No te hagas pato

La falta de oportunidades en el sector laboral es principalmente para los profesionistas, ya que las ofrecidas por parte de las universidades son muy básicas o generales siguiendo modelos muy antiguos que ya no satisface las necesidades de empresas nacionales o mucho menos aquellas internacionales.

En especial las últimas porque aquellos puestos clave en donde la paga es mayor, no existen carreras que imparten esas profesiones. En los últimos años se ha dicho que la manera de sobrevivir para cualquier profesionista es seguir estudiando para conseguir posgrados.

Eso evidentemente resulta estudios muy caros, dejando un hueco en la demanda para quienes requieren cualquier titulación. Ya sea para instituciones privadas o públicas cuya demanda está rebasada, orillando que surjan nuevas instituciones educativas privadas.

El problema no es solamente para estudios básicos, media, preparatorias y profesionales, sino también los hay en la maternal siendo insuficientes aquellas instituciones gubernamentales que brindan el servicio de guarderías.

El descuido de las autoridades y falta de atención, en el rubro de la educación parece que nada más se acuerdan cuando alguna tragedia sucede, como lo fue en el 2009, en el incendio de la guardería de Hermosillo en donde se tuvo que lamentar pérdidas humanas.

Esas mismas malas condiciones de contingencias sucede con aquellas universidades “patitos”, que prevalecen en toda la república ofertando carreras que las universidades ni siquiera les interesa ofrecer a su población universitaria.

No hay autoridad que, en estos momentos, realice una búsqueda de este tipo de negocios ilícitos, porque posiblemente no son reflectores suficientes para posibles votantes, o lo que es peor para resaltar en los medios de comunicación.

Es necesario ajustar aquellas universidades privadas y públicas a las necesidades del país, y eliminar las universidades “patito”, que ambas de una u otra forma están haciendo negocio con la educación.

Esto también incluye a aquellas escuelas normalistas que tienen un alto grado de egresados que al final de sus estudios, existe una sobrepoblación de maestros que después no saben ni en donde acomodarse o simplemente para darles una oportunidad se les dé una o dos horas de clases para que tengan un sueldo y algo que comer.

De nada sirven las estadísticas sino saben cómo utilizarlas, porque resulta irónico que, en el portal oficial del empleo, tienen un listado de las diez mejores carreras pagadas en México, por mencionar entre las primeras tres las carreras como la física; medicina física y rehabilitación integral; e ingeniería naval y aeronáutica que superan los 17 mil pesos. Pero eso solo se refleja en estadísticas porque no existe una lista de cuáles son las universidades en donde se dan estas carreras.

Qué es lo que hace falta para que las autoridades reaccionen y hagan algo al respecto. Será necesario que continúe la fuga de profesionistas al extranjero para buscar mejores condiciones laborales, mientras que se llena nuestro país de puros obreros pasando a ser un país maquilador, en donde al poco tiempo sean sustituidos por la robótica como lo sucedido en Estados Unidos.

Las estadísticas de incremento de trabajo no vienen de manera justa, o bien pareja ya que quienes sufren más son los profesionistas que andan circulando en esta nueva ocupación de conductores de Uber, o bien dedicándose a otra cualquier cosa menos lo que estudio y le costó desveladas y que se dice sobre aquellos egresados que al finalizar se dan cuenta que su preparación no vale por haber salido de una escuela patito pero que al menos la intención de salir adelante no se quedó dormido. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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