EL SUFRIR DELA TECNOLOGÍA

Nuestro país tiene una extraordinaria y vasta variedad ecosistema. Es tan variante y extremista en su clima contando con  una diversidad de opciones para vacacionar en su último estirón de año.

Por un lado, tenemos a los regios que buscan lugares más cálidos estando muy de modala Riviera Mayay para quienes viven al sur del país están buscando un clima en donde se sienta la época decembrina y hay quienes piensan que con la llegada de la nevada enla Sierrade Arteaga, se cumple con ese requisito.

Es por eso que en Coahuila se espera la llegada de unos 800 mil turistas dejando una importante derrama económica, estimándose conservadoramente  cerca de los mil millones de pesos, haciendo de la navidad más duradera para nuestra entidad, sin embargo, los que también se quedaron para seguir haciendo su navidad, año nuevo y día de reyes son los defraudadores de tarjeta.

Se han registrado según los bancos de Saltillo, Torreón y Piedras Negras, un incremento considerable a partir de las fechas decembrinas al día de hoy un aumento preocupante para la banca sobre la clonación de las tarjetas de crédito.

Sin importar la bandera de la institución bancaria han sido miles de coahuilenses y turistas los defraudados por éste grupo de criminales de la tecnología bancaria que cada vez está tomando más fuerza que sin importar el tipo de establecimiento logran penetrarse entre los empleados o sustitución de terminales para cometer sus fechorías.

Es muy cierto que la tecnología ha brindado muchas comodidades al ser humano pero a su vez está pagando muy caro la factura por el avance y progreso que se tiene cada día por tener más cercas los avances y creaciones de la ciencia de sistemas más modernos, pues ahora ya se puede tener acceso a la banca desde una unidad móvil sin importar la compañía celular.

La delincuencia organizada, ladrones o bandas de la tecnología, van creciendo y recurren más a esta forma de vida ilícita, pues en tan pocos minutos pueden hacer crecer sus inversiones de una manera fácil y sin exponerse a un enfrentamiento de fuego, pero sobretodo en anonimato.

El mayor problema no es tanto para las instituciones bancarias sino para los tarjetahabientes, porque en ocasiones no se percatan con tiempo que su tarjeta fue clonada en algún centro comercial, restaurante, llegando hasta a los centros de salud particulares como también a farmacias mientras que el consumidor no se percata hasta que el plástico es agotado al llegar a su límite de crédito.

Ahí es cuando comienza los dolores de cabeza, pues los bancos no quieren reconocer dichas compras que fueron hechas de manera ilícitas, y por lo pronto se tiene la obligatoriedad de tener que pagar, para después llenar una hojita con tus datos para someterse a revisión o en su defecto la necesidad de recurrir a CONDUSEF, pero eso tomará días, semanas, y meses en resolver o de lo contrario verse a la necesidad de estar capoteando el departamento de cobranza de estas instituciones bancarias en caso de no pagar.

Por cierto, es muy conocido su métodos de cobranza antiprofesional y fuera de todo lo que marca la ley, pues en su mayoría dichas carteras vencidas son vendidas a “bufetes jurídicos”, que aplican el dicho popular “lo perdido lo recuperado”, motivo por el cuál  utilizan la intimidación como arma y forma de pago saliéndose con la suya en la mayoría de sus casos.

Hay quienes piensan que éste tipo de bandas criminales clonadoras de tarjetas están de acuerdo con algunos funcionarios de instituciones bancarias y seudo bufetes jurídicos para enriquecerse ilícitamente a través de un fraude de manera silenciosa para no ser detectados.

Pero también hay tarjetahabientes que consideran que es parte de una gran mercadotecnia que existe entre los bancos para poder vender otros productos conocidos como las famosas tarjetas de créditos blindadas contra cualquier tipo de clonación o mal uso dónde con una simple llamada telefónica es condonado cualquier consumo no reconocido y no solamente eso sino también dichos plásticos blindados son monitoreados detectando inmediatamente cualquier consumo fuera de lo normal de cliente, bloqueándolo o llamando para confirmar el reconocimiento de dicha compra.

El único problema de éstas tarjetas blindadas es que su costo de su anualidad es muy alto; tampoco es un producto que se encuentre al alcance de cualquier cliente sino que se tiene que comprobar ingresos altos; en pocas palabras su mercado son para unos cuantos mientras que los demás seguirán sufriendo el precio de la tecnología. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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