LA COLUMNA DE INDEPENDENCIA, VIEJAS TECNICAS MEDICINALES

Entre los muchos problemas derivados del sistema económico mundial que padecemos destacan los relacionados con la alimentación y la salud.

Hace setenta años, precisamente en 1943, el entonces presidente de la República Manuel Ávila Camacho decretó la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social con antecedentes que podrían remontarse hasta 1531 con Vasco de Quiroga intentando establecer un plan de seguridad social para los indígenas, o al siglo XIX cuando el proceso de industrialización motivó la ley sobre accidentes del trabajo durante el gobierno de Porfirio Díaz.

Todos esos intentos fueron duramente combatidos por los grupos empresariales, hasta que la seguridad social toma forma en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos promulgada en 1917, protegiendo a los trabajadores contra invalidez y cesantía.

Actualmente, con las graves deficiencias que presentan los servicios médicos básicos del IMSS y del ISSTE, privatizados los fondos de pensiones, y considerando los altos precios de la medicina privada, se hace indispensable la búsqueda de alternativas al alcance de la población mayoritaria.

Una de ellas, y muy popularizada por cierto, es la milenaria técnica oriental conocida como acupuntura, que consiste en la inserción y manipulación de agujas en el cuerpo del paciente siguiendo la antigua filosofía que lo considera como un todo compuesto por los elementos madera, fuego, tierra, metal y agua, unidos por una energía vital llamada “chi” que fluye por meridianos o canales en los que se localizan puntos correspondientes a pulmones, intestino grueso, intestino delgado, bazo-páncreas, corazón, riñones, vejiga, sistema cardiovascular, vesícula biliar, hígado, y lo que ellos llaman vaso de la concepción, vaso gobernante y triple calentador.

En oposición a quienes desprecian tales métodos, en 2010 la UNESCO declaró la acupuntura y la moxibustión chinas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y muchas universidades como la Autónoma Metropolitana y el Politécnico Nacional de nuestro país, la han incluido en sus programas y ofrecen cursos de especialización y posgrados para médicos y profesionales afines.

Aunque la acupuntura es originaria de China, también se conocen algunas variantes tales como la japonesa y la coreana que actualmente se enseñan y practican en todo el mundo. En busca de información más detallada, este columnista entrevistó al prestigiado técnico acupunturista Jorge Agustín Páez en su consultorio de Frontera 199 en la colonia Roma, donde nos mostró los diversos materiales para tratar desde lumbalgias hasta migrañas y parálisis faciales mientras explicaba que la enfermedad es un desequilibrio que la estimulación acupuntural corrige.

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