Regresen lo saqueado

Por Guillermo Robles Ramírez

 

La magia de algunos lugares lo seguro es que lo hace uno mismo, ya sea por anécdotas o familiares, como el caso mío en donde mi abuela materna es originaria de Cuatro Ciénegas.

Desde antes que lo denominaran pueblo mágico, desde que era niño ya lo era pues tantas pláticas de mi abuela Anita que lo hice mío. Ella platicaba como jugaba cuando era pequeña con la barba de Venustiano Carranza quien la sentaba en las piernas mientras ella le adornaba su larga barba con florecitas del campo.

Pero para el resto de la gente los denominados pueblos mágicos tienen como característica ofrecer al turismo y así mismos a los de la misma comunidad atributos simbólicos, íconos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, y esa magia que permanece ahí en donde se puede respirar todavía un pasado que nunca se olvida.

En el caso de Coahuila existen muchas cabeceras municipales en donde hechos históricos que marcaron a nuestro país, tanto en la independencia, así como en la revolución llegaron de paso u otros hasta personajes heroicos vivieron aquí. También existen comunidades pequeñas ejidales en donde estuvieron un tiempo planificando, estructurando y organizándose para llevarse a cabo algo muy importante.

Así nuestro paraíso del desierto, reconocido así a nivel mundial, la cabecera municipal de Cuatro Ciénegas, en clavado en la parte desértica de la entidad, con sus 217 años de fundación. Junto con Parras de la Fuente es tal vez el más rico dentro de la historia política y revolucionaria no sólo de Coahuila, sino de México y el mundo, la única diferencia es que éste último municipio fue objeto de un despojo en su acervo.

Estas cálidas tierras que vieron nacer al varón Venustiano Carranza Garza, aún ignoran el paradero de lo que fueron las pertenencias, archivos y documentos del personaje revolucionario.

Un tímido reclamo se escucha de los lugareños, que exigen a la vez les sea devuelto su acervo que desde hace más de 26 años les ha sido arrebatado por políticos oportunistas y que sólo han visto cómo los vestigios que recuerdan al varón de Cuatro Ciénegas se localizan en la capital del país.

“En esta casa nació Venustiano Carranza Garza”, más o menos así reza la placa alusiva al origen del personaje de la historia mexicana, pero su interior que se antoja como un enriquecedor pasaje por lo que fue la vida del Varón, luce semivacío y apenas unas cuantas fotografías ampliadas vuelven a recordar al personaje en cuestión.

La Casa-Museo Venustiano Carranza sólo puede ofrecer a los visitantes copias de manuscritos, promulgaciones e iniciativas, un viejo uniforme militar y el busto de quien fuera el Primer Jefe Revolucionario del México que se disponía a ofrecer una nueva manera de gobernar a un país después de más de 30 años de dictadura.

En su interior, la directora del mismo, María del Rocío Aguirre Riestra, sobrina bisnieta de Venustiano Carranza, señaló alguna vez que en otra  época, ese sitio lució todas las pertenencias, muebles, documentos originales entre ellos la Constitución de 1910, fotografías inéditas y otras piezas que por decreto fueron sustraídas del lugar para ser trasladadas a museo que se encuentra en la ciudad de México; sin embargo, la mayoría de esos artículos estaban en comodato y sus propietarios reclaman su devolución, sabedores que la mayoría se encuentran entres colecciones particulares.

Autoridades locales y estatales desconocen las condiciones en que se encuentra y opera la casa-museo y sólo un museógrafo Javier Guerrero Romero estuvo para tomar medidas del lugar, fuera de ahí se desconoce el resto de los proyectos que se han venido anunciando sobre inversiones millonarias tanto para la remodelación y acondicionamiento, sin embargo solo son eso proyectos,  plasmados en el hielo del olvido, y al igual que cada vez que pasa las administraciones estatales sólo queda en buenas intenciones, ya que para hacer realidad ese sueño tendría que exigirse a la federación devuelvan las piezas que fueron saqueadas de Cuatro Ciénegas que de manera engañosa fueron arrebatadas de sus legítimos propietarios.

De la intención a la realidad existe un camino tan lejano como el que hubo en una administración de gobierno, de recorrer el Varón en su andar político, porque el espacio tal vez no daría para tanto, cuando carece de todo e incluso de un espacio adecuado que facilite el manejo administrativo del museo.

En síntesis, existe nula relación para el proyecto entre los directivos del museo y autoridades estatales y federales, pero lo que es peor; la población no volverá a caer en el engaño de ubicar sus piezas en comodato para que más tarde también cambien de exhibición, pese a que existen leyes más estables que respetan la donación condicionada y aquellos coahuilenses que todavía tengan algo que compartir será exclusivamente para puros familiares, como una colección privada. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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