A TIRO DE PIEDRA: LA OTRA ELECCIÓN

No hay más alianzas que las que trazan los intereses

Antonio Cánovas del Castillo

A menos de veinte días de las elecciones concurrentes de 2018, partidos y políticos deben ya estarse preparando para el proceso local 2019, en el cual Quintana Roo renovará su Congreso local; esos comicios serán fundamentales para la vida política y administrativa de la entidad, no sólo por su impacto local, sino por las condiciones de competencia de los participantes, por ello conviene analizar desde ahora su circunstancia.

El proceso a punto de culminar representó un desgaste inusual en los partidos, particularmente aquellos acostumbrados a competir coaligados, tanto ha sido así, que algunas de dichas coaliciones difícilmente se repetirán para 2019, tanto porque los triunfos y derrotas han modificado la circunstancia de los partidos, como que los desencuentros actuales han minado la confianza para competir juntos.

Para 2019, las presidencias municipales de Quintana Roo habrán sido renovadas y, si todo sigue como marca la tendencia, Andrés Manuel López Obrador tendrá medio año de haber asumido la Presidencia de la República; y con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fuera de Los Pinos y los desencuentros que ya han tenido en entidades como Chiapas, muy probablemente el Partido Verde Ecologista (PVE) habrá ya cambiado sus “amores” y estará buscando nuevas alianzas políticas, por lo que, la coalición que desde el año 2003 han hecho, seguramente ha llegado a su fin.

En la que establecieron Encuentro Social (PES), Morena y el Partido del Trabajo (PT) también ha habido rupturas locales y, para ese entonces, sus actuales dirigentes seguramente buscarán espacios en el Legislativo local, por ello, aunque difícilmente se alejarán de la bonanza que representará la cercanía con López Obrador, las desconfianzas por las traiciones internas ocurridas en este 2018, harán muy difícil el establecimiento de una coalición, a menos que los “candados” que se establezcan eviten las desavenencias ocurridas en este año.

Y es que baste ver lo ocurrido en días pasados, en los que las mutuas impugnaciones entre Morena y el PES, anularon la posibilidad de que ambos partidos utilicen la imagen de Andrés Manuel López Obrador en sus respectivas campañas, tanto, que los candidatos pesistas anunciaron que no estarán presentes en el evento que el tabasqueño tendrá hoy en la capital de Quintana Roo, y los candidatos de Morena seguramente acudirán, a pesar de las advertencias hechas por la dirigencia del PES; de que interpondrán las respectivas quejas ante el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), para que se sancione incluso con la pérdida de registro.

De ese nivel son los desencuentros ¿se imagina el lector que aun así puedan competir juntos por los escaños locales en 2019 en Quintana Roo? ¿tiene idea de cuántas condicionantes tendrán que establecerse en el convenio de coalición, en caso de que decidan continuar con ese “matrimonio disfuncional”? Aun así, México es un país que vive sumido en elecciones, las del primero de julio de 2018, será el punto de inicio de las de 2019.

COMENTARIO MORBOSO

Si bien la presencia de Andrés Manuel López Obrador era más que esperada por sus simpatizantes, pero sobre todo por sus candidatos, cuyas campañas, nomás nunca despuntaron, luego del “encontronazo con entre los “morenos” y los del PES, la atención de los medios estará más enfocada en si alguno de los contendientes locales se presenta al evento del tabasqueño, las palabras que le dirigen y si el mensaje al final constituye o no algún delito electoral, pues el Ieqroo fue claro al determinar que ninguno de los abanderados locales puede hacer uso de la imagen del candidato presidencial, pero sobre todo, que la coalición nacional que lo postula es diferente a la local.

Para efectos de derecho electoral, lo ocurrido en Quintana Roo, sin duda, representará un precedente importante en el actuar de los órganos electorales y actores políticos, pero por lo pronto estaremos atentos si con el evento de hoy, más que beneficios, resulta más de un perjudicado; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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