Guillermo Robles Ramírez

Tan sensibles como Manolo

Para las Naciones Unidas, el día de ayer, se conmemoró el Día Internacional de la Personas con Discapacidad. El Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo el pasado lunes de diciembre, “en este Día Internacional, reafirmemos nuestro compromiso de trabajar juntos por un mundo mejor que sea inclusivo, equitativo y sostenible para todos, y en el que los derechos de las personas con discapacidad se hagan plenamente efectivos”.

El significado de ser discapacitado para la Organización de las Naciones Unidas, “es una condición que afecta el nivel de vida de un individuo o de un grupo…el término se usa para definir una deficiencia física o mental, como la discapacidad sensorial, cognitiva o intelectual, la enfermedad mental o varios tipos de enfermedades crónicas.”

Por general como nos referimos a la palabra “discapacidad” o término “capacidades diferentes”, inconscientemente lo primero que se nos viene en mente es una persona que no puede caminar. Así que partiendo de la definición que, para la ONU, significa discapacitado, abarca más que una silla de rueda.

El conmemorar a los discapacitados, no significa que hay que celebrarlo, sino sensibilizar y concientizar a la comunidad que no solamente tienen derechos igual que el resto de la población, sino también hay que respetarlos comenzando por todos aquellos conductores que se estacionan indebidamente en los cajones especiales, pero todavía son más sinvergüenzas los dueños de esos vehículos que tienen placas exclusivas para estacionarse en los espacios asignados para personas con alguna discapacidad, y que sin estarlo o bien sin traer a un pasajero ocupan esos espacios, estando físicamente saludables.

En la política el día de ayer pasó como de noche ya que es un tema que por lo general está fuera de la agenda política de muchos funcionarios. Sin embargo, existen personas que pertenecen al sector privado, así como al público que han mostrado de una manera personal y sin publicidad un interés por ayudar a este sector de la población.

En mis 25 años de labor periodístico, hasta la fecha solamente he tenido la oportunidad de conocer a dos personas, con las características descritas anteriormente.

El primero que conocí, en mis labores y con el tiempo tuvimos una buena amistad, fue con Oscar Cadena Coss, fallido en el 2011, quien en alguna ocasión entre muchas pláticas que tuvimos, salió el tema de la gente discapacitada el cual él año con año siempre entregaba sillas de ruedas, despensas o cualquier otro tipo de ayuda comunitaria el cual, aún con poder adquisitivo en aquel entonces nunca publicaba nada, muy a pesar de las duras críticas que le hacían en algunos medios periodísticos.

Alguna vez le pregunté el por qué no lo usaba para contrarrestar a sus adversarios que tenían una imagen equivocada de él. Don Oscar simplemente me respondió, “si vas a dar algo o ayudar a alguien no esperes reconocimientos porque se pierde la esencia.”

La segunda persona a quien conocí en persona en el 2016 y quien estaba fuera de todo cargo público, en ese entonces fue al joven Manolo Jiménez Salinas, quien en su calidad de presidente en la Asociación Saltillo para Bien entregó 203 aparatos auditivos. En ese año tuve la oportunidad de platicar con él y sin tener proyectado postularse para la alcaldía de Saltillo, me platicó en ese entonces que sin importar dentro o fuera de algún cargo público es algo que ha venido haciendo desde hace muchos años porque le gusta ayudar a la gente.

Algo que tampoco le llamaba la atención publicitar ante los medios pues consideraba esa labor altruista, como algo muy personal. En ese momento captó mi atención por considerarlo muy joven y con esa sensibilidad, pero sobre todo esa labor comunitaria pues he conocido a muchos funcionarios públicos que han estado activos durante años en diferentes cargos y muchos de ellos hasta repitiendo cargos, pero hasta ahorita ninguno de ellos han tenido ese desprendimiento y concientización sobre la gente que tiene esa capacidad diferente.

Es por eso que es importante hacer conciencia en toda la población para sensibilizarnos un poco y sería mucha ayuda respetar no solo los derechos de la población que tienen una discapacidad y si no tiene dinero para destinarles a ellos de algo sí estoy muy seguro que podemos hacer como primer paso.

El respetar los espacios y cajones especiales sería un primer paso, pero sobre todo aquellas personas que aun contando con placas especiales no hacer uso de esa preferencia cuando no tengan a un pasajero con alguna discapacidad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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