De Neza York a New York escribe: Rolando Rosas Galicia

Rolando Rosas Galicia nació en San Gregorio Atlapulco, Ciudad de México, en 1954. Egresó de la Escuela Normal Superior
de México y estudió la maestría en Letras en la UIA. Ha publicado el libro de relatos Pájaro en mano y varios poemarios: Caballo viejo y otros poemas, El ruido de la infancia, Quebrantagüesos, El pájaro y la paloma, Herida cerrada en falso, Quimeras, Perversa flor, Morder el polvo, Naguales, Mester de soltería y Tres pies al gato.

Es profesor investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma Chapingo y miembro del Programa Universitario de Investigación en Ciencias sociales y Humanidades.
Rolando Rosas Galicia was born in San Gregorio Atlapulco, Mexico City, in 1954. He graduated from the Escuela Normal
Superior of México and earned a Master in Literature at the UIA.
He has published a book of short stories, Pájaro en mano, and several poetry books: Caballo viejo y otros poemas, El ruido de la in-
fancia, Quebrantagüesos, El pájaro y la paloma, Herida cerrada en falso, Quimeras, Perversa flor, Morder el polvo, Naguales, Mester de soltería and Tres pies al gato. He is a full-time research professor at the Autonomous Chapingo University and member of the University Research Program in Social Sciences and Humanities.

De Nezayork a Nueva York

MI VÍBORA ERA DE DOS CABEZAS
*
Mi víbora era de dos cabezas
Pero a veces amanecía de tres o más
Luego eran cuatro o diez en la duermevela de dos
Porque el deseo crecía en cada parte
Cuando trozaba a machetazos de yo tener catorce
Y entonces el sueño era una cabeza asomándose
En el espejo múltiple
Era la vianda amarga en la charola de Salomé
Miraba hacia delante como una cabra al borde
En el otro extremo crepitaba el hueso
Y un poco el ruido de la infancia
*
Huérfano de ti vives en mi sueño
Sobre la polvorienta y ocre página
No te has ido, en algún lugar de mí
respiras y nada ha pasado. Nada.
La luz polvosa del patio nos descubre
situados en la imagen silenciosa
Tú eres el inquisidor de las plántulas
del barbecho, la escarda y la cosecha
Yo el balbuceador aprendiz de padre
Crecen – te digo – apenas me oyes y ves
con tus ojos de cien años al mismo
niño, el que se ahogó en el arcoiris
y nunca lo olvidaste para que yo existiera

*
El nagual nace nagual, no lo aprende**
Vive solo no tiene manada
Huele a cominos, a cilantro, a pascle***
a guiso amoroso
En su cuerpo de ceniza respira un cíclope eterno
Todo tiene memoria. El tiempo huye por el mismoRuido de totomoxcle****
El nagual perpetúa su sangre
Escribe en ríos profundos. Graba en su cuerpo
El ácido borra las líneas de sus manos
Carnicero al fin alarga las horas de la noche
Detenido en la pared no existe
Apenas simula un retazo de roída sepia
Ángel recortado en la textura del códice
laberinto
*
Todo animal retiene en su mirada
El río presentido de lo ajeno
Y su glándula germina tal veneno
que víctima de sí su forma es nada
Siente su respirar bajo tu piel
Siente cómo agoniza, cómo escarba
el estiercol de su ansia, cómo es larva
Ternura que destila espesa hiel
Espejo es de la bestia a contraluz
Cuerpo amoroso que se duele y goza
el sórdido interior, la densa pus
Porque en verdad te digo que el instinto
es flor, dura pezuña, ulcerada rosa
La presencia fugaz de ser distinto
**En la cultura azteca, el nagual es un animal mítico apoderado del cuerpo
de algunas personas.
***Nombre náhuatl para cierto tipo de pasto.
****Nombre náhuatl para las hojas secas del maíz.

 

MY VIPER WAS OF TWO HEADS
*
My viper was of two heads
But sometimes it woke up with three or more
Then there were four or ten in the light sleep of two
Because desire grew up in every piece
When I chopped with machete blows I was fourteen
And then the dream was a head peering
In the multiple mirror
It was the bitter meal on the tray of Salome
It looked in front like a goat on the edge
At the other end the bone crackled
And slightly the noise of childhood
*
Orphaned from you, you live in my dream
On the dusty and ocher page
You have not gone, somewhere inside me
you breathe and nothing has happened. Nothing.
The dusty courtyard light uncovers us
located in the silent image
You are the inquisitor of the fallow’s
seedlings, the weeding and the harvest
I am the babbling father apprentice
They grow – I tell you – you hardly hear me and look
with your one-hundred-year-old eyes at the same
child, who drowned in the rainbow
and you never forgot him in order that I would exist

*
The nagual is born a nagual, he does not learn to be one**
He lives alone and has no herd
He smells of cumin, coriander, pascle***
and of a stew of love
In his body of ashes breathes a timeless Cyclops
Everything has memory. Time flies through the same labyrinth
Noise of totomoxcle****
The nagual perpetuates his blood
He writes in deep rivers. He records on his body
The acid blurs the lines of his hands
Butcher, in the end he lengthens the nightime hours
Kept on the wall he does not exist
He just simulates a piece of gnawed sepia
An angel cut in the texture of the codex
*
Every animal retains in its look
The presaged river of the unknown
And its gland germinates such venom,
that victim of itself, its form becomes nothing
Feel its breath under your skin
Feel how it agonizes, how it digs
manure from its craving, how it is larva
Tenderness that exudes thick gall
He is a mirror of the backlit beast
Loving body that hurts itself and enjoys
the seedy interior, the dense purulence
For verily I say that instinct
is flower, hard hoof, ulcerated rose
The fleeting presence of being different
**In ancient Aztec culture a nagual is a mythic animal embodied in some
persons.
*** In Nahuatl language, the name of a type of grass or hay.
**** In Nahuatl language, the name of dried corn leaves.

 

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