Desafío: Cuesta Arriba

*Cuesta Arriba
*De Cantaletas
Por Rafael Loret de Mola
– – – – – – – – – – – – – – – – –

Aunque a los muchachitos les falta todavía encontrarse con los Reyes Magos –con el negrito Baltasar al fondo, como designio infalible-, los adultos comienzan a recoger las cenizas, los restos de la piñatas, los alimentos sobrantes que, la verdad, pocas veces se consumen –en vez de donarlos a alguna casa de asistencia-, hasta recuperar a las compañías ineludibles de los últimos años: la impotencia, acaso el rencor y la apatía política que nos debilita, a cada rato, como factura del insuperable, hasta hoy, temor social. 
Concedo que no es amable iniciar 2019 con una escala de pesimismo pero, por desgracia, cualquiera otra cosa, estando como está la realidad, sería tanto como caer en el hondo abismo de la demagogia sin redención posible. Y, francamente, prefiero lo primero aunque se me acuse de ser una especie de cuervo maldito contador de las oscuras reseñas sobre las infestadas e infectadas cuevas de la incivilidad y el despropósito políticos. No es que me guste el papel, pero la vocación, a través de cincuenta años de profesión –en febrero cumplo 51-, me impulsa a arrebatar del rostro de nuestros lectores las vendas de la impudicia y la simulación, las armas preferidas del establishment.

En fin, como viene sucediendo en cada sexenio incluidas sendas alternancias en el poder Ejecutivo federal, nos vemos obligados a iniciar el primer ciclo anual del lópezobradorismo, el de la esperanza que aseguró se sobrepondría a los villanos que rompieron con cuanto de bueno aportaron los héroes de la “bola”.

¿Cuántos en este 2019 están listos a convertir a la política en el modus vivendi más exitoso de cuantos existan en el complejo andamiaje de una comunidad, cada día, más devaluada e inconsistente? Por ello perviven los grandes ladrones, asesinos y capos con pieles de oveja, dentro del territorio oficial sin que podamos actuar contra ellos. Y con ellos las sospechas sobre las muertes de Erika y Rafael Moreno Valle, los caciques de Puebla que llora la ultraderecha.

Es curioso, cada día, más lectores reclaman señalando supuestas omisiones acaso pretendiendo que, en unas cuantas cuartillas, recojamos todas las inmundicias del pasado inmediato… para luego quejarse de la maloliente sensación de la “intolerancia”. Por ejemplo, si señalamos a la aún poderosa “novia de Chucky”, de regreso en su hogar de Polanco en la Ciudad de México, no faltan quienes exigen caballerosidad en una época en la que el clamor por la igualdad es columna vertebral de la convivencia; y otros, enseguida, estiman que no citar a Carlos Romero Deschamps, el hampón petrolero, en tal o cual artículo significa ¡que nos hemos vendido al mejor postor! 

La mala fe no alcanza a salpicarnos, desde luego, pero exhibe el tremendo nivel de incongruencia que surge de la ignorancia y el dolor colectivos.

La Anécdota 

Desde el arranque la mula de seis está ahorcada. El régimen de López Obrador comenzó con las manos atadas y, poco a poco, ha querido tomar las riendas librándose e compromisos y acuerdos que ya nada valen.
Quizá por ello peña nieto se marchó del país aprovechando que todas las candilejas apuntaban hacia el Cerro de la Chimenea del Chacuaco –nombre como se conoce al que fuma mucho por las tierras de los aztecas y es rémora del demonio-, y los rumores se expandían en torno a lo sucedido con el helicóptero colapsado allí. ¿Tenía alguna necesidad el presidente para insistir en el perdón y el olvido cuando hoy es señalado por los conservadores y belcebús reaccionarios como posible responsable de los “crímenes” contra los Moreno Valle y sus acompañantes? Mientras se olvidan los nexos non santos de los mismos con el crimen organizado y sus desfalcos a la tesorería del Estado ahora encubiertos convenientemente. 
México está pasmado. Es necesario retomar los controles. 

– – – – – – – – – – –
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
Búsquenos en Facebook con VIDEOS y MENSAJES cada día.