Desafío

*Vamos para Abajo
*Reformas Paradas
*De Todas Maneras
Por Rafael Loret de Mola

Los pronósticos no son buenos; tampoco lo es la realidad. Es curioso: la ciudadanía percibió, mucho antes que los sabios del gabinete, los grandes frenos económicos; y ello resulta bastante lógico al considerar la ausencia de liquidez en la mayor parte de los mexicanos productivos y la desesperación del sector público por desprenderse, poco a poco alegan, de la paraestatal que, quiérase o no, administra los mayores ingresos de nuestro país desde el exterior; es decir, llamemos o no “petrolizada” a nuestra economía, lo cierto es que sin esta industria, nacionalizada en 1934 cuando Cuauhtémoc Cárdenas tenía cuatro años y vació su “cochinito” para sumarse a los millones de mexicanos que sacrificaron bienes preciados para acudir ante el Tata Lázaro y reforzarlo para poder hacer frente a las demandas de las empresas –sobre todo inglesas- nacionalizadas. ¡Qué maravillosa jornada aquella!
Cuando nos hablan de nuestra historia siempre insisto en lo verdaderamente rescatable, más allá de los héroes que van y vienen o se los lleva el viento con excepción del gran Juárez inmutable siempre, esto es en la calidez de nuestros hombres y mujeres capaces de una generosidad sin par cuando se trata de defender lo nuestro de la voracidad del extranjero con ínfulas de conquistador. Hasta da la impresión, en ocasiones, de que nos creen tan vulnerables y sumisos que por eso nos afrentan con tanto cinismo sin siquiera una reacción por parte de un gobierno bajo la lupa de quienes juzgan en el ojo ajeno lo que son incapaces de observar en el propio. ¡Cuántos oculistas requieren la Casa Blanca, el Fondo Monetario Internacional y Wall Street!
En este entorno de vaivenes, la secretaría de Hacienda, cuyo titular hoy es el mexiquense Luis Videgaray Caso, uno de los favoritos de Peña por origen y cercanía, ni siquiera parece preparada para enfrentar los nuevos huracanes que se nos vienen encima; tampoco informó a los mexicanos, con oportunidad, del paulatino deterioro de las finanzas siquiera para responsabilizar a los verdaderos culpables, sean los del régimen anterior desastroso o al de actual en ruta de lo mismo. ¿Para qué sirven las alternancias, si las de 2000 y 2012, no trajeron consigo cambio alguno en las estrategias fundamentales? De hecho, el doctor Ernesto Zedillo, el gran simulador, podría seguir gobernando y atesorando preseas como sucede con los monarcas decrépitos de Europa que ya no tienen espacios en solapas y chaqués para colocarse las medallitas del recuerdo.
¿Entienden ahora por qué el actual Primer Magistrado, sencillamente no se atreve a impugnar a sus predecesores porque con ello podría cavar su propia tumba política? No es que haya impunidad sino miedo que lleva a lo primero; de allí las consabidas “reglas de oro” de nuestro sistema con todo y su cargamento de hipocresías. Peña Nieto, con su “Pacto” que ha generado más chantajes que coincidencias hasta el momento –de corazón deseamos que se reviertan estas condiciones-, parece atrapado en su propia madriguera como antes lo estuvieron Fox y calderón –minúsculas- quienes desecharon temprano la posibilidad de erigirse en visionarios y optaron por acurrucarse en Los Pinos; felipe –minúsculas- hasta construyó un búnker de hacer en la residencia oficial, sin informarle a nadie, a parte de una sala de juegos y un cine subterráneos construidos en los tiempos de Miguel Alemán Valdés, especialista en cobrar altas comisiones a los encumbrados empresarios de su época… como Emilio Azcárraga Vidaurreta quien no tuvo otro remedio que convertir al mandatario en accionista de Telesistema Mexicano S.A. de C.V. Ahora Televisa, reducidos los Alemán por el consorcio hispano PRISA –falsamente de izquierda-, impone las condiciones.
Sea cuanto fuese, el hecho es que se anuncia ya un “fuerte y profundo bache económico” de acuerdo a las estimaciones nada afortunadas del Bank of America Merrill Lynch –“La Jornada”, 21 de agosto de 2013-, que prevé, si acaso, una breve recuperación para el último trimestre del año. Esta es la realidad que, mañosamente, nos pretendió ocultar el señor Videgaray en un intento por parecer que tenía en sus manos los controles cuando no había ninguno en ellas. Y ahora, nos sorprenden con indicadores muy infortunados, salvo los del Banco de México, en donde se cubren en veinticuatro horas las pérdidas sustantivas –de hasta seis mil millones de dólares como sucedió el pasado 2 de julio cuando Agustín Carstens Carstens anunció la pérdida de reservas sin que ello se reflejara al día siguiente en las informaciones sobre las mismas. Un verdadero acto de magia.
De la desaceleración anunciada pasamos al crecimiento negativo –decrecimiento en castellano y no en términos d economistas-, mientras las previsiones se quedan a la mitad de lo previsto en materia de desarrollo global. Una síntesis muy infortunada para las expectativas creadas en el arranque de la administración peñista cuando, al menos, se mostraban algunos signos positivos en la economía… pero mediando el engaño colectivo; la realidad fue otra, desde el principio: una pérdida sustantiva del poder adquisitivo y la ominosa desviación de fondos públicos, sobre todo en PEMEX, para prepararle el terreno a la discutible privatización. De esta herencia magra, se viene la crisis que la Secretaría de Hacienda, insisto, ni siquiera se tomó la molestia de analizar e informar sobre ella. Ahora, los grandes capitales tendrán una nueva oportunidad de especular con la pobreza, como siempre.
Los pretextos sobran. Alegan los voceros oficiales que los “choques externos”, entre éstos una menor demanda del exterior sobre los productos mexicanos –explicable por la ausencia de competitividad y la notoria baja de la producción agrícola, salvo la destinada a siembras ilegales como la marihuana y la amapola-, contrajeron la economía interna hasta el límite. De una manera u otra, siempre los malos vientos de fuera son el justificante para paliar las responsabilidades de los funcionarios públicos, siempre atentos a culpar a otros por su ausencia de visión, la de esos del pasado y los actuales también.
De esta manera, el Producto Interno Bruto –lo que producimos los mexicanos dentro de la economía formal-, disminuirá, según los nuevos pronósticos, de 3.1 a 1.8 por ciento lo que significa casi la mitad de cuanto se proyectaba para el primer año del señor Peña en la Presidencia. Un fracaso en toda la línea por efecto, además, de los vacíos de poder que comienzan a ser notables. Un gobierno bajo permanente chantaje político no puede aspirar a contar con los controles necesarios para asegurar el andar y el destino nacionales.
No van bien las cosas. Aunque el gobierno guarde silencio o minimice estos hechos, graves per se, la sociedad sabe que algo pasa cuando percibe en sus bolsillos que no caen los pesos y la situación familiar se complica. En este mismo mes de agosto, los padres de familia han debido de hacer esfuerzos inmensos para cubrir las condiciones de los colegios, no sólo en libros sino en toda suerte de material escolar, con abusos poco comedidos y un gremio, el magisterial, envalentonado, bravucón y poco adicto, en general, a la enseñanza. Los vicios que dejó detrás de sí el largo cacicazgo de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, permanecen y, en algunos casos, se acrecientan.
No vamos bien, sobre todo, cuando la información se oculta. Por ello es notorio que los legisladores, con sus artimañas para posponer y desviar iniciativas, hayan frenado las propuestas presidenciales para reformar y tratar de hacer útil al Instituto Federal de Acceso a la Información que, en vez de transparentar las cuestiones oficiales las enturbió con candados a cuanto se considera riesgoso para la seguridad del Estado, así se trate de las corruptelas de los altos mandos militares y del almirantazgo. Pareciera que tales debieran ser tolerables, hasta la ignominia, con tal de asegurar la lealtad de quienes poseen poder de fuego hacia un gobierno zigzagueante que comenzó desafiando a los poderes fácticos para ir, poco a poco, suavizando el tono hasta que la palabra volvieron a ganarla empresarios, sacerdotes, militares, lideres sindicales y hasta profesionales de la agitación callejera.
En este sentido, la apuesta de Andrés Manuel López Obrador va bien: puede interrumpirse la administración actual en “dos, tres años”, como previó a la vista de las ráfagas huracanadas. La pregunta es si el dirigente de MORENA, por ahora sin partido definido, se alegra por ello, esto es por la presunta derrota del gobierno y del país en cuanto a sus reales expectativas de crecimiento.
Debate
Uno de los síntomas de la marcha hacia atrás en algunas de las “decisiones presidenciales” anunciadas en diciembre último es, precisamente, la paralización de algunas iniciativas claves, entre ellas la energética, mientras se mantiene el resquemor subversivo en la plancha de cemento del Zócalo capitalino. ¿No sería interesante e inteligente que se armonizara el paisaje urbano con una gran plaza, arbolada y con jardines como fue en su primera época, para desviar las manifestaciones hacia otros sitios.
Alguna vez sugerí a Manuel Camacho Solís, cuando era regente de la ciudad de México durante la Presidencia de Carlos Salinas –ya casi pasó un cuarto de siglo-, que se construyera un área adecuada para el justo desfogue público de las protestas sin poner en riesgo el movimiento y la vida productiva de la metrópoli. Una especie de zambódromo –rememorando al carnaval de Río-, que desembocara en una amplia zona, al estilo de los centros ceremoniales de mexicas y mayas, en donde hubiese oficinas de las dependencias públicas generadoras de los mayores conflictos: Reforma Agraria, Educación, Gobernación, Hacienda, entre otras. Y que quienes fueran asignadas a ellas tuvieran poder de resolución o manera de comunicarse con sus superiores –en el mundo cibernético actual esto parece cosas de infantes-, y no permitir, por tanto, largos e inútiles plantones. ¿Cuántos de nuestros lectores creen factible que con los asentamientos en el centro de México de maestros disidentes –los que más brincaron tras la aprehensión de quien fue su mayor enemiga, la señora Gordillo, a fines de febrero pasado-, va a resolverse algo? Al contrario, seguimos dando una imagen deplorable hacia dentro y fuera, abaratándonos como tanto desean los especuladores y consorcios extranjeros. ¿No es ésta una venta simulada del país?
La Anécdota
Mi padre, Carlos Loret de Mola Mediz, fue un singular gobernador de Yucatán aunque jamás haya sido motivo de homenaje alguno en su tierra por envidia y celos, sobre todo, y por un desconocimiento alevoso de cuanto hizo sin enriquecerse a costa del erario como sus predecesores y sucesores. Pues bien, éste que es mi mayor orgullo, me obliga a relatar algo que solía decir en sus días de gobernante:
-Se puede gobernar de todas maneras… menos con miedo.
La fórmula aplica hoy, de manera por demás contundente.
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WEB: www.rafael-loretdemola.mx
E-MAIL: loretdemola.rafael@yahoo.com
PRIMERO ES LA DEMOCRACIA, PLANTEÓ FOX EN 2000 CUANDO TERMINÓ SU PERIPLO PROSELITISTA, PERO SE OLVIDÓ DEL ASERTO APENAS SINTIÓ QUE YA HABÍA CONQUISTADO EL PODER. SIN EMBARGO, LA SENTENCIA ES VÁLIDA: SÓLO CON DEMOCRACIA PUEDE BLINDARSE UN PRESIDENTE ANTE EL ACOSO DE LOS GRUPOS FÁCTICOS. MIRE HACIA EL COLECTIVO, SEÑOR PEÑA, CONSULTE, PIDA CONSENSOS, HAGA PLEBISCITOS; EN FIN, CONVIÉRTASE EN LÍDER. DE NO HACERLO SERÁ CARROÑA EN 2018, O ANTES, COMO QUIENES LE ANTECEDIERON.

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