Es corrupta y “pasalona”

El social security, es un sistema de retiro en los EU, que desde los años treinta fue motivada en gran medida después de los acontecimientos de la Gran Depresión que vivieron los estadounidenses sin trabajo y el retiro de muchas personas de la tercera edad quedando en un estado de pobreza convirtiéndose en un nuevo sector de la sociedad con vulnerabilidad. Su creación al igual que el de país se financió con impuestos de la nómina.

El Medicare también es un programa estadounidense de seguro de salud para las personas mayores de 65 años de edad, y gente que tiene una incapacidad, como un problema renal o una enfermedad conocida Lou Gehrig, consistiendo en un padecimiento neuromuscular que afecta las células nerviosas o sean las motoneuronas que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria.

Este programa de salud ayuda con los gastos de cuidado de salud, cubriendo todos los gastos médicos, siendo financiado de igual manera sostenido por los impuestos de la nómina de los trabajadores.

Al igual que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), son financiadas con el impuesto de todos los trabajadores con la diferencia que el de nosotros es demasiado paternalista, corrupto, y “pasalona.”

En varias ocasiones se trató de hacer algún convenio con EU, pero nada más fueron puras llamaradas de “petate” porque nunca se ha visto tal beneficio quedando meramente en el escritorio o en un papel firmado quedando en el olvido.

Uno de los economistas más reconocido estadounidense, Ben Bernanke, hace tiempo ya había anunciado el futuro como si fuese el mismísimo Nostradamus, sobre la posibilidad de la quiebra del Seguro Social y el Medicare, en el caso de no adoptarse reformas urgentes estructurales.

Todas estas instituciones de salud mencionadas al igual que otras existentes alrededor del mundo tienen el mismo pronóstico y fatalidades de posible quiebre.

En el caso de nuestro país tenemos ya hace más de diez años que se ha venido diciendo lo mismo con diferentes voceros, unos especializados como los economistas, otros mismas autoridades del IMSS, y otras como hechas durante la administración pasada de Felipe Calderón y el actual gobierno federal con Enrique Peña Nieto.

Declaraciones infundadas de estar bajo presión y la consecuente de revisión estructural para garantizar su sostenibilidad financiera es la falacia de la retórica para infundir la preocupación entre los derecho habientes.

Muy a pesar de los robos de medicamentos o camiones con cargamentos de las mismas salen llenos, pero cuando llegan a su último centro de salud los camiones parecen haber sido saqueados, es decir, siempre con faltantes. También la desaparición de equipos quirúrgicos que a la mera hora nadie sabe dónde quedó como si fuera tan fácil de esconder por sus dimensiones nunca son revelados ante la vista pública o mucho menos denunciarlas ante el Ministerio Público; guardándose la información en el departamento jurídico de la misma institución de salud para hacerse todo mundo de la vista gorda, aplicando literalmente “la ropa sucia se lava en casa”, pero un sin número de equipos nuevos regados, mal resguardados y perdidos que desaparecen misteriosamente quedan guardados sus secretos entre los muros del IMSS.

No olvidemos tampoco los bailongos que hacen los sindicalizados para desaparecer o terminar los problemas para que los trabajadores no rajen sobre todas las anomalías que existen dentro del instituto, sirven también para hacerse los ciegos de aquellos que también se cuelgan de la nómina del IMSS, siendo la grilla, el chisme y la represión laboral para la inconformidad de los trabajadores oprimidos.

Todos los que están adentro del IMSS, es decir, los trabajadores de ese instituto de salud se quejan amargamente de los derechos habientes. Sus argumentos son a la inversa en donde consideran que los asegurados son los que se están acabando con el instituto.

A todos esos trabajadores se les olvidan las historias que hay dentro del mismo instituto sufriendo de amnesia en donde no todos los millones de mexicanos que están inscritos hacen uso de las instalaciones porque quienes tienen el poder adquisitivo para pagar un particular se atienden fuera del IMSS, al igual que las operaciones quirúrgicas que en ocasiones son pagadas por seguros de gastos médicos mayor o en su defecto prefieren atenderse con doctores particulares.

Esta situación evidentemente les ahorra gastos dentro de sus clínicas y hospitales, habiendo también quienes nunca han pisado las instalaciones del Seguro Social por azares del destino, pero tampoco han dejado de pagar las cuotas de las prestaciones a que tiene derecho.

Pero para todos aquellos que culpan a los asegurados en lugar de apuntar hacia afuera deberían de apuntar dentro de su casa exigiendo que sean transparentes todos sus procesos administrativos comenzando por los estados financieros para ver los desfases que tienen desde el inicio de cinco años en adelante porque seguramente si se les pide de años atrás sacudiría la tumba de muchas viudas que cobran la pensión de sus maridos por los abusos cometidos y mal calculadas sus cotizaciones para dejarle un cachito dentro del IMSS.

Quién se podría imaginar millones de mexicanos sin Seguro Social, cada quien pagando sus propias enfermedades y de sus familiares directos. Cómo le harían para pagar una operación y que a causa de ella fuera un impedimento para seguir laborando. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

Deja un comentario