Desafío

Veneno puro

Hace una semana, sin explicaciones al calce y como una especie de gesto de buena voluntad, el gobierno de México, tan animoso cuando se trata de aumentar la recaudación con aumentos al IVA entre el 31 y el 36 por ciento –las tasas más altas del mundo, cabe agregar-, decidió condonar, de modo discrecional, el setenta por ciento de la deuda que Cuba contrajo a través del Banco de Comercio Exterior de nuestro país en 1998, esto es el año en el que iniciaba la movilización política, en forma, en pos de la primera alternancia alcanzada por la derecha en 2000 sin mayores vericuetos y muy escasas impugnaciones, no como las que ensombrecieron los comicios de 2006 y, poco a poco, fueron minando la legitimidad de las de 2012 con un Instituto Federal Electoral en total quiebra de autoridad moral, otrora su principal valor hecho trizas por sendos consejeros presidentes: Luis Carlos Ugalde Ramírez y Leonardo Valdés Zurita. A sendos personajes se les debiera juzgar por los delitos cometidos contra la democracia.

El hecho es que no tiene sentido, bajo ninguna ideología ni siquiera la de izquierda más radical, “perdonar” el pago de, aproximadamente, trescientos cincuenta millones de dólares en un momento crítico para la economía nacional y con los distintos sectores productivos, desde empresarios hasta trabajadores, no ocultan su molestia por los excesivos tributos, proyectados por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, y avalados por un Congreso rebosante de acuerdos soterrados y de mercenarios. Una vez más, la actual administración exhibió que el dinero puede resolver las querellas políticas mñas espinosas en contra incluso de las ideologías básicas partidistas. No pocos senadores y diputados del PRD se sumaron al PRI y al Verde despintado, para sacar adelante la miscelánea fiscal… aun cuando, en la tribuna y hacia la calle, sostengan una actitud contraria a los excesivos encajes impositivos.

Pero, ¿por qué Cuba? Es cierto que, históricamente, la isla del Caribe y México han sostenido relaciones diplomáticas, dijéramos, estratégicas; esto es, para mantener una especie de muro contra las pretensiones hegemónicas estadounidenses en el resto del continente. No obstante, con la llegada de los Fox a la Presidencia principalmente, los resquebrajamientos, en cuanto a las relaciones bilaterales con el gobierno de los Castro –Fidel ya anciano pero todavía no enfermo y Raúl en fase de zorro siguiendo las huellas-, y también respecto a las controversias internacionales con Estados Unidos impulsado, como siempre, por los aires bélicos que suelen ser una especie de respaldo a su redituable industria de las armas, mismas que acaban, en tantas ocasiones, en manos de sus enemigos, en cada uno de los terrenos de la violencia: desde Al Qaeda hasta los narcotraficantes mexicanos.

Desde luego, en cuanto al contrabando del poder de fuego, insisto en el “padrino” clave, ya al descubierto pero, aún así, con protecciones en la cúpula del poder presidencial inexplicables: Jaime Camil Garza, un personaje cuyo nombre sólo sale en los diarios cuando se trata de las crónicas rosas por sus fastuosas fiestas en su mansión de Acapulco en donde todo es exorbitante, desde las puertas incrustadas con piedras preciosas, para recibir en ella a los presidentes de México desde carlos salinas –minúsculas- y sus sucesores. Todos ellos, pero especialmente zedillo –igualmente en bajas por entreguista y simulador-, fincaron amistades con el poderoso señor de las armas, muchas de las cuales llegan al mercado asiático sin que nadie puede detenerlas a través de España, cuyo presidente, el franquista Mariano Rajoy Brey, será premiado con la Medalla del Águila Azteca sin que se le conozcan méritos para ello –salvo el padrinazgo de los consorcios hispanos que nos saquean, comprando muy barato y llevándose utilidades demasiado rápido-; y, por supuesto, el territorio de Rusia, fragmentado pero d enorme fuerza nuclear, mayor incluso a la de los Estados Unidos en casi tres ojivas por cada una de los vecinos del norte. No es cualquier cosa, por supuesto.

En gran parte, cono ocurrió en la década de los sesenta de la centuria pasada con la carrera aeroespacial que ganaba la entonces Unión Soviética al gigante americano hasta que la intriga y el espionaje llegaron a México y se introdujeron a las naves Soyuz y Sputnik que fueron las estrellas de la exposición montada al respecto en la capital de la República, se trata de lo mismo: un extraño equilibrio entre las grandes potencias pero con filtraciones severas, por el contrabando digamos “autorizado” cuyo concesionario mayor es el señor Camil… lo que confirma además la presencia de varios muertos vivientes, viejos capos de la droga, bajo la férula de los rusos y como operadores de las grandes transacciones con las naciones con mayores índices de subversión.

En el caso de México es indiscutible que las facilidades para obtener armamento, con una armería fronteriza cada dos kilómetros, desde California hasta Brownsville, Texas, ha propiciado la aparición de más de un centenar de grupos fuertemente pertrechados en veintidós entidades de la República; una buena manera para aumentar el número de víctimas en nuestro territorio mientras los proveedores cínicos, en los Estados Unidos, exigen a nuestro gobierno aumentar su eficiencia en la dura lucha contra el narcotráfico. Cinismo puro con cargos exclusivamente contra los mexicanos y el consiguiente lavado de manos de los estadounidenses quienes protegen los cargamentos y su distribución apenas pasan por la frontera norte. ¿Es ésta una mera coincidencia? Por supuesto que no

De allí la preocupación sobre la condonación de una deuda de tan alto monto a los cubanos siempre bajo el martirologio y la exaltación de su heroísmo para parapetarse contra el acoso norteamericano a unas cuantas leguas de las costas de Florida. Esto es algo que siempre ha sembrado dudas: si la mayor potencia militar en el mundo no se ha tentado el corazón para invadir naciones lejanas a sus lindes, ¿cómo han posibilitado la extensión de la “dictadura” cubana –como le llaman-, con un Fidel ahora agonizante, por la edad sobre todo pero acaso también como signo de nuestra era en la que los mandatarios incómodos de Latinoamérica contraen males físicos sorprendentes?¿De ello no van a dar ninguna explicación las agencias de seguridad estadounidense, tales como la CIA, la NSA, la DEA y el FBI? Hasta la fecha sólo sonríen haciendo una mueca indescifrable cuando se analiza el tema; esto es presuponiendo un sarcasmo imposible de sostener con raciocinio serio.

En 1998, cuando se concedió a Cuba un crédito por cerca de 500 millones de dólares –en una época igualmente de restricciones por la obcecación de zedillo por cumplir a rajatabla los designios del Fondo Monetario Internacional- la relación con el gobierno de Fidel no era ideal pero, con todo ello, servía para establecer las líneas de las soberanías de sendas naciones. Era, por tanto, estratégica aun en momentos en los que el entreguismo parecía imposible de detener. Lo mismo sucedió en la malhadada gestión presidencial de Miguel de la Madrid, muerto el primero de abril de 2012, cuando se dio el primer gran “boom” del narcotráfico en nuestro suelo mientras aumentaban sus actividades los cárteles de Cali y Medellín en Colombia hasta convertir al hermano país de Sudamérica en un estado fallido bajo los auspicios de los norteamericanos. Para fortuna de los colombianos, la resistencia de sus mandatarios fue determinante, desde Virgilio Barco hasta Álvaro Uribe Vélez cuya administración cesó en 2010 luego de importantes aportaciones en la lucha contra las Fuerzas Armadas de Liberación (FARC), y las organizaciones delincuenciales mayores. Desde luego, no debe olvidarse a César Gaviria Trujillo quien enfrentó, en buena medida, la furia del célebre Pablo Escobar Gaviria, un segundo apellido que compartía con el primero del mandatario, sin parentesco aparente.

Pero, insisto, ¿qué hay detrás de esa línea financiera a Cuba?¿La intención de que no metiera su gobierno las manos en las elecciones de 2000, esto es en la tercera oportunidad para alcanzar la cima de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, perteneciente al clan familiar mejor avenido en los dominios de los Castro, hasta posibilitar, sin reservas, el discreto viraje un poco más a la derecha pero con la misma línea de flotación? Es muy posible, considerando la influencia de los barbudos en la conciencia de la izquierda mexicana. Y así, en otros eventos relevantes del final del sexenio zedillista en donde las lealtades básicas fueron trastocadas lastimosamente.

Y por lo anterior es necesario ampliar las interrogantes sobre quienes financian a los revoltosos, los de hoy pero también los de ayer, que mantienen al país en estado de jaque permanente para solaz de los vecinos de arriba quienes apuestan por el debilitamiento institucional de nuestro país para pretextar la necesidad de una mayor, imparable injerencia. En el fondo, todo lo demás es consecuencia.

 

Mirador

No sabemos, a ciencia cierta, cómo quedó el organigrama del mando desde la partida del infeliz calderón a quien ahora se observa en todos los sitios imaginables, hasta como comentarista de la serie mundial de béisbol como “hincha” de las Medias Rojas de Boston. Por cierto este deporte es el favorito de Andrés Manuel, el gran icono de la izquierda, y podría ser el gran enlace, digo con claridad de sarcasmo, para futuras alianzas turbias insostenibles en el plano ideológico.

Por lo pronto, como hemos expuesto, esta misma semana quedó grabado en los muros del Congreso la leyenda “Ejército Mexicano” para culminar los festejos del “centenario” de esta institución en franca y extraña vindicación del mayor antihéroe de nuestra historia: victoriano huerta márquez, “el chacal”, asesino del presidente Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez. Si se celebra la primera centuria del cuerpo militar, su comandante supremo entonces era huerta, sin género de duda, tras el cuartelazo de febrero –la Decena Trágica que concluyó con el magnicidio-, y la arribazón a la presidencia del alcohólico mílite quien terminó sus días en El Paso, Texas –corrección: le dejaron salir de la prisión de Fort Bliss tras haber sido desahuciado por una aguda cirrosis hepática y operado sin éxito y sin anestesia-, como reo de los Estados Unidos por haberse introducido en su suelo ilegalmente… y no por sus tremendas atrocidades.

Como van las cosas, falta poco para la reivindicación de los antihéroes: a Don Porfirio, cuta soberbia y ceguera impidieron un tránsito pacífico hacia la democracia, se le quiere exaltar para subrayar lo redituable de la prolongación de los mandatos, esto es la reelección, tema que estamos preparando; y hasta Maximiliano empieza a contar con buenas opiniones, por cuanto a que se dice fue engañado como un párvulo –es insostenible esta teoría considerando que era un hombre culto, masón y hasta liberal-, antes de llegar a Veracruz y durante su efímero “imperio” inexistente sólo en los salones de Chapultepec bajo el sueño aristocrático de algunos mexicanos traidores.

 

Por las Alcobas

Va de cuento. Solía decirse que, durante “la bola”, ningún general resistía un “cañonazo de cincuenta mil pesos”. Se cuenta que uno de éstos, de alta graduación, se enfureció un dñia cuando repasó la lista de estipendios, que él encabezaba, y percibió que el total era muy alto; por ello, reclamó al pagador:

–Óigame usted, hijo de la tal por cual, ¿quién es este jijo “total” que gana más que yo?

Y no hubo nadie que se atreviera a darle una respuesta. Faltaría más.

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