Guillermo Robles Ramírez

Igual que el clima de enero

Por Guillermo Robles Ramírez

Desde un poquito antes de que tomara posesión como Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se habló mucho de temas importantes los cuales no se habían definido, aunque a la fecha siguen muchos por definirse.

Indudablemente el tema sobre el papel del Ejército Mexicano y la Marina en función al combate al narcotráfico, fue uno de los que generó mucha preocupación, no solo para la sociedad sino también para algunos gobernadores del país.

Opiniones divididas entre los mexicanos. Por una parte, un grupo de ciudadanos consideraba que no eran funciones que debería estar haciendo la Guardia Nacional. Otro grupo considera que desde la presencia de ellos se ha logrado la pacificación dentro de las ciudades, sin embargo, cuando eran movidos a otra entidad federativa para pacificar cierta región la sensación o al menos la percepción de la población es que volvían los “chicos malos”.

Cierto o no, un tema muy complicado ya que ante la presencia de la Guardia Nacional hay que reconocer que los elementos policiacos, así como estatales de las entidades federativas, empezaron a echar flojera descuidando no solo algo que en su momento era obligación por parte de ellos en impedir no solamente el narcomenudeo, sino también el robo en casa domicilio, negocios y asaltos a millones de ciudadanos.

El negocio ilícito del narcomenudeo resulta uno de los más difíciles de incautar puesto que su manera de operar tiene diferentes variantes, siendo el que se lleva a domicilio uno de los más difíciles de detectar por su misma naturaleza de no permanecer fijo, sino en constante movimiento.

Mientras algunas autoridades del país, principalmente gobernadores se quejaban, a diferencia del estado de Coahuila de Zaragoza, el Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, se puso a trabajar en la logística con las autoridades de seguridad estatal para mantener su palabra a los coahuilenses en que no daría marcha atrás el combate a este delito en específico.

Sin ponerse a lloriquear como lo han hecho muchos de sus homólogos, le ha dado solución pues desde que inicio el año 2019, se ha publicado diariamente la captura de no menos de seis personas con posesión de narcóticos en las que claramente se publican con fotografías de los implicados en sus 38 cabeceras municipales.

Un trabajo que al menos se ha visto su incremento notable de la captura de personas que están tratando de envenenar a miles de jóvenes coahuilenses limpiando no solamente las ciudades, sino evidentemente al estado de Coahuila de Zaragoza.

Se ha visto un trabajo mucho más notable, y aclarando de no desprestigiar la dura labor de nuestras Fuerzas Armadas, pero sí hay que reconocer que mucho más eficaz y con resultados de no llegar con las manos vacías ningún día y dejándolo con palabras o discursos que se lo lleva el viento, porque en esta ocasión las palabras del Ing. Miguel Ángel Riquelme Solís, ha tenido un gran peso con el cumplimiento con hechos.

Un llamado para las autoridades locales, es decir, aquellos alcaldes que no se han puesto las pilas para que ordenen sus filas de Seguridad Pública y así también como una desempolvada para que hagan sus labores que dejaron de hacer ante la presencia en el pasado del Ejercito Mexicano y La Marina que confundiendo sus labores dejaron que los delitos de fuero común se incrementaran, aunque para ser honestos en la capital de Coahuila ese problema le dio solución el joven alcalde Manolo Jiménez Salinas, mientras los demás están todavía igual que este duro clima de enero, es decir, congelados en acciones y resultados.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org