uno de los primeros “edificios inteligentes” de México, sobre la avenida de los Insurgentes en su confluencia con Eugenia en el Distrito Federal:
-La reforma está hecha –esto es, el texto-; hasta este punto llegamos nosotros. Ya le tocará a ña siguiente administración, implementarla.
En voz baja, asegurándose de que no hubiera grabadoras y “off the record” –una condición que debiera ser inaceptable para los periodistas porque con ella se sellan sus labios y niegan, entonces, la obligación de transmitir, lo que nos justifica-, agregó:
–Los costos políticos no serán para este régimen; vamos, paso a paso. De otra manera… hasta podríamos perder las elecciones de 2000.
¡Y las perdieron después de todo si observamos a Zedillo como miembro del PRI y no como uno de sus predadores más notables! De nada sirvió aquella simpleza. Tampoco nada hizo el sucesor de las botas y las hebillas con grabados garagoleados con su apellido, Fox, quien optó por dejar pasar el peso antes de enfrentar al Congreso que le era adverso. ¡Y todavía tiene la osadía de agraviar a Juárez sin que el gobierno de la República le responda, exigiéndole una rectificación que vindique el buen nombre del Benemérito! Don Benito, se lanzó hacia las Leyes de Reforma, arrebatando al clero sus “bienes de manos muertas”, esto es ociosos, sin producir cuando el país salía de una guerra devastadora, ganándose con ello el odio, la animadversión de una Iglesia que también antepone sus intereses al juicio sereno sobre la historia y las condiciones de cada época. Por su parte, él, Fox, aspirante a empresario marihuanero, sencillamente ni siquiera se atrevió a abrir la caja de Pandora sobre el destino de los energéticos.
La diferencia, hasta en este punto, es sencillamente abismal, insalvable. ¿Para cuánto, insisto dando seguimiento a lo que nos dijo Don Manuel Jiménez Guzmán, Soberano Gran Comendador del rito masónico escocés para México –en donde ya hay registro de un millón de miembros-, el necesario desagravio a la figura del inmenso, inalcanzable, Benito Juárez? También subrayo que no es lógico denostar a éste por cuanto precisamente no hizo, incluyendo los infamantes tratados McLane-Ocampo, que sus detractores presentan a cada rato y que jamás fueron ratificados; fue una estrategia aguda de Juárez para ganar tiempo… y armas para combatir a los invasores franceses sin dar jamás un paso hacia la venta territorial como aseveran quienes no ven más allá de sus propias narices, con perdón de algunos de mis amables lectores.
Por ello, naturalmente, el valor de la reforma propuesta por Peña Nieto en materia de energéticos no parece tener punto medio. Él dijo inspirarse en el espíritu del general Lázaro Cárdenas quien aceptó, sólo en principio, extender contratos a empresas privadas para coadyuvar a la exploración y explotación petrolera; pero después, al contrario: se mostró satisfecho cuando México y PEMEX fueron capaces, por sí, de proveer lo necesario.
¡Ah! Y por cierto, ello ocurrió bajo el mandato del mexiquense Adolfo López Mateos, acaso uno de los grandes iconos de Peña Nieto –tengo los volúmenes que realizó el gobierno del Estado de México exaltando a Don Adolfo, como prueba irrefutable… hasta de la manera en la que el actual presidente se retrató en él como si fuera casi un clon, quien determinó que no había necesidad alguna de mantener esta cláusula, a favor de contratar a empresas particulares, porque nuestra industria petrolera, parte del patrimonio nacional y su principal nutriente, había alcanzado su mayoría de edad y no era necesario depender de nadie.
Con esta apreciación, las discusiones vanas acerca de la iniciativa deben ir al basurero. Lo que importa, en todo caso, es que no pierda México; y, como están las cosas, a cambio de perentorias reducciones en el precio del gas y la electricidad –digamos las cuentas de vidrio de los españoles-, tendremos menos a cambio de una mayor intervención, nunca nacionalista, de los consorcios del exterior.
Debate
¿Quién mata? La fiscalía del estado de Durango asegura que no fue la Marina sino “los grupos armados” quienes silenciaron, para siempre, a Rubén Sifuentes Cadena, “El Shaggy” –por cierto el primer apellido de éste coincide con el del mayor antagonista de Humberto Moreira Valdés-, señalado como quien acabó con la vida de José Eduardo Moreira Rodríguez, primogénito dl mencionado ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI nacional a quien no dejaron siquiera terminar un año gracias a la útil intervención del catalán, nacionalizado mexicano por felipe calderón –minúsculas-, Antonio Solá Recquer. El círculo se cierra de manera irreversible.
Por otra parte, la izquierda sigue festejando la incorporación del sátrapa Pablo Salazar Mendiguchía –excarcelado en diciembre asado por una “negociación” con su sucesor en el gobierno de Chiapas, Jaime Sabines Guerrero, como si la justicia se resolviera en los platós del Ejecutivo estatal-, señalado por matar a decenas de niños abandonados en un hospital de Comitán, de defraudar grotescamente a los damnificados de la tormenta “Stan”, de prevaricador y, para colmo, represor de la prensa al grado de casi extinguir al diario líder de Tuxtla, “Cuarto Poder”, cuyos directores, Conrado de la Cruz Jiménez y Conrado de la Cruz Morales, no pudieron vivir para hacer la crónica de cuanto sufrieron, vejaciones infinitas, a manos del descastado sujeto. Pero yo aún tengo habla y no callaré.
¿Para cuándo los necesarios desagravios?¿Vamos a dejar que Green Peace se apropie del asta bandera del Zócalo para sustituir al lábaro patrio por una manta pintarrajeada?¿Esperaremos a que Fox rinda culto a Juárez en su templo faraónico sin cerrarle la boca infectada, de una vez por todas, al difamar a nuestra historia?
Ya va siendo hora de pasar de los discursos a los hechos. Ya.
La Anécdota
No olvido lo que Humberto Moreira me dijo en su oficina del Palacio de Gobierno en Saltillo:
–Fox se molestó conmigo porque denuncié los abusos del ejército en Castaños, en donde violaron a dos decenas de mujeres. Les llamaban rostitutas y quizá lo eran; pero también eran mujeres y las arrastraron por todo el pueblo. ¿Cómo calmar a los habitantes de allí por tamaña afrenta?
Luego vino su pleito con calderón. ¿La base? Pretendía humillarle por altanero usando a empresarios a quienes luego benefició con puestos para sus hijos (as). Tenemos todos los nombres.
No meto las manos al fuego por Moreira –menos después de conocer cuanto transfirió a la campaña de Peña, endeudando a su entidad-; pero es necesario no perder el hilo conductor de las historias recientes.
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WEB: www.rafael-loretdemola.mx
E-MAIL: loretdemola.rafael@yahoo.com
LUCHEMOS POR NUESTRO PETRÓLEO; ESTE COLUMNISTA INSISTE EN QUE SI PERDEMOS LO MÁS –LA PROPIEDAD DEL RECURSO-, POR LO MENOS –LA PROMETIDA BAJA EN LAS TARIFAS DE GAS Y ELECTRICIDAD-, NO TENDREMOS OCASIÓN NI TIEMPO PARA ARREPENTIRNOS. NO NIEGO QUE ME RESULTA REPUGNANTE LA POSICIÓN DE BARTLETT Y QUIENES LO CONTRATARON EN LA IZQUIERDA; PERO, POR ENCIMA DE RENCILLAS Y BARBARIE, ESTÁ LA MAYOR DE LA RIQUEZA QUE DIOS PUSO EN MANOS DE LOS MEXICANOS. AL FINAL DE CUENTAS, A ÉL LE RENDIREMOS CUENTAS TODOS.

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