El sendero de los iluminados

El sendero de los iluminados: Observando El Mundo

En alguna ocasión habremos escuchado que todos tenemos lo que merecemos, es un dicho o un proverbio antiguo, que más da si no siempre es así.

Hay quienes merecen todo y hay quién no merece nada, ¿quién decide ésto? ¿Dios, la vida, el universo o uno mismo?

Existe quien sigue las reglas, las normas, la ley, la moral, los mandamientos de Dios y creen poseer la verdad, consideran estar en lo correcto, viven una vida condicionada por la sociedad creyendo ser ellos mismos cuando solo son esclavos y prisioneros de creencias impuestas y sólo por el hecho de no pensar, de no abrir la mente a nuevas posibilidades por miedo al castigo divino o a una ley imparcial.

La ley no existe, no al menos para los poderosos que se ocultan en las sombras o para quién impone estas leyes, la ley y la moral es lo único que nos difiere de los animales como sociedad.

El mundo necesita humanistas, sin indiferencia a su entorno o semejantes, el hecho de que algo no afecte directamente no significa que no te arrastrara.

La carencia de compasión, la falta de equidad cómo el ser demasiado bondadoso solo guía al abusó, a la sagasidad del malvado.

No hace mal tener, no es dañino querer, no te pierde el aspirar a propósitos, metas y objetivos, pero sí el ser codicioso, la ambición ciega el corazón.

Lucha, pelea, persiste por lo que sueñas y anhelas pero no pisotees a los demás.

Obtener el primer lugar no te hace más importante, pero quizás más dedicado, siempre con humildad mantener presente que sin los que participaron no podrías obtener el reconocimiento de ser dedicado, más no el mejor.

La oscuridad no carece de luz, ni es negra o maligna, cómo la luz tampoco siempre es paz o bienestar.

No te guies por lo correcto, anda por un camino verdadero.

Por AMEP 1111

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