Todos tenemos la culpa

Años atrás el clima de la zona sureste de Coahuila de Zaragoza, se consideró siempre agradable comparada al resto de los municipios donde en la época de verano existían las temperaturas que llegaban arriba de los 45 grados centígrados en las cabeceras municipales de Torreón, Piedras Negras, Ciudad Acuña y sobre todo Monclova; mientras que en la Sureste a lo mucho llegaban temperaturas de 20 grados al medio día, bajando su temperatura aún más por las noches.

La recomendación que antes daban para toda aquella persona que fuese a vivir en ésta zona geográfica de Coahuila, era que siempre tuviera a la mano un suéter, un rompe vientos o paraguas porque no se sabía con exactitud si iba a bajar la temperatura durante el día o simplemente llovía el famoso “chipi chipi”, siendo muy común la segunda sugerencia de no guardar tu ropa de invierno durante la temporada de verano ya que nunca se sabía la sorpresa del cambio climático y además para el mes de octubre la gente ya empezaba a usar su ropa de invierno.

Algo muy característico en tiempos antaño de la temporada invernal eran sus amaneceres y noches llenas de esa neblina tan densa por la humedad que existía en esta Zona Sureste de Coahuila, sorprendiendo a todos sus visitantes ya que en el resto de los municipios por ser tan secas aquellas regiones lo único parecido a la bruma era las tolvaneras tan tremendas que no permitían ni ver lo que había al otro lado de la calle o en su sentido opuesto de circulación en carreteras.

Aparte del beneficio favorable del ambiente, esto permitía que de alguna manera los mantos acuíferos se abastecieran inclusive en invierno porque eran considerados como húmedos.

Con el correr de los años, el cambio climatológico de la zona sureste de Coahuila ha cambiado mucho por diversos factores, para comenzar el existente y actual calentamiento global.

El crecimiento de la población coahuilense es otro de sus causas teniendo un desarrollo poblacional en la zona conurbada, comprendiendo Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga un incremento arriba del 30 por ciento.

El aumento de la ciudad conlleva un desarrollo de la misma como la construcción de más casas, edificios, negocios, vías públicas para transporte, puentes, etc., esto significa restarle a la vida vegetal espacio para sustituirlo por cemento y asfalto provocando un calentamiento mayor en nuestra región.

La tala clandestina de la sierra de Arteaga con el paso del tiempo fue otro componente para el cambio climatológico, la construcción de colonias tipo campestre invadiendo el hábitat natural del sureste de nuestra entidad es otra causa; pudiendo mencionar algunas otras más circunstancias atribuyéndole la culpa del porque nuestra zona ya no es igual que antes.

Por algo bien se dice que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, ya que la mayor parte de la culpa la tenemos nosotros mismos por no cuidar nuestros bosques, y por permitir la tala clandestina, la invasión de nuestro hábitat natural con colonias o complejos campestres, y si le sumamos la sequía que se está viviendo. Un llamado a los coahuilenses para no callar todo tipo de actos que acaben con nuestra naturaleza y llamen a las autoridades, para no seguir lamentándonos del bonito clima que se tenía en la región sureste de Coahuila. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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