Juan Formell: la entrevista que nunca fue

La Habana, 2 may (PL) Juan Formell era un músico mediático, de los que se roban el show inevitablemente y aun sin proponérselo: le bastaban solo un bajo y una orquesta, Los Van Van.
Pero el maquinista de la música cubana dejó su tren y todavía hay quien no lo cree: murió Formell, el novio eterno de Marilú y La Sandunguera, el creador de Los Beatles cubanos.
Clásicas y populares, las canciones de Los Van Van han sido por más de 40 años la banda sonora de muchas películas cotidianas en esta isla y una conexión entre veteranos y noveles bailadores.
Para entender la timba cubana, hay que bailar con Formell, tratar de seguir sus «tumbaos» acelerados y sus canciones interminables que sofocan a las parejas, pero las dejan felices hasta el cansancio.
«Mi vida ha estado enteramente consagrada a la música y solo cobra sentido cuando la gente la hace suya y la disfruta», dijo el compositor al recibir en noviembre de 2013 el Premio Especial a la Excelencia Musical de los Grammy Latino.
Con 27 años, lo apostó todo a su orquesta y se propuso revolucionar el escenario bailable del país con un nuevo proyecto que mezclaba ritmos tradicionales cubanos con sonoridades del pop, el beat, el rithym and blues y hasta un poco de rock.
De su dueto con José Luis Quintana (Changuito) nació el songo, ritmo fiel a los recursos expresivos del son, y luego junto a César «Puppy» Pedroso, publicó piezas icónicas de su orquesta como Seis semanas.
Al igual que otros grandes de la música cubana, Puppy lo venera como un maestro, de hecho, confesó a Prensa Latina que una de las decisiones más difíciles de su vida fue decirle a Formell: «no voy a seguir en el grupo».
Los Van Van son una escuela y una familia para mí, «con mi amigo Juan aprendí muchísimo, fue mi guía musical, incluso me transmitió un poco de su paciencia y su sentido del compañerismo».
Aquí queda Samuel, «el hijo de él», dispuesto a continuar lo que empezó su padre cuando a finales de 1969 formó Los Van Van.
Habanero hasta la médula, Juan Formell nació un 2 de agosto de 1942 en su ciudad querida y también murió en ella a los 71 años, con una veintena de discos propios, merecedor del Premio Nacional de Música 2003, dos Grammy y varios Cubadiscos.
Se fue la víspera y nunca dejó claro en ninguna entrevista ¿Qué es lo que tiene Van Van que sigue ahí? como reza una de sus letras. Por supuesto, a la crítica especializada le hubiese encantado saberlo y obtener una explicación pormenorizada, con teorizaciones incluidas.
Pero los vanvaneros de todo el mundo lo saben y lloran: dicen los más consagrados que Los Van Van se disfrutan con todas las de la ley cuando tocan en vivo, con Formell al bajo y el ritmo a sus pies.

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