Cuando se habla de Filosofía ¿De qué se habla?

(Segunda de dos partes.)

La distinción entre conceptos e ideas, tema del que hemos hablado en la primera parte de este pequeño documento, se da en el ámbito de la actividad de lo que llamamos pensamiento. El pensar, los pensamientos, se dan a dos escalas diferentes que se corresponderían con los conceptos y las ideas, y estas incluyen tanto los pensamientos subjetivos como los objetivos, por ejemplo, los que se refieren al funcionamiento de un motor de combustión interna o cualquier otra institución.

Parece obvio y necesario suponer que estos pensamientos se componen de estas unidades (conceptos e ideas) que resultan más o menos convencionales, y que a veces se dan y surgen aisladas, como por ejemplo la idea de Vacío; otras veces surgen por pares, como son las ideas de materia y forma, en ocasiones se pueden generar por triadas, la idea de los tres personas de la Santísima Trinidad de la Teología Católica, etc.

Sin embargo, esta distinción entre conceptos e ideas no debe confundirse con otro tipo de distinciones muy comunes, como por ejemplo, las que se dan con la idea de pensamientos fáciles, conceptos primarios, en oposición a los llamados pensamientos difíciles, más complejos, que por cierto, hoy se da una tendencia a substituir la palabra difícil por complejo: hoy se dice, “esto es muy complejo”, como si lo complejo tuviera que ser siempre difícil, cuando a veces lo difícil es lo simple.

Aunque la distinción entre ideas y conceptos es una cuestión central en el materialismo filosófico, esta distinción tiene sus precedentes en tradiciones muy antiguas como la del platonismo. Platón, en el Mito de la línea, en el  libro sexto de la República, distingue en la segunda parte de la línea, entre la Diánoia y la Noesis o Episteme, la Diánoia viene a ser los conceptos, los “pensamientos astronómicos”, que se dan por hipótesis, y la Noesis serían las ideas. Y la mayor de ellas, la idea del Bien.

Honor a quien honor merece

Parece ser que debemos a Platón, el primer intento del que tenemos noticia de hacer una lista de las ideas filosóficas más importantes. En el Sofista, propone ideas como: el ser, el todo, la nada, el movimiento, el reposo, lo otro, lo mismo, etc. Y qué decir de la distinción entre conceptos e ideas, del escolasticismo aristotelismo, con las ideas categoriales: los géneros, las especies, etc. y las ideas trascendentales, es decir, ideas que desbordan las categorías. Distinción que prefiguran de alguna manera, lo idea que estamos exponiendo.

Por supuesto que no podemos ignorar aquí, la famosa distinción que Kant hizo precisamente entre conceptos e ideas. En su distinción, dice él, que los conceptos son del entendimiento, y las ideas de la razón. Para este filósofo alemán, las tres ideas fundamentales del saber filosófico son: Dios, Alma y Mundo. En resumen, la distinción entre ideas y conceptos que propone el materialismo filosófico, no es una ocurrencia gratuita, sino que tiene una base en la tradición filosófica.

¿Cómo establecer esta distinción? Brevemente diremos que los conceptos están dados, siempre dentro de campos definidos; campos que pueden ser tecnológicos o científicos, por ejemplo geométricos: “Un punto es la intersección de dos rectas”. Cabe también incluir los mitológicos: “el basilisco es una serpiente gigante cargada de veneno letal que puede matar con la simple mirada”. Todos estos son conceptos muy bien definidos, cada uno perteneciente a sus campos, en donde se vinculan unos con otros por unidades, por parejas, etc.

¿Y las ideas? En cuanto a las ideas, podemos decir que estas desbordan estos campos, y coordinan o establecen relaciones entre esos conceptos-ideas, y por tanto, podemos decir que son “conceptos” de segundo orden, aunque de algún modo reflexivos con respecto a los primeros, es decir, las ideas resultan de establecer conexiones entre conceptos de diferentes campos, es decir, que las ideas no vienen del cielo, ni tampoco vienen de la conciencia pura, sino que vienen de establecer relaciones entre conceptos de campos muy diversos. Las ideas son, por decirlo así, conceptos que atraviesan varios campos categoriales.

Las ideas relacionan conceptos categoriales

La idea de libertad por ejemplo, aparece tanto en la física (partícula libre); como en el derecho (derecho a la libertad de palabra); en termodinámica y química, la energía libre de Gibbs, etc. Las ideas, entonces, son de segundo orden. A través de esta distinción entre las ciencias positivas o las técnicas y la filosofía, podemos definir y entender la filosofía más allá de las definiciones de filosofía tradicionales: “investigación de las primeras causas”, “ciencia de los primeros principios”.

En cambio la filosofía como disciplina que se ocupa de las ideas es pues, una distinción muy precisa. Desde ella podemos establecer que la filosofía se dedica a analizar ideas y hacer, si fuera posible, una geometría de las ideas. En esta incluimos a las ideas prácticas: ideas que están orientadas a realizar algún proyecto, son lo que suelen llamarse ideales, que aunque son siempre ideas con orientación eminentemente práctica, no por ello dejan de ser filosóficas.

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