Guillermo Robles Ramírez

No todo lo que brilla es oro

Por Guillermo Robles Ramírez

            En enero del año anterior CNN en Español, publicó un artículo sobre los mejores y peores salarios mínimos en América Latina. En esa investigación se desprendió que Argentina ocupa el primer lugar, con el vital más alto, con un comparativo al tipo de cambio de aquel año de 498 dólares americanos al mes siguiendo Uruguay, con 470 dólares y en tercer lugar Chile con unos 455.4 dólares al mes o veinte días laborales.

            Ahora bien, para tener una mejor perspectiva y situar a nuestro país, México en enero del año pasado se encontraba en 88.36 pesos, que se traduce en 4.6 dólares americanos, traducido en 20 días laborales equivale a 92 dólares.

            Sin hacer tanto análisis al respecto, se puede deducir con facilidad que comparativamente con el resto de los países latinoamericanos, nos encontramos dentro de los peores salarios mínimos.

            Ahora bien, a nivel mundial está comprobado que no existe ningún país que cuente con un salario mínimo suficientemente a la par con la inflación, es decir, siempre estará muy por abajo de lo que la gente necesita para vivir sin carencias. Lo anterior mencionado no es para tratar de minimizar el problema o tampoco es para consolar la situación.

            Lo anterior viene a colación ya que cada inicio de año se hace los ajustes de incremento de salario mínimo en México, y con la nueva propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se habla mucho sobre este incremento que significaría una marca histórica de su mayor incremento registrado.

            El qué tan bueno o qué tan malo sería, eso depende de la óptica de cada uno de los mexicanos. A primera impresión eso suena muy bien para todo el sector a salariado que cuenta con un salario mínimo, ya que se pretende para este 2019 que suba hasta un aproximado de 176 pesos.

            Aunque el salario mínimo no depende solamente de la productividad y en términos reales en los últimos años su poder adquisitivo ha decaído un 70 por ciento mientras que la productividad no ha reflejado dicho porcentaje.

            Es evidente que, para la óptica de unos, es decir, quienes tienen solamente un salario mínimo es más que obvio son buenas noticias, sin embargo, su complejidad para poder llevar correctamente puede significar un ganar, ganar o bien puede ser algo que en lugar de ayudar a los mexicanos puede ser contraproducente.

            Al momento de hacer un incremento importante al salario mínimo esto significará también un aumento a todo aquello que representa multas, o infracciones cuya unidad de medida depende del salario mínimo oficial.

            Al haber un incremento en dicho salario se verá afectado la carga para los patrones, trabajadores y gobierno, en las cuotas tripartitas que deben cubrir al Instituto Mexicano del Seguro Social. El mismo efecto sería para aquellas cuotas que financian las prestaciones en especie del seguro de enfermedades y maternidad.

            El incremento también vendrá para los jubilados y pensionados, en la que por una parte tendrán un beneficio, pero por otra el gobierno tendrá que generar un gasto adicional teniéndolo que cubrir con los contribuyentes.

            Uno de los más importantes es que por el lado de la vivienda, es decir, aquellos otorgados por el INFONAVIT, seguramente incrementará la deuda, así como los pagos del crédito, ya que estos están ligados a salarios mínimos, siendo más difícil el salir del adeudo y por consiguiente habrá un incremento de morosos.

            Es por eso que a primera vista su incremento es una buena causa y algo favorable para todos los trabajadores, pero también superficialmente representa un efecto positivo para el país.

            Pero por otro lado es incuestionable que también tendrá muchísimos efectos negativos que al parecer no se han visto, bajo un análisis bajo la lupa y que puede perjudicar a cualquier clase social de México. No todo lo que brilla es oro. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org