Desafío

*Monedas de dos Caras

*2012: Caída Económica

*Edificio Inteligente

 

Veamos. De acuerdo a un sostenido diagnóstico de Luis Téllez Kuenzler –secretario de Energía durante el sexenio de zedillo –minúsculas por simulador- y de Comunicaciones bajo la férula de calderón hasta aterrizar en la Bolsa Mexicana de Valores-, la macroeconomía, en México, marcha de las mil maravillas y nuestra Bolsa “es una de la más rápidas del mundo”. Tal velocidad es consecuencia, fundamentalmente, de la liquidez generada por las inversiones del exterior. Esto es, como una especie de compraventa de cuanto antes era nuestro y ahora está en barata. La industria petrolera, por ejemplo, y el mercado financiero, también.

Pese a los buenos “síntomas” expuestos por el ex funcionario del gobierno de calderón –no olviden, minúsculas-, reacomodado para evitar escándalos mayores a los protagonizados por él ante la opinión pública –los insultos grabados contra los “pendejos” en el poder y filtrados por Purificación Carpinteyro, el gran amor de juventud, no correspondido, del señor calderón-, no pudo, vadear un argumento con tintes casi catastróficos si examinamos el contexto general:

–2012 fue un año muy complicado –aseveró-, porque no se invirtió en las grandes potencias y China comenzó a desacelerarse. Y creo que no podrá evitarse la caída en la actividad económica en nuestro país a lo largo de 2013.

¿Estamos bien o mal? No pudo responder el porqué del extraño manejo de la deuda pública, externa e interna, que sumaba 312 mil millones de dólares en septiembre de 2011 y que, en mayo de ese año, alcanzaba la cifra récord de 392 mil millones de dólares. De pronto, como si se tratara del máximo número de un ilusionista, en unos cuantos meses se redujo en ochenta mil millones de dólares –esto es el equivalente al máximo nivel de endeudamiento alcanzado en la deplorable administración de José López Portillo, en 1982-, sin que ello significara alivio alguno a los mexicanos y, además, sin información oficial al respecto, casi en secreto salvo por los indicadores de la Secretaría de Hacienda difundidos por Internet, con cierta tendencia a jugar a las escondidas.

Dijo sí, que durante 2008, los bancos con capitales extranjeros habían ganado más en México que en sus respectivos países –sobre todo los reconquistadores españoles-, pero no habían sacado sus dólares del país para proveer a sus mercados originales. Tal es tan falso como una moneda de dos pesos: recuérdese el anuncio del blindaje, previsto por el ex secretario de Hacienda Agustín Carstens Carstens, con un mercado inundado de dólares que, de pronto, se evaporaron al tiempo que la recesión universal obligaba a los grandes financieros del orbe a saquear divisas del tercer mundo como contenedores para cuanto les venía encima, en Europa pero también en los Estados Unidos. Fue entonces cuando la crisis nos llegó a los aparejos, como dirían los hijos de la Malinche, y nos quedamos sin blindaje… y sin dólares, salvo los de la reserva internacional que se encuentran depositados en las grandes cajas subterráneas de los Estados Unidos: esto es, son amortiguadores que se establecen como garantía a los acreedores del orbe para ensanchar su “confianza” en una nación saqueada.

Pues, sí, por si faltaba algo, la emergencia económica será otro de los factores a tomarse en cuenta en la tensa lucha de una Presidencia de la República que pierde rumbo y sentido en un entorno, además, de creciente violencia y bajo el acecho de los vecinos cada vez más convencidos de que los mexicanos no podemos, solos, derrotar a las mafias dominantes, ni a los narcos ni a los recién aparecidos terroristas, otro de los factores que según la CIA y el Pentágono habilitan al gran poder del continente a meditar sobre futuras invasiones como la anunciada por el gobernador de Texas, Rick Perry, quien fuera precandidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos. Estamos maniatados y somos rehenes de los movimientos externos.

No es posible figurarse, entonces, un escenario de mayor gravedad… aunque la macroeconomía sea el mayor de los síntomas de la supuesta salud financiera mexicana. ¿Y los desempleados? Alega el gobierno que se han creado más puestos de trabajo que en los Estados Unidos pero no dice la verdad: cada año, un millón de jóvenes compatriotas demandan oportunidades laborales y se quedan en la calle. Y son ellos, claro, quienes proveen a los grupos delincuenciales mayores –o al ejército, en menor proporción-, para sobrevivir aunque sea por unos años… antes de que, como me dijo un distribuidor de drogas en Ciudad Juárez en 2005, lo “entanquen” o lo “entumben”. Las grandes falsedades sobre la olvidada justicia social y los necesarios equilibrios son hoy sólo un sofisma.

Habló Téllez de Brasil, el gigante sudamericano, cuyo mercado financiero es cuatro veces mayor al nuestro. Quizá la clave sea que allí los bancos son motivos de concursos abiertos y aquí no. Pero no le pronosticó un buen futuro, acaso porque el éxito carioca se debe, en buena parte, a la atingente actuación del socialista y ex presidente, Lula da Silva, si bien no rompió, contra los pronósticos iniciales, los moldes económicos sino los modificó, asegurándose de no convertir a las demandas sociales en claudicantes epifanías de campaña. El hecho es que Brasil nos desplaza, aun cuando se insista en que sus índices de criminalidad son mayores a los de México –otro de los grandes sofismas de nuestro gobierno en su intención de minimizar el tremendo flagelo de miles de víctimas civiles de la guerra entre las mafias del narcotráfico y los elementos de seguridad infiltrados por aquellas-, y no se entiende, salvo con el entreguismo galopante, cómo ha podido resistir nuestro país a los amagos permanentes que ensucian nuestro rostro en los foros internacionales sin que disminuyan las inversiones extranjeras. ¿Vamos cayendo en cuenta del engaño terrible que lo anterior conlleva?

 

Debate

Habló Téllez, hace dos años, de una de sus mayores obsesiones: la privatización de PEMEX. No utilicemos más sofismas alegando que tal no es cierto sino que sólo se diversifica en determinadas áreas porque el petróleo es nuestro, la realidad es ésta. Y, por supuesto, alegó que la mayor de las empresas paraestatales es “muy ineficiente” y que “no puede competir con otras si no se abre el sector energético”.

Lo mismo viene sosteniendo desde que cursó por la secretaría de Energía de octubre de 1997 a diciembre de 2000, bajo el priísmo hegemónico. Cuando dialogué con él en ese momento, me sorprendió cuando alegó:

–Ya está hecho el plan, pero no lo implementará el actual gobierno por los costos políticos que podría conllevar. Será cosa de la próxima administración.

Sólo que el PRI perdió en 2000 y la alternancia, con la pareja ex presidencial en el trono, “tanto monta, monta tanto”, no sirvió para nada. Los Fox se guardaron el proyecto y pasaron de puntillas por Los Pinos, interesados más en sus propios negocios, incluyendo los conyugales que se expandieron a la gran parentela de Marta, y fue calderón, con Téllez de nuevo en el gabinete sin filiación partidista se entiende, quien recobró lo formulado con el consabido cabildeo amoral de por medio y sin el menor consenso de los mexicanos, en franca derrota del concepto sobre la “soberanía popular”. Quizá en esta doble conducta se finca la tragedia nacional del presente… con Peña Nieto sin salir de su madriguera.

Lo anterior confirma que se nos gobierna a golpes de intuiciones y según sean los criterios del grupo de asesores cercanos al mandatario en turno. Es ésta la razón por la cual, ahora sí, el presidente parece decidido…a salirse con la suya. Y lo hará, acaso a costa de la descomposición del país y la consiguiente expansión del terror. Como si la historia no existiera y pudiera redimirse con un espaldarazo que será tan efímero, de darse, como sus propuestas de campaña olvidadas.

 

La Anécdota

En la secretaría de Energía por donde pasó Téllez y luego felipe calderón, estrechando intereses, se presume que su sede es un “edificio inteligente” porque los aparatos, y hasta las luces, se prenden y apagan al paso de los privilegiados usuarios. Está sobre la avenida de los Insurgentes, en la ciudad de México, gloria de la centralización.

Y no faltan voces, perversas como la de este columnista, que aleguen:

–El edificio es tan inteligente que supera, en mucho, a los titulares que han pasado por el mismo.

Creo que tienen razón.

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