Vive Argentina resaca electoral

Buenos Aires, 29 oct (PL) Los argentinos viven hoy todavía la resaca electoral de más de un mes de intensa y abrumadora campaña política, y unos comicios redimensionados por los medios y sobre los que ahora están haciendo mejores lecturas.

En particular, se ven con más claridad los resultados, que la estridencia mediática y los bulliciosos festejos de cada partido o alianza, cada cual por su lado proclamando grandes triunfos, impidieron asimilar a la mayoría luego de cerradas las urnas.

Se hace más evidente el avance, pese a un par de tropiezos, del Frente para la Victoria de la presidenta Cristina Fernández y sus aliados, el Frente Cívico de Santiago del Estero, Nuevo Encuentro y Frente Renovador de la Concordia, desempeño electoral que le escamotea y tergiversa la gran prensa opositora.

El FpV y sus aliados no solo consiguieron casi un millón y medio más de votos que en las primarias de agosto y lograron conservar su mayoría en el Congreso, sino que la ampliaron en ambas cámaras, en especial en el Senado donde se le vaticinaba las mayores dificultades.

En Diputados controlan 132 sillones y la fuerza que más se le acerca es el combinado de la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y aliados, que ocupan 54.

Para la cámara alta le pronosticaban que llegarían a controlar 31 y máximo 33 bancas con una buena actuación, en cambio terminaron teniendo 38, de los 72 curules de ese hemiciclo, lo cual nadie previó.

Ayudó a este resultado los contundentes triunfos en Tucumán y San Juan, que revirtieron todo vaticinio.

Si bien en la Capital Federal el oficialismo perdió a su candidato a la reelección al Senado, consiguió tres nuevos escaños en la Cámara de Diputados, para favorable compensación.

En números, el bloque de Cristina Fernández y sus aliados consiguieron siete millones 487 mil 839 sufragios en todo el país, en la votación para diputados, frente a los cinco millones 912 mil 141 votos logrados en las primarias, y cifra ostensiblemente mayor que lo registrado en los comicios de medio término anteriores, en 2009.

En la provincia de Buenos Aires, la de mayor peso en la política del país, el principal candidato a diputado del FpV, Martín Insaurralde, obtuvo menos sufragios que el opositor Sergio Massa, del Frente Renovador, en una clara competencia para medir el pulso público, aunque ambos clasificaron para el Congreso por municipios diferentes.

Sin embargo, el resultado para el oficialismo no fue tan catastrófico como lo pintó -y pinta- la prensa opositora, según muestran los números, aunque deberá sacar lección de lo acontecido.

En ese distrito, consiguió dos millones 767 mil 694 votos (32,18%) mientras que en las primarias la cosecha fue dos millones 656 mil 887 boletas, (29,6%) con lo cual el domingo sumó mas de 100 mil sufragios, y así pudo obtener 12 bancas cuando puso en juego diez.

Aún en las otras provincias donde prevalecieron otras fuerzas políticas, Capital Federal, Santa Fe, Mendoza, Córdoba, el bloque de Cristina Fernández mejoró en porcentaje de votos.

Otro dato sobresaliente es que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores se convirtió en el gran pequeño protagonista de estas elecciones, pues por primera vez esa alianza de tres minoritarios partidos del ala trotskista de la izquierda argentina conquistó tres escaños en el Congreso de la Nación.

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