SUEÑO DE LA PERLA

La enfermedad del poder en el ser humano es algo que sin darse cuenta invade el ego de los individuos confundiéndolo  fácilmente con las características de liderazgo pero dicho deseo ciega la cordura, la humildad y el egoísmo en donde solamente el ego sale a la superficie.

            En el mundo de la política es cuando se hace más presencia la enfermedad del poder y sobre todo el miedo de perderlo después de dejar de ser funcionarios públicos con cargos como alcaldes, gobernadores y presidentes municipales. Aunque suene ridículo conozco algunos exalcaldes y exgobernadores que todavía a la fecha no falta cualquier lambiscón que ostenta con el llamado de dichos títulos a los que ya no son acreedores de ello.

            En la historia de cualquier presidente municipal del país es que existen bueno y malos que siempre serán señalados por los ciudadanos dependiendo del tipo de obras realizadas durante su gestión pero sobre todo si éstas fueron las indicadas para satisfacer las necesidades de la población, es decir, algunos se pudieron haber enfocado en la construcción de puentes, otros en deportes, plazas o en más cultura pero lo cierto es que en la ciudad crece sin ninguna secuencia en su desarrollo de la infraestructura dejando a su paso puros elefantes blancos y tentaciones para quienes le siguen hagan sus propios caprichos e intereses disfrazados en proyectos.

            Es por eso que la creación del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad (IMPLAN) como un organismo autónomo y con propio presupuesto es muy importante pero sobre todo con estatutos. Pero nada de esto podría ser posible si no hay las ganas de parte de los presidentes municipales de querer ceder un poco de ese poder al IMPLAN para evitar precisamente lo mal que ha estado sucediendo durante años cada vez que pasa una administración quien es el amigo, el compadrazgo, el nepotismo quienes realizan los dizque proyectos del crecimiento de las ciudades de las cabeceras municipales.

            En Coahuila el único municipio quien echó andar el Instituto Municipal de Planeación y Competitividad fue Torreón en donde el alcalde actual Miguel Ángel Riquelme Solís, pensando en la autonomía del IMPLAN  pero con un peso de toma de decisión sobre el crecimiento estructural de la ciudad hasta por encima del cabildo serán quienes corregirán e iniciaran con un nuevo organigrama solicitando proyectos a largo plazo y designación de estos mismos sin los compadrazgos con el alcalde en turno o el próximo.

            Torreón al igual que Saltillo el desarrollo de la infraestructura y económico han estado congelados durante décadas en donde solamente se han visto obras aisladas quedando inconcluso el proyecto de desarrollo o el para qué se hizo aquellos proyectos que han costado millones de pesos a los coahuilenses sin poderle sacar al máximo las bondades de la buena planeación urbana y rural.

            La diferencia entre los saltillenses y torreonenses es que éste último tienen un presidente municipal en donde conceptúa que las ciudades mejores planeadas son aquellas que tienen en un futuro una mejor economía teniendo como resultado nichos de desarrollo empresarial y por en ende su crecimiento acorde con lo proyectado para esto es necesario otorgarle a este organismo no gubernamental conformado por un consejo ciudadano y reconocidos colegios como el de contadores públicos, notarios, etc., ese poder de decisión la oportunidad de crecer gracias a la consulta pública de expertos en la materia y sectores empresariales en donde Torreón tendrá la oportunidad de hacer realidad nuevamente ese sueño de ser reconocido otra vez a nivel nacional como la perla de la laguna lleno de prosperidad y abundancia con gente trabajadora como los laguneros. Mientras tanto en Saltillo se vislumbra un frio y oscuro futuro en su desarrollo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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