Invictus Nelson Mandela cumple 95 años

Pretoria, 15 jul (PL) Invictus Nelson Mandela cumple 95 años el próximo jueves y como en la película de su vida real, Sudáfrica se prepara para celebrar otro gran acontecimiento en la trayectoria de uno de los líderes políticos más queridos del mundo.
El invierno austral lanza sus brisas gélidas en las alturas del Union Building, el Palacio Presidencial, pero es a cierta distancia donde se encuentra hospitalizado Mandela desde el pasado 8 de junio a consecuencia de una infección pulmonar recurrente.
Desde entonces, las noticias de la nación arco iris comienzan y terminan alrededor de Madiba o Tata, como llaman afectuosamente al hombre que pasó 27 años en la cárcel en lucha tenaz contra el apartheid.
Para el recién llegado el paso por el Union Building resulta una impresión bastante fuerte. De alguna forma la memoria retoza con Matt Damon (François Pienar) camino al encuentro con Morgan Freeman (Mandela) en el inicio de Invictus.
Luego, la hermosa urbe de trazos ordenados y policroma vegetación concentra aglomeraciones básicamente en un punto: el Medi-Clinic Heart Hospital, donde Mandela, según las últimas informaciones, parece mostrar signos alentadores de recuperación.
En estado crítico pero estable, una frase que no ha cambiado mucho en las últimas semanas, el Premio Nobel de la Paz recibe cientos de miles de mensajes y apoyo tanto de la comunidad nacional como del exterior.
Niños que padecen de cáncer, agrupados en una organización humanitaria, se reunieron frente al centro médico para hacer con tortas de merengue un dibujo con el rostro de Mandela, a la vez que adelantaban las felicitaciones por su 95 cumpleaños.
También, un partido de fútbol en homenaje a Madiba tuvo un resultado sorprendente, con triunfo del Supersport United de Sudáfrica en el estadio Loftus Versfeld de Pretoria sobre el Manchester City de Inglaterra 2-0.
En Tshwane, como los nativos llaman a la capital administrativa del país, Mandela se enfrenta a problemas pulmonares que arrastra desde que estuvo encarcelado en Robben Island, cerca de Ciudad del Cabo, donde fue liberado en 1990.
Tal vez como nunca, hace cierta su frase favorita del poema Invictus de William Ernest Henley: I am the master of my fate, I am the captain of my soul (soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma).

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