SON VILES AGACHONES

Por una denuncia ciudadana interpuesta por la tala clandestina en los alrededores de San Antonio dela Alazanas, del municipio de Arteaga, quedó evidenciada la contrariedad entre las autoridades responsables del cuidado de la ecología dela Entidad, pues en su momento ninguna de las autoridades tanto SEMARNAT como PROFEPA no tenían conocimiento de lo que estaba pasando en el Cañón dela Joyadela Loba, para posteriormente con el pretexto de la presencia del gusano descortezador y el barrenador y otras plagas,la Procuraduría Federalde Protección al Ambiente aceptó la autorización de trabajos de saneamiento por una notificación solicitada porla Secretaríade Medio Ambiente y Recursos Naturales.

La tala clandestina de la sierra de Arteaga, Coahuila, ha sido una práctica que con el paso del tiempo fue empeorando en donde casualmente el incremento de incendios se fueron dando de manera accidental pero al final de estos, siempre fue la justificación legal para recurrir a la tala, hay muchas mañas para realizar estas prácticas ilegales. Es una cruda realidad que casi nadie quiere ver o muy pocas personas lo logran detectar pero lo estamos viviendo con el consumo de hectáreas provocadas por incendios que muchos se cuestionan la causa y el motivo pero realmente no tiene mucha ciencia para encontrar culpables.

El más reciente incendio en los límites de Arteaga y Ramos Arizpe afectando25 hectáreasde la sierra causado por un relámpago y señalado como incidente natural, sin explicar realmente cómo lo determinaron.

Queda muy claro el panorama tan vulnerable cuando le corresponde actuar a las autoridades de PROFEPA y SEMARNAT en los incidentes de incendio forestales, la gran mayoría causados por la mano del hombre, afectando miles de hectáreas, como también la tala clandestina que se dan en la sierras de alrededor de Coahuila.

           La Procuraduría Federalde Protección al Ambiente sólo investiga unos cuantos y en los casos en los que llegan a encontrar un responsable es únicamente porque como se dice coloquialmente, los sorprendieron con las manos en la masa, es decir, no tuvo que investigarse tras la evidente responsabilidad de un fumador y un paseante que perdió el control de su fogata.

            Hablamos de un promedio de 100 por ciento de los incendios forestales,la PROFEPAsólo puede fincar responsabilidades el 1 por ciento, porque el resto se mantienen impune.

            La respuesta de ambas autoridades han sido siempre la misma: es muy difícil encontrar a un responsable, no hay elementos de prueba que permitan localizar a quién tiró un cigarrillo u olvidó apagar su fogata o simplemente encuentran la evidencia del tronco talado pero el resto del tronco desaparecido en los casos de la tala clandestina. Pero tampoco pueden hacer algo al respecto cuando son evidentes las pruebas de haber provocado un incendio deliberado para encontrar la justificación para poder comercializar con los permisos necesarios para su tala y sustituirlo por una plantita de diez centímetros que tardará más de 100 años para sustituir lo que antes existía ahí.

Claro que es difícil encontrar a responsables cuando se carece de equipo, de personas bien capacitadas, de peritos especialistas, de presupuesto suficiente.La PROFEPAy SEMARNAT son dependencias prácticamente olvidadas desde el punto de vista presupuestal; a diferencia de ello, tiene un amplísimo ámbito de acción, desde incendios forestales, carecería furtiva, contaminación industrial u hospitalaria.

            Los coahuilenses hemos visto con tristeza cómo estas dependencias sólo han podido agachar la cabeza ante problemas de enormes magnitudes como la contaminación con plomo en la atmósfera y agua como en la ciudad de Torreón por compañías como Peñoles, la creación de tiraderos clandestinos de residuos industriales o tóxicos en la región Sureste de Coahuila, la contaminación en Monclova por las emisiones de gases tóxicos de empresa como AHMNSA, y el incipiente papel que se juega en los cimaris para el aprovechamientos de residuos industriales en la entidad.

            Cualquiera que sea la verdad, nuestras autoridades ha preferido dejar las cosas en paz, hacer un trabajo de protocolo y punto. El supuesto responsable del incendio más importante ha sido castigado tibiamente debido a la fragilidad de la legislación ecológica, porque con una multa que no repara ningún daño y con la ridícula orden de recuperar el área perdida, lo que resulta técnica, humana y económicamente imposible poder sustituirlo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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