Francia emprende rumbo conocido

La Habana, 13 may (PL)El joven político Emmanuel Macron resultó electo presidente de Francia en unos comicios que suscitaron una amplia expectativa en Europa y el mundo, pues más allá de la cuestión nacional, estaba en juego la proyección regional y mundial de esta nación europea.
Con el enfrentamiento entre el centrista-liberal y la ultraderechista Marine Le Pen, los galos debieron elegir por primera vez entre dos propuestas de gobierno realmente diferentes, casi antagónicas en muchos aspectos.
La líder del Frente Nacional significaba, al menos en teoría, cambios notables en política nacional y sobre todo en el ámbito internacional: salida del euro y de la Unión Europea, retirada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, repliegue en la participación de Francia en misiones militares en otros continentes, acercamiento con Rusia, entre otras cuestiones similares.
Frente a estos planteamientos, muchos en el mundo contuvieron el aliento a la espera del resultado electoral del 7 mayo, y finalmente volvieron a respirar con la victoria de Macron, cuyas proyecciones se inscriben a grandes rasgos dentro de la línea seguida por París en los últimos años, más allá del signo político del gobierno.
El próximo presidente de Francia, de 39 años, se declara como un europeísta convencido, dispuesto a hacer todos los esfuerzos necesarios para defender y reimpulsar el proyecto de integración regional, que se encuentra en plena crisis con la salida del Reino Unido.
Como parte del fortalecimiento de la Unión, Macron estimó necesario consolidar los lazos entre «Europa y los pueblos que la forman, Europa y sus ciudadanos», según las palabras pronunciadas justo al conocerse su victoria electoral.
Un día después de su triunfo, se divulgó además que el primer desplazamiento al exterior del nuevo mandatario será Berlín, para encontrarse con la canciller federal germana, Angela Merkel.
Además de mostrar su posicionamiento en una Europa casi dominada por Alemania -como lo denuncian algunos políticos, intelectuales y especialistas-, el gesto hace evidente la continuidad: sus predecesores también viajaron a Berlín inmediatamente después de la victoria: el conservador Nicolás Sarkozy en 2007 y el socialista François Hollande en 2012.
A nivel internacional, Macron envió «el saludo fraterno de Francia a todas las naciones del mundo», para luego referirse a prioridades como promover el equilibrio entre las potencias y respetar los compromisos en materia de desarrollo y lucha contra el cambio climático.
No obstante, el énfasis lo puso en el tema de contribuir a la paz y mantener el combate contra terrorismo, lo cual permite vislumbrar la permanencia de Francia en misiones como la coalición internacional contra el Estado Islámico, liderada por Estados Unidos.
En este sentido, sus pronunciamientos también apuntan hacia el mantenimiento de la relación estrecha con Washington, así como de la tensión en los nexos con Moscú.
Tras la victoria electoral de Macron, el presidente ruso Vladimir Putin lo felicitó e instó a superar la desconfianza que enfrió los lazos en los últimos años, al declararse dispuesto a trabajar de manera conjunta y constructiva en asuntos bilaterales, regionales y globales. Por el momento, desde París no ha habido declaraciones.(Tomado de Semanario Orbe)

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