Desafío

*Mineras Impunes
*Símil del Pasado
*Caja de Caldera
Por Rafael Loret de Mola

No es casualidad que las tres mayores fortunas de México tengan, como uno de sus rubros estratégicos, a las compañías mineras; para unas las inversiones en ellas son las de más importantes, para quien encabeza la lista es uno de los negocios productivos, pero no la empresa insignia de sus firmas. Nos referimos, claro, a los consorcios de Carlos Slim Helú –accionista de Minera FRISCO-, Alberto Baillères González, dueño de Peñoles, perteneciente al Grupo Bal, quien pese a los decrementos de los precios de los metales, se mantuvo en segundo sitio; y Germán Larrea Mota-Velasco, presidente del Grupo México aun cuando su madre, Sandra, es la heredera principal aunque con derechos de mando cedidos al hijo. Así funcionan las familias poderosas en México sin que nadie ose halar, entre ellas, de nepotismo, un término reservado para la clase política cuando surge algún elemento que sigue los pasos de sus ancestros, plausible en otras profesiones pero no en la vida pública con algunas excepciones.
(El clan Cárdenas, los Alemán, los Hank, los Figueroa, los calderón –minúsculas-, entre otras más, son partes de los intocables de este país aunque el señor Peña Nieto sostenga que no los hay; con ello se demuestra que las herencias son poco más que trascendentes en la vida nacional).
El hecho es que, de manera reciente, un grave incidente atrajo la atención colectiva. En Aquila, Michoacán, los grupos llamados de “autodefensa”, producto de la anarquía que deriva de la ausencia de gobierno y la incapacidad de éste para preservar las vidas de los lugareños, sus patrimonios y sus tierras, optaron por tomar como rehenes a varios militares armados como si fueran a una guerra de papel. Fue entonces, se dijo, cuando el ejército decidió intervenir para salvaguardar a sus compañeros de armas. Pero, además, el martes 13 –un mal día según quienes creen en la superchería y se escudan en ella-, la empresa minera Ternium ordenó el cierre de la mina “Las Encinas” y condenó con ello a la miseria a centenares de personas; no olvidemos que las condiciones de los obreros son paupérrimas, infrahumanas, a cambio de que los dueños de las compañías viven una existencia plena, de lujo.
Nos pusimos a averiguar y la empresa Ternium, cuyo capital original está asentado en Luxemburgo –uno de los paraísos fiscales alrededor del mundo-, y con importantes filiales en Sudamérica, sobre todo Argentina –quizá por ello nos estamos llenando de catalanes y argentinos por doquier-, tiene su sede, en la República Mexicana, en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, conurbación de Monterrey, la capital, no hace mucho uno de los puntos en donde las mafias comenzaron a dominar territorialmente con secuestros y cadáveres colgados en los puentes peatonales, además de los bloqueos callejeros simultáneos, desquiciantes de la circulación y atemorizantes para los oriundos de allí y los foráneos.
Sobre los elementos que conforman el grupo Ternium se encuentra quien figura como director “de relaciones con inversores”, Sebastián Martí, y la encargada de “relaciones con los medios”, Karla Cantú –por sus apellidos los conoceréis-, quien no proporcionó a este columnista los nombres de los principales accionistas. Pese a ello, la minera FRISCO, de la que es principal accionista Carlos Slim Helú, es parte del consorcio y, por ende, puede llegarse a conclusiones. En Argentina, por ejemplo, Ternium “acapara”, nada menos, el ochenta y cinco por ciento de la producción de acero; y en México se desarrolla entre las fundidoras, características de Monterrey desde hace no pocas décadas, y las empresas mineras, cuyo desarrollo no va acorde con las perspectivas de miseria de sus trabajadores. Igual, diríamos, con la situación de los obreros de Cananea, Sonora, una empresa a la que protegían los célebres “Rangers” texanos que invadían nuestro suelo sin el menor respeto por la soberanía nacional, luego de desatarse un movimiento emancipador que es parte de la crónica sobre los primeros indicios de la Revolución de 1910.
Más de un siglo después, la interrelación enferma permanece: los patrones, aunque mexicanos, muy ricos; y los obreros, obviamente reducidos en sus perspectivas de vida –no más de cuarenta años-, muy pobres. Las familias de éstos saben hasta donde llega la injusticia y la explotación en pleno siglo XXI y sin que, siquiera, el gobierno de la República levante algún pendón de justicia social.
Además de las mineras, Ternium, controla en las pampas de Sudamérica a las siderúrgicas Technit; y en México, tiene bajo su férula a Hylsa e Imsa, ésta última especializada en la producción de maíz transgénico cuyos efectos negativos contra los seres humanos han sido bandera de Green Peace aunque no por ello este grupo internacional tenga derecho a mancillar al lábaro atrio colocando en su lugar una manta pintarrajeada con sus demandas. ¿Para cuándo el desagravio, señor jefe de gobierno del Distrito Federal?¿O es que sólo el señor Miguel Ángel Mancera Espinosa sirve para saludar con el sombrero ajeno del cardenismo a la hora de repeler –no sin razón- la pretendida reforma energética de Enrique Peña Nieto?
Bueno, ¿y el secretario del Trabajo? Alfredo Navarrete Prida parece haberse olvidado de las amargas intervenciones de Francisco Javier Salazar Sáenz, su predecesor en el cargo –él fungía como tal cuando la explosión en Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006 –en el día del ejército, por cierto-, allá en la Coahuila de Humberto Moreira Valdés. No creo en las casualidades porque al apuntarlas se anula toda capacidad de análisis y se obnubilan los hilos conductores acerca de los mayores dramas de nuestra historia. No es la primera vez, desde luego.
Pues bien. Ya pasaron siete años desde aquel amargo suceso y los protagonistas están en sendos refugios. Nadie menciona a Salazar por su evidente negligencia al alentar la búsqueda de la nada –los cadáveres de los sesenta y cinco mineros se calcinaron casi de inmediato por las altísimas temperaturas y bien se sabía que de ellos no quedaba, por desgracia, ni las cenizas ardientes-, y el entonces presidente Vicente Fox, en una de sus ausencias más notables, ni siquiera se dignó a visitar la zona de desastre porque conocía, perfectamente, que el rescate simulado era tan inútil como mentiroso. Salazar, impune; Moreira, en Barcelona; y Vicente Fox negociando en pos d conseguir la legalización de la marihuana para convertirse en el primer empresario que le “arrebate” una parte de sus feudos a Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”. Un círculo infeliz, intocable, que encabeza, desde luego, Germán Larrea –no sé a qué me suena más el apellido- Mota-Velasco, toda una conjunción de patronímicos entre escatológicos y términos propios de la drogadicción.
Por supuesto, el consorcio Ternium no es mexicano aun cuando cuente con inyecciones financieras del grupo CARSO, del señor Slim, ávido por cierto de extenderse hacia Brasil y Argentina comprando empresas de telefonía celular o fusionándolas con su América Móvil. Un gran negocio, al parecer, pese a las altas tarifas que pagamos los mexicanos por los mismos servicios que en otras latitudes cuestan hasta el diez por ciento de cuanto erogamos nosotros. Lo mismo sucede en materia tributaria. Van a la par, como en tantas cosas, los grandes consorcios privados y una administración gubernamental que tolera, e incluso alienta, la explotación de los mexicanos al permitir a los foráneos, y a los empresarios locales que se asocian con ellos, todo tipo de ventajas, incluyendo las fiscales, gran atractivo para sumarse a la gran barata nacional producto de la imagen de la violencia generalizada.
Las mineras, pues, han quedado en medio de los campos de batalla. Y ello pone de manifiesto el peligro de que los subversivos mantengan y exalten sus supuestos discursos “sociales” para cooptar a los ingenuos, marginados o cuantos se sienten abandonados en sus respectivas comunidades. No se olvide: en primera instancia, los “autodefensas” se alzaron para repeler al narcotráfico; pero, poco a poco, el gobierno los ha convertido en enemigos suyos… en vez de sumarlos a la línea de la justicia y la legalidad. ¿Se habrán dado cuenta de ella los estrategas falsamente geniales de Los Pinos y castillos aledaños?
El hecho es que, tristemente, si hacemos una comparación, los mineros están en peores condiciones que en 1908 cuando estalló la huelga de Cananea. Pero los dueños de las mineras más importantes conforman el podio entre los mexicanos más ricos, desde los 73 mil millones de dólares atribuidos a Slim hasta los 16 mil 700 millones de la misma divisa que tiene Larrea, pasando por los 18 mil 200 –milones de dólares también-, de Baillères y familia.
Debate
Basta cerciorar el hecho de que los mayores capitales del país están en manos de quienes mueven a la industria minera, y que los obreros de la misma son los peores pagados en el mundo –ya quisieran parecerse a los chilenos-, para darnos cuenta en donde comienzan los polvorines. No es por la reforma energética; ni por la evidencia sobre la ingobernabilidad de varias entidades del país, con Michoacán a la cabeza; sino se trata del espejo de un profundo, agobiante, desequilibrio social y cuando éste se extrema llegan, querámoslo o no, los estallidos, primero, y las revoluciones, después. Lean la historia los asesores del presidente Peña y cercioren nuestro aserto.
Por cierto, también valdría que repasaran las líneas de “La Sucesión Presidencial en 1910” y compararan las denuncias del mártir Madero con las formuladas en “2012: La Sucesión”, a cien años exactos de la primera. Les resultará, a todos, un interesante ejercicio aunque, por supuesto, perciban el tufo desagradable de la inercia brutal que está aplastando las conciencias, cuanto somos los mexicanos en esta larga conflictiva en la que el bien va perdiendo las batallas. Y éste es el mayor riesgo de lo expuesto.
México no puede ser rehén de mineros, como tampoco de avorazados empresarios extranjeros listos a hincarles los dientes a la industria petrolera, el eslabón que se les escapó desde 1938. Por eso, este columnista insiste en su apoyo a la causa de garantizar el patrimonio nacional, las riquezas del subsuelo que no son renovables –ojo con esta condición-, para vender por cuentas de vidrio nuestro oro negro. A ese abismo vamos.
La Anécdota
Mientras tanto, en PEMEX se desata la olla, digo, la caldera –para que sea semejante al deplorable periodo sexenal de felipe, en minúsculas-, sobre las “cajas falsas” creadas para desviar y forzar la paulatina quiebra ¡de la paraestatal que ha sido la primera en aportar ingresos para México! Se ha descubierto ya que al patrimonio nacional le fueron robados, nada menos, 434 mil millones de pesos sólo en 2011, en el año anterior a la sucesión presidencial. Digo, ¿no basta con eso para hacer las consiguientes averiguaciones contra calderón –minúsculas- y las denuncias a que haya lugar?
En vez de eso, los cumpleaños van y vienen. El número 51 de calderón; y los de algunos de quienes fueron sus colaboradores, en una franca extensión del festín que se dieron en Los Pinos, en el régimen anterior, cuyo recuerdo quedó impregnado en la antiestética, horrorosa, “Estela de la Luz”, la misma que hizo millonaria a la favorita de la corte del panismo, Paty Flores Elizondo, vicepresidenta de facto durante la primera parte del calderonismo… hasta que Margarita, la grande, le puso fin. Puro olor a aristocracia y bufones que le acompañan. ¡Y ahora “Puri” Carpinteyro Calderón, la antigua musa de felipe, ya ingresó a la izquierda! Ya tiene asiento al lado de Bartlett, Salazar Mendiguchía y cuanta carroña se quiera agregar.
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WEB: www.rafael-loretdemola.mx
E-MAIL: loretdemola.rafael@yahoo.com
POR SUS ACTOS LA OLIGARQUÍA SE EXHIBE. ¿QUIÉN O QUIÉNES HAN PROTEGIDO A GERMÁN LARREA O A SALAZAR, EL EX SECRETARIO DEL TRABAJO?¿TIENEN ESTO ALGUNA RAZÓN? ME TEMO QUE LA MISMA POR LA CUAL calderón Y GENARO GARCÍA LUNA SE SIGUEN MOFANDO DE LA JUSTICIA EN LAS NARICES DEL PODER JUDICIAL… Y DEL PRESIDENTE PEÑA NIETO, CADA DÍA MÁS ACOTADO. YA ES HORA QUE EL MEXIQUENSE DESPIERTE A LA REALIDAD Y SE OLVIDE DE LAS SUPUESTAS FACTURAS POR PAGAR A LA DERECHA SIEMPRE TRAIDORA.

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