El Profe…

Qué es la Gramática según Cantinflas “…es el arte o la ciencia, pues en esto no hemos puesto de acuerdo; que nos enseña a leer y a escribir correctamente el idioma castellano..”

Una película que seguramente y así como cada año la vuelven a pasar cada vez que se celebra el Día del Maestro, y cuyo título se llama El Profe, interpretado por Cantinflas.

Hoy se celebra el día del Maestro en nuestro país. Es un día celebrado anualmente de manera tradicional con festejos a los profesores donde el alumnado hace regalos o poemas alusivos a la fecha.

Por otro lado, todos aquellos que se encuentran sindicalizados esperan su festejo ya sea alguna comida, cena o cuando menos el “bailongo”, y sin faltar, el mariachi con las mañanitas.

La mayoría de los días festivos es muy común saber el ritual de cómo se debe de festejar, empero, muy pocos de ellos saben los orígenes. Existe una imprecisión de su origen, es decir, no se sabe con exactitud si su comienzo proviene de San Luis Potosí, a partir de 1917 donde un grupo de jóvenes casualmente festejaban el onomástico de un maestro muy querido por ellos llamado Isidro, siendo coincidencia con la fecha santoral de San Isidro Labrador.

Y aunque también en esa misma fecha, se maneja como el Día de los Sembradores, hay quienes consideraron que alguna alma caritativa justificó metafóricamente bajo el argumento, “el maestro, también es sembrador de ideas en el gran surco de la vida”, pero sin precisar su origen; no fue hasta el año de 1918 que se instituyó oficialmente para la celebración y homenaje a todos los maestros.

Pero con el pasar de los años, se han ido olvidando aquellas costumbres bonitas en el cual los alumnos le regalaban la famosa manzana para el maestro sobre su escritorio, pero ahora la fruta del conocimiento ha sido intercambiada por bromas como el poner en su asiento alguna tachuela. También faltándoles el respeto con apodos; decayendo la imagen que se tenía años atrás como el mentor que todo lo sabía y que algún día muchos alumnos soñaban con ser maestro.

Cada vez son pocos los maestros dignos de celebrar conservando intacto su esencia como docente, y el amor por querer enseñar aquellas almas inquietas que lo único que buscan es tener un poquito de interés por aprender algo nuevo de una manera un poco más creativa y divertida.

Siendo muy frecuente escuchar a los maestros entre ellos que ahora los niños no son los mismos de antes, pues en otras épocas se decía lo mismo, pero solamente hay una cruda realidad; la mayoría de ellos se ocultan detrás de un pizarrón perdiendo el espíritu de transmitir valores y conocimiento, porque nada más lo hacen por el arte de percibir un sueldo.

Sus quejas suenan a más justificaciones que soluciones donde se cansan de decir que por más fuerte que sea el intento por tratar de enseñar a los pequeños, estos no tienen el interés, ni quieren aprender haciendo una metáfora en la que dicen “yo puedo meter a los caballos al lago a tomar agua, e incluso los puedo meter al lago, pero si ellos no tienen sed, simplemente no lo van hacer”.

Quienes piensan así, les podría responder, son ustedes los catedráticos que tienen la habilidad de hacer correr a los caballos para que tengan suficiente sed y ellos solos se acerquen a la orilla del agua para saciar su sed.

Hay necesidad de hacer conciencia revalorando la manera de festejar el Día del Maestro, en donde también la participación de las autoridades intervenga haciendo homenaje en memoria de aquellos profesores destacados en cada localidad, no dejándolos en el olvido en los panteones donde ya nadie más que sus familiares se acuerdan de ellos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

Deja un comentario