La apatía de actuar

Triste pero cierto que en nuestra entidad 9 de cada 10 menores de edad se encuentran en una situación laboral prohibidas por la Ley Federal del Trabajo, constitucionalmente e organismos internacionales.

Esto registrado ante el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, también conocido como el INEGI, en donde de acuerdo a sus estudios de campo, Coahuila tiene contabilizado a 37,804 menores de edad entre los 5 y 17 años, que trabajan en diferentes sectores.

Solo por mencionar el indicador de más alto es el área de servicios con un porcentaje ocupacional de 36.1%, siguiendo con un 25.7% en el sector comercio, un 13.3% en la industria manufacturera, extractiva, electricidad gas y agua, un 13% en el área de la construcción, el 9.8% en el rubro agropecuario, mientras el resto no se pudo identificar su área laboral o al menos no fue revelado por esta misma institución.

Si estos datos les parece preocupantes, los siguientes seguramente serán escalofriantes. Son arriba de 12 millones de niños y niñas latinoamericanos y más de 160 millones en el resto del mundo que en lugar de levantarse para ir a estudiar, se despiertan para ir a trabajar.

Y aunque cada día 12 de junio se celebra el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, desde hace 16 años atrás la Organización Internacional del Trabajo, es decir, la OIT, declaró ese día con el solo propósito de exponer a luz pública el problema y abuso infantil laboral, así como promover iniciativas para resolver la situación.

Es una pena que sus acciones al día de hoy sean pocas, o casi nulas. Pero es mucho peor que el día de ayer se ha convertido solamente en puros indicadores para medir cómo va en incremento a un problema social a nivel mundial.

En una suposición se acordó que cada 12 de junio se tiene que fomentar la concientización sobre la problemática en coordinación con el gobierno, el sector patronal, sindicatos, sociedades civiles, medios de comunicación, entre otros funcionarios públicos, así como en las instituciones educativas y ayuntamientos iniciativas y acciones en lucha contra el trabajo infantil.

Por desgracia en la práctica esto no sucede, pues ni cada 12 de junio de cada año y ni tampoco durante los 365 días, no se ha logrado el impacto sobre erradicar el abuso infantil laboral o bien sobre los derechos de los niños.

La misma sociedad se ha acostumbrado a verlos en las calles en los principales cruceros de cada ciudad y cercano a una escuela siempre habrá niños y niñas pidiendo una ayuda o limpiando parabrisas, o bien, otros con la vendimia de dulces.

Otro tanto se encuentran regados en la ciudad en la salida de centros comerciales o plazas departamentales, pero ni la sociedad y ni las autoridades son para hacer nada al respecto sino todo lo contrario, es decir, la gente sigue dándoles monedas, aunque sea un peso, pero no les deja de dar.

Los organismos como la ONU, OIT, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, entre otros más solo se limitan a sacar puras estadísticas y recomendaciones para las autoridades mexicanas, pero no son para hacer ninguna acción y solo se limitan a criticar o señalar, pero sin propuesta de soluciones.

Es muy fácil convertirse en observadores internacionales señalando que es lo que está bien o que está mal, pero en teoría esos mismos organismos sí tienen facultades para poder intervenir puesto que tienen tratados internacionales que se tienen que respetar al igual como aquellos existentes como el de los Derechos Humanos, pero resulta ser tan desagradable la apatía de reaccionar ante los alarmantes indicadores quedándose con los brazos cruzados, en lugar de hacer cumplir esos tratados internacionales con intervención directa y no solo de estar informando. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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