Las otras caras del mexicano

El laberinto de la soledad, libro de Octavio Paz, es un esfuerzo por descubrir y describir la esencia del ser del mexicano.

Teniendo como referente a grandes pensadores como Samuel Ramos, Alfonso Reyes o Rodolfo Usigli, Paz concluye que el verdadero problema del mexicano es el de la identidad.

El mexicano, no sabe lo que es y frecuentemente adopta identidades que le son ajenas, padece, según palabras de Paz, el síndrome de Emma Bovary, la heroína de la novela de Gustavo Flaubert, una mujer casquivana que se hacía pasar por una dama.

Envuelto en ese caos, los mexicanos siguen proyectándose como lo que no son y ocultando su verdadero ser.

La desgracia en Tlahuelilpan Hidalgo, destapó algunas caras  de esa identidad oculta que a decir de muchos, es verdaderamente reprobable:

1.Los grupos y partidos de oposición, prestos como aves de rapiña, se lanzaron inmediatamente a responsabilizar al gobierno federal de la catástrofe, como si el evento hubiese sido producto de la negligencia o inacción del mismo, para evitarlo.

Según información que ha circulado en videos, los aproximadamente 25 militares que estuvieron presentes, trataron de convencer a la gente de no acercarse al sitio de la fuga, encontrando agresiones verbales y físicas.

La supuesta “inacción” se refiere estrictamente a la no intervención violenta por parte de esta corporación, que, en mucho, era superada en número por la turba y que de haberlos confrontado se hubiese generado una desgracia de otra índole.

El tubo del que emanaba el combustible, cómo se ha dado a conocer, fue descubierto y pinchado, no fue producto de una fractura o una fuga, producto de una irregularidad en el ducto.

2. Tan luego como se dió a conocer la desgracia, empezaron a circular en las redes, decenas de memes de mal gusto, a través de los cuales se satirizó el evento.

La burla soez, característica de las personas proclives a las conductas imprudentes se hicieron presentes en esta ola de publicaciones que por un momento, negaron lo que ha sido hasta el momento, una característica del mexicano: su empatía.

3. Azuzados por los grupos de oposición, los familiares de los muertos o heridos comenzaron a hacer manifiesta su exigencia de una indemnización millonaria, ignorando por completo que los dañados, se hicieron presentes para cometer un acto de rapiña.

4. El alcalde de Tlahuelilpan, Juan Pedro Cruz, señaló sin el menor rubor, que la segunda fuente de ingresos de los pobladores de Tlahuelilpan ha sido el robo de combustible, es decir que el  robo en la comunidad, es un hecho ya normalizado.

5. Es evidente que los afectados, no son los responsables de las millonarias cantidades que diariamente se sustraen de los ductos o de las mismas refinerías, sin embargo, el hecho de haber tomado o intentado tomar de manera ilegal, el combustible, por mínima que haya sido, no los deja de hacer infractores de la ley.

Las pretendidas justificaciones de que solo se acercaron a tomar poquito, rememora al ex alcalde de San Blas, Nayarit, quien, sin la menor vergüenza, al volver a candidatearse para la presidencia municipal, aseguró que en su trienio pasado si había robado, pero poquito.

Es un hecho que esta desgracia, pone a la sociedad ante un reto sustancial: la necesidad de asumir con responsabilidad cada uno de sus actos. Asumir con madurez el mea culpa, será un gran paso hacia una sociedad más responsable.