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El sendero de los iluminados: La Mente Insatisfecha. 2 de 2

La realidad de la vida, está siempre enfrente de nosotros, al vivir la vida a través de los filtros de la mente egoica, siempre estamos soñando con “algo” mejor. Buscar una idea de “algo”, ésta en sí ya trae consigo otras ideas preconcebidas sobre cómo se tiene que ver este “algo”: qué y cómo debe ser, cómo debe sentirse, etc.

Entonces, en sí mismo la idea o concepto a seguir ya ha sido limitado a nuestra idea de cómo según tiene que ser. Cuando buscamos a Dios, la Felicidad o el Amor, tenemos ideas preconcebidas de cómo se tendría que ver eso también.

Al buscar dentro de los límites de nuestra propia mente, los objetos a buscar estarán dentro de los límites de la mente que los busca, uno sólo ve lo que puede ver en relación a lo que conoce, la inconsciencia (vivir desde y en la mente) nos mantiene ciegos a la Verdad.

La vida cómo la vivimos, a través de conceptos, ideas, análisis, juicios e interpretaciones, hacen que no experimentemos frescura, novedad, inocencia, expansión, pasión, ni conciencia de la unión evidente de todas las cosas.

Al no saber que el propósito de nuestra existencia es despertar a nuestra naturaleza consciente y libre, viviremos sin sentido, sin rumbo, sin camino, sin dirección, nadando en aguas profundas, ciegos y sin tierra donde poder pisar.

Nada de lo que busquemos fuera de nosotros nos dará la experiencia de lo que dentro de uno se encuentra. El ruido mental nubla la conciencia interna, la claridad de la vida y la naturaleza divina del mundo.

Si por un instante el ruido mental y la neblina inconsciente desaparecieran, si tu mente se detuviera por completo y estuviera quieta, ¿qué descubrirías?, ¿qué hay en esa experiencia donde el pensamiento ha cesado?, ¿qué hay en la ausencia del pensar y del parloteo interno? Probablemente por primera vez te mirarías al espejo de la vida y reconocerías tu naturaleza divina, real y total.

Un Ser libre, un Ser de amor, un Ser completo y con potencial incalculable, no hay desgracia más profunda que no saber quién es uno y cuál es la relación de uno mismo con todo lo demás.

Inconscientemente estamos haciendo todo lo posible por no conquistar nuestra mente dispersa y distraída. Parémonos fijos en este instante en el tiempo y descubriremos el mayor sentido de todos, la libertad soñada de nuestro propio Ser.

Toma distancia de los pensamientos, nota que eres algo más que la mente, los pensamientos o las ideas y descubre al Observador en medio de toda experiencia.

Por AMEP1111

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