PUEDE SER EL MÁS CERCANO A ÉL

El espionaje por definición es la práctica y el conjunto de técnicas asociadas a la obtención encubierta de datos e información confidencial y sus técnicas más comunes del espionaje es la infiltración y penetración usando el soborno y el chantaje.

Refiriendo lo anterior con los sucesos ocurridos a las pocas semanas de iniciada la nueva administración municipal de Saltillo, en donde las acusaciones de espionaje y ahora señalamientos sin fundamento alguno, más que ante la incapacidad de los asesores del alcalde, Isidro López Villarreal, resulta más fácil señalar al PRI y al Gobierno del Estado como los culpables, sin antes no hacer una investigación sobre la infiltración y soborno que existe dentro del municipio o en su defecto haber acudido al ministerio público o las autoridades correspondientes a levantar formalmente una queja.

Pero realmente se podrá considerar como un espionaje el “balconeo” de las llamadas telefónicas de personal de confianza de don Isidro López Villarreal, para después subirlas en diferentes redes sociales y en la el famoso sitio web YouTube en donde gracias a estos sitios se ha dado a conocer muchos fraudes cometidos.

Las llamadas telefónicas expuestas por gente que labora en la presidencia municipal de Saltillo, pierden su efectividad del espionaje cuando es del conocimiento público pero no todo es tan malo porque gracias a esas llamadas es la única manera en donde el mismo alcalde saltillense se da por enterado de irregularidades que están sucediendo dentro de su gabinete y que ha podido atender de manera inmediata para resolver como fue el caso de su cuñada Astrid Naranjo, quien fue contratada para trabajar pero no con el sueldo ostentoso de 200 mil pesos y que el edil se percató hasta que no fue balconeada por una llamada telefónica.

Los asesores del acalde saltillenses le han calentado demasiado la cabeza a Isidro López, que ha caído en un juego en donde solamente está siendo exhibido de manera vulnerable no solamente su imagen o popularidad en lugar de investigar dentro de la misma presidencia municipal el por qué no se le está dando aviso de todas las irregularidades dentro de la misma Presidencia Municipal o bien el investigar quién se está tomando esa libertad de decisión dentro del mismo ayuntamiento.

En cuanto al balconeo telefónico y hay que llamarlo así hasta que no sean las mismas autoridades quienes determinen si existe un delito de espionaje, ese problema tiene una solución rápida que es evitar las llamadas telefónicas móviles para tratar asuntos que solamente deben de atenderse dentro de la misma presidencia o en persona.

Es una pena que ante el ocultamiento de convenios y gastos que eroga la presidencia municipal de Saltillo, sea conocido por éstos medios a luz pública como la más reciente con el tesorero Adrián Ortiz y sus hermanos en un supuesto tráfico de influencia para beneficiar la constructora “Victoria” y tampoco se le puede señalar hasta que las mismas autoridades lo determine como un delito pero si deja en claro una vez más que el gabinete escogido por el alcalde don Isidro López Villarreal, no es gente de fiar porque a sus espaldas aprovechan el poder a su antojo, pues en ningún momento se ha demostrado que el mismo edil saltillense esté sacando un provecho de ello.

Hay mucho trabajo que hacer dentro de la presidencia municipal en donde los verdaderos dolores de cabeza para el alcalde no ha sido su incompetencia sino un mal equipo de trabajo quienes están cometiendo errores que al final del día, Isidro López Villarreal, es quien da la cara a los actos ajenos a su persona.

Han sido ya muchos errores cometidos por personal que labora dentro de la presidencia a sus cuatro meses concluidos como para tomar una decisión empresarial en donde resultaría hasta menos escandaloso y con más efectividad que sería cortar de raíz el problema como el cambio total de su gabinete hacer nueva contratación con exámenes de confiabilidad.

Si vamos hablar de espionaje, este no es algo nuevo porque ha existido desde la época de los romanos en donde tenían sus propias redes de vigilancia que les dieran información acerca de aquellos quienes estaban en el poder. Por ejemplo Cicerón se lamentaba con frecuencia de que sus cartas eran interceptadas. Julio César, instrumentó una red de espionaje para mantenerse al tanto de los diversos complots en contra de él. Durante la Edad Media, la misma Iglesia Católica Romana era más poderosa que la mayoría de los gobiernos por su red de vigilancia de gran alcance. Y así se podrían mencionar más ejemplos en donde el espionaje ha sido testigo de nuestra historia desde hace siglos y también ha quedado comprobado que en muchas ocasiones el más cercano de los dizque fieles de quienes están alrededor de quien ejerce el poder, son los mismos espías. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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