TODOS CONTRA ELLA

En los años finales de la pasada administración del gobierno en Coahuila, la entonces llamada Secretaría de Educación Pública y Cultura, se echó a cuestas un fuerte compromiso de trabajar intensamente por lograr una cultura y disciplina en una alimentación sana a los niños y niñas que asisten a las escuelas públicas dela  Entidad.

Consciente y responsable de que algo debe hacerse ante el “privilegiado” lugar que a nivel nacional tiene Coahuila, de acuerdo a lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reporta en su última evaluación estadística por cuanto hace a gordura en menores de edad, se hizo la propuesta en primera instancia a retirar de las cercanías de los planteles educativos a una buena parte de los vendedores ambulantes que ofrecen alimentos chatarra.

Esta medida se llevó también al interior de las escuelas en donde por años funcionaban estanquillos con la venta de churritos, papitas, palomitas, chamoy  y cuanto alimento chatarra hay.

La primera medida no logró erradicar el problema existente, pero en el otro sí se tuvo un éxito en la cual realmente se logró quitar un importante porcentaje de la llamada comida chatarra dentro de las escuelas.

Aunque se les exhortó a los proveedores de tienditas del interior de las  escuelas públicas y privadas a que racionalizaran la presentación de sus productos en cantidades más pequeñas, las autoridades dejaron un eslabón perdido sin poder regularlo con alguna normativa, en cuanto a su venta, porque más tardaron los distribuidores de comidas chatarras en cambiar la presentación de sus productos en específico para éste mercado, que la falta de conciencia de los dueños de las tienditas en justificarse en una  absurda medida para evitar la pérdida de ventas. Simplemente no racionalizaron el consumo, es decir, el que tenga más hambre y dinero para comprar sencillamente  se le va a vender, sin ninguna penalización económica.

Debemos aceptar que ésta no es una tarea ni reto exclusivo del actual Secretario dela Secretaríade Educación, Ingeniero José María Fraustro Siller, sino que la mayor responsabilidad la tienen y debe partir de los propios padres de familia, que lo acepten o no están obligados a colaborar y ofrecer su participación voluntaria, pero además de ser ellos mismos los principales protagonistas de esta difícil tarea al no darles dinero a sus polluelos para comprar alimentos chatarra.

Es en el seno familiar en donde los pequeños y pequeñas deben tener formación en una alimentación sana para lograr que bajen de peso por salud y erradicar de Coahuila ese horrendo privilegio nacional de estar en los primeros lugares de gordura entre menores de edad.

Pero tampoco es valedero que instancias como IMSS, se limite a la captación estadística, pues de nada sirve hacer una labor de censo bien identificado por categoría y zona geográfica donde radica una problemática social, ubicando a México  en primer lugar a nivel mundial de acuerdo a los datos arrojados porla Organización Mundialdela Salud(OMS), haciendo la recomendación de tomar medidas necesarias porque representa un foco rojo en el sector salud, porque de no atenderse en lo futuro peligra la vida del menor ocasionando la muerte prematura a la de sus padres.

La información sin acción no sirve de nada; más que meramente estadísticos cuando en éste mismo momento si bien es cierto que se realiza una campaña publicitaria para concientizar la prevención de la obesidad infantil o haciendo llegar a las familias un programa para fomentar una alimentación correcta desde el desayuno y promover el hábito de llevar a la escuela un refrigerio nutritivo preparado en casa, mamá y papá de cada hija o hijo menor de edad, deben poner todo su empeño y convertirse en los principales supervisores de si sus pequeños están siguiendo las mínimas reglas para combatir este mal llamado sobre peso y obesidad que invade no solo a Coahuila, sino al resto de las Entidades del país.

La solidaridad y unidad es lo único que puede dar resultados positivos, de ahí que  obliga a todos su participación en éste programa de orientar a una alimentación sana a las futuras generaciones de coahuilenses.

Las instituciones oficiales estatales, están aportando lo suyo y una muestra es el hecho de que para disminuir los problemas que conlleva la enfermedad de la obesidad como la hipertensión, insuficiencia cardiaca, posibilidad de infarto, etc.,la  Presidentadel DIF de Coahuila,la  Diputada AlmaCarolina Viggiano de Moreira, impulsó una reforma de fondo a la ley de asistencia social para darle facultades al instituto de Desarrollo Integral dela Familiapara trabajar en sinergia tanto con el sector productivo, instituciones, sociedad, familias y diferentes comunidades sin distinción de partidos o intereses en la búsqueda de nuevos hábitos y costumbres alimenticios  para poder bajar la tasa de obesidad y gracias a esta nueva Ley, por primera vez se está atacando otro problema que es la desnutrición, el hecho de que alguien esté con sobre peso o gordito no significa que esté bien nutrido.

Este es solamente uno de los diversos programas del DIF Coahuila, en el que participa integralmente con diferentes organismos gubernamentales, iniciativa privada y comunidad.

El nuevo modelo DIF de la entidad tiene su cimiento en cuatro ejes, el fortalecimiento institucional para la protección de derechos, familia saludable y segura; sociedad participativa y solidaria y por último el desarrollo comunitario.

Bajo éste esquema se ha invitado a los directivos de las sociedades de padres de familia de unirse a esta cruzada y guerra contra la báscula, bajando de peso los niños y niñas coahuilenses que traen actualmente un dañino sobrepeso.

De ahí el hecho de destacar la corresponsabilidad de las mamás y papás en esta difícil tarea, porque las autoridades de ningún nivel, solas no podrá resolver ningún problema, es por ello que debe entrar a estas acciones la comunidad en general e ir todos en contra de ella: La obesidad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.,org.

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