“HÉCTOR TERRONES: DISEÑO, MODA Y SOFISTICACIÓN… EL SER HUMANO, TRAS DEL ESPEJO”

En el año de 1999, se estrenaba en Colombia, una telenovela que marcaría el rumbo de los “tele-dramas”, a nivel internacional, sin duda, la historia del escritor Fernando Gaitán, dejaría en la memoria colectiva, una idea fantástico- romántica, de la “fealdad humana”, de “las clases sociales” y obviamente de “la belleza”; todos los personajes que participaban dentro de éste culebrón, se volvieron entrañables para los televidentes, quienes seguían minuto a minuto, todas las andanzas y vivencias de la protagonista, Beatriz Pinzón Solano, mujer “poco agraciada” físicamente, quien era el personaje principal de “yo soy Betty, la fea”; de inmediato, el público quedó atrapado, por la sobrecarga emotiva y sentimental de éste personaje y se dejó llevar por dicha historia.

Pero dentro de los antagonistas de la serie, existe uno en particular, que curiosamente odia en estricto sentido, todo aquello, personas, cosas u objetos, que ante sus ojos, no son hermosos, no son bellos y que no proyectan una imagen o un sentido del “buen gusto”, me refiero al diseñador “Hugo Lombardi”, quien en todo momento, de manera reiterada, hace patente, que la belleza, el estilo y la elegancia, son los ingredientes fundamentales, en sus creaciones de ropa, en sus “diseños de moda”, pero también en su vida personal; generando así, en el imaginario, un “prototipo” ¿y por qué no?, un “estereotipo”, de lo que un diseñador debe ser. Pues en todo momento su forma de vestir “al último grito de la moda masculina” y las actitudes “elitistas” que manifiesta, proyectan a un ser humano ególatra, con amplio sentido de la moda, la elegancia y el estilo, que no perdona de forma alguna, que las demás personas desconozcan o ignoren el significado de distinción, sofisticación y refinamiento.

Dejando así, en la “memoria colectiva”, una línea y un perfil, extremadamente definidos, de lo que un artista del diseño debe ser, si se mofa de ello. ¿Pero en “la vida real”, todos los diseñadores deben ser así?, ¿nunca se despeinan o nunca utilizan sandalias y pantalones cortos, ni siquiera en domingo?, ¿es acaso que la frivolidad es el “alimento” único, constante y permanente de todos ellos? o ¿simplemente este personaje de “Hugo Lombardi”, es una “caricatura o parodia” de lo que es un verdadero diseñador?

Para salir de dudas, visitamos a un real diseñador mexicano, ampliamente reconocido en muchas partes del mundo, con una trayectoria sólida, de aproximadamente 27 años de carrera, multi-premiado y verdaderamente destacado, nos referimos a Héctor Terrones, quien además de permitirnos conocer sus diseños, su historia de vida, su espacio de trabajo y su casa misma; nos dio la oportunidad de conocer al ser humano que hay detrás, de la imagen pública y de la firma “Héctor Terrones”.

Al iniciar la charla con él, observamos a un hombre corpulento, de una estatura aproximada de casi 2 metros, con una actitud cordial, pero con una presencia fuerte, con un comportamiento amistoso, pero imperativo; a quien el sentido del orden y la limpieza, le es de vital importancia, para mantener un sano equilibrio en su desarrollo profesional y personal.

Terrones se define como una persona “normal”, proveniente de una familia muy trabajadora y más que funcional, siendo él, el tercer hermano de cuatro que son en total, quien a los veinte años de edad, decide dejar el negocio familiar, para entrar a la Universidad Jannette Klein, pero por cuestiones familiares y de su propia orientación sexual, no encuentra el apoyo esperado por parte de su familia, para que él inicie una nueva etapa; pero al final, aceptan su decisión de irse de casa, para comenzar una historia personal y profesional, que hasta el día de hoy, ha dado innumerables frutos y éxitos, como el brillante diseñador mexicano que es.

Teniendo apenas seis meses dentro de la Universidad, comenzó su vida profesional, llegando a ser coordinador del Departamento de Diseño de Licencias de Halston y Guy Laroche, en México, por allá del año 1989, por obvias razones, no existía un sistema de comunicación mercadológica tan amplia como lo hay en la actualidad y él, a través de revistas, se informaba de las tendencias internacionales, permitiéndole aportar propuestas, no concordantes con la información que le hacían llegar de París, Francia, pero generándole un muy buen desempeño laboral; cuándo nos platica todo esto, sus ojos se ponen brillantes y con una actitud de añoranza, continúa con la charla, comentando que en dicha empresa, laboró por cuatro años y a la par, concluyó sus estudios universitarios; para agregar que, a Jannette Klein, le vive profundamente agradecido, ya que ella lo impulsó, brindándole el apoyo necesario, para que él continuara con sus estudios, becándolo, para poder concluir su carrera, volviéndose incluso, aún en la actualidad, promotor de la Universidad de donde él surgió.

Para Terrones, la palabra estudio, es fundamental, para que la gente pueda desarrollarse adecuadamente y de manera integral, considera que el mundo de la moda, no es la excepción en éste sentido, ya que en sus propias palabras, “después de la alimentación, el ser humano se preocupa por el vestir”, como un acto histórico, reiterado, continuo y cotidiano, de toda la humanidad y su existencia. Por ello, “de la manera en que te vistes, es de la manera que eres”, sin duda para él, el estilo de ropa que la gente utiliza, es su carta de presentación, es la imagen que la persona proyecta ante el mundo, en todas las situaciones y lugares en los que se tenga presencia, por eso es de suma importancia cuidarla, pues agrega, “a todo ello se le llama moda”.

Sin duda, reconoce que el mundo de la moda, es un sector altamente complejo y sofisticado, pues asegura que dedicarte a ello, requiere de estudio, conocimiento y talento, pues al final de todo, es arte; donde él tiene únicamente 27 años de vida laboral. El gusto por la Arquitectura, los héroes y heroínas, le permiten crear diseños únicos, innovadores y por demás sobresalientes, le agradaría dar clases de historia de la moda, se siente contundentemente identificado con la época del renacimiento, de la tridimensionalidad, de la admiración por el cuerpo humano como tal. Esto indiscutiblemente, nos habla de un hombre por demás preparado, que conoce el sentido del vestir, del glamour, de las bases histórico-sociales, que generan la existencia de la moda y el diseño, en diferentes épocas y latitudes. La mitología en su contexto general, junto con la historia de Francia y las raíces que dan identidad a nuestro país, a nuestra mexicanidad, a nuestra idiosincrasia, son los “alfileres”, que le dan el sentido de la moda de manera muy peculiar a los diseños de Héctor Terrones.

Pero además, se describe como un hombre cosmopolita, que no todo el tiempo necesita aposentarse en lo personal, dentro de la sofisticación, aunque ésta la plasma perfectamente en sus creaciones, en su trabajo, en el arte que él genera, que él produce, que él diseña; de un modo muy simpático, nos plantea que “uno es humano, uno es mortal”, entonces por ello, cuando él se encuentra en una pasarela mostrando una de sus colecciones, su forma de vestir en ese momento, es mimetizándose con sus creaciones y proyectando una imagen Ad hoc, a lo que se encuentra presentando y haciendo gala de lo que es moda; pero en un día común, por el contrario, sin perder el buen gusto, se permite andar en bermudas, sandalias y playeras “polo”, sin mayor conflicto y sin mayor complicación, dejándonos ver perfectamente, que en lo profesional, es “un viejo lobo de mar”, con amplio conocimiento de lo que es arte y de lo que es moda, pero en lo personal, simplemente es un ser humano, que disfruta de su casa, de sus mascotas, de su “mundo íntimo”.

Él, siendo parte del colectivo LGBTTTI, ha superado prejuicios, falsos estigmas y conflictos sociales, mostrándose como el gran artista que es, sobre ese tenor, hace una pequeña broma diciendo “en estos momentos estoy soltero y estoy haciendo publicidad”, para de un modo más serio, indicar que lo verdaderamente importante, es mostrar al mundo la capacidad profesional, laboral y artística, que como diseñador tiene para ofrecer; ya que el terreno privado, debe quedarse ahí, con el mismo derecho que cualquier persona tiene a su intimidad, no le preocupa “el qué dirán”, lo que verdaderamente le ocupa, es mantener la calidad que hasta el día de hoy, ha logrado como diseñador; mantener esa trayectoria sólida y estable que como profesional de la moda tiene, para seguir manteniéndose en el gusto internacional de la gente.

Sin duda, éste personaje, da “mucha tela de donde cortar” en lo profesional; pero en lo personal, es un ser humano cálido, amigable, ubicado, con mucho carisma y simpatía, que sabe perfectamente donde está parado, sabe quién es y hacia dónde va, de signo zodiacal escorpión y con una personalidad muy intensa de “caballo de fuego”, amante de su trabajo, consentidor de sus mascotas, aficionado a la cocina y al buen comer, buen conversador y gran anfitrión, son algunos de los calificativos, que encuadran a un ser humano simplemente excepcional y a un gran diseñador ampliamente reconocido en México y en el mundo, con una visión artística inigualable. Simplemente, podemos definir moda, estilo y sofisticación, en dos palabras que encuadran todo esto a la perfección: Héctor Terrones.

*Para saber más sobre Héctor Terrones, visita: https://www.facebook.com/hectorterronesoficial y https://twitter.com/TERRONESmoda

*Fotografías de Colección “Histórica”, por Iván Aguirre, Fotografías de Lupita Jones por Jhonny Lopera, Make Up de Eduardo Gasset, Estilismo de Jhonny Lopera.

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