Todavía no terminan los problemas

Las sequías en diferentes partes del país durante años se dejaron sentir como azotaba el calor sobre muchas regiones de México, tanto dentro de las viviendas de muchos mexicanos, así como en las afueras y aquellos campesinos desesperados con sus cultivos de temporada, así como la falta de agua para el ganando.

Hay quienes afirman que la temporada de lluvia se atrasó en nuestro país, aunque hay otros quienes dicen que la temporada inicia en mayo para terminar en los últimos días del mes de noviembre, y paralelamente se presenta la temporada de ciclones tropicales y huracanes tanto en el Océano Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe.

Tanto fueron las plegarias de los mexicanos que el dios Tláloc, que tuvo clemencia pero en esta ocasión fue demasiado bondadoso que se le pasó la mano mandándonos los fenómenos naturales que por un lado nos mandó a finales de agosto Harvey como el primer huracán mayor en tocar tierra en los EE.UU., en septiembre Irma primer huracán categoría 5, el 6 de septiembre José como el tercer huracán mayor, luego huracán Katia de categoría 2 y al mismo tiempo se formó el huracán Lee, el 13 de septiembre fue María y todavía los que faltan.

Primero pedimos lluvia y ahora es demasiado que a final de cuentas tampoco sirvió para la temporada de siembra, más que para alimentar los mantos acuíferos.

Y es que la mejor manera de que se aproveche ese recurso natural, según los expertos en la materia, no es que llegue el chubasco o la tormenta, sino la llovizna que es constante y finita para evitar escurrimientos logrando la penetración necesaria tanto para la siembra y la recuperación de los mantos acuíferos.

Se tiene una falsa idea de que cuando hay lluvia en las ciudades también lo hubo en el campo, pero el único beneficio que encontrarán los ciudadanos es meramente para refrescar el interior de sus hogares, para otros las latosas goteras con las que tendrán que convivir, pero hay ocasiones como las de ahora que también puede significar la muerte y afectación de muchos mexicanos.

La llegada del tiempo de lluvia también trae su lado negativo para aquellos tramos dentro de las ciudades que carecen de un drenaje pluvial provocando inundaciones en colonias y calles.

Otro de las muchas cosas negativas que trae el exceso de lluvia son aquellas causados por quienes en busca de un patrimonio compraron terrenos como el mejor instrumento de ahorro porque la adquisición de este bien inmueble es el más seguro, o al menos así lo dicen expertos por la simple razón de que no requiere el mantenimiento de los servicios de agua, luz, entre otros que necesita una vivienda normal.

Sin embargo, los propietarios de esos lotes vacíos o abandonados han ido causando un impacto ambiental, convirtiéndose en basureros clandestinos para muchos vecinos. Y ahora con las lluvias se convirtieron en un depósito caldoso favorable para el crecimiento de bacterias, infecciones y dengue.

Este último punto será la otra batalla que tendrá que enfrentar no solamente los mexicanos sino también las autoridades porque todavía no termina la temporada de lluvia y la proliferación de los mosquitos o sancudos.

Las acciones de ayuda no deben de quedarse limitadas nada más en él envió de alimento no pereceros sino también ya debería de estar trabajando todo el Sector Salud oficial, en sus diferentes áreas brindando ayuda antes de que se convierta en otro problema mayor para los mexicanos como es el problema del dengue. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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