Desafío: Crímenes de Estado

*Crímenes de Estado
*El FMI nos Advierte
*Casas Escandalosas

En todos los noticiarios con peso y difundidos a través de los satélites, desde Estados Unidos y Europa sobre todo pero también con participación de periodistas del cono sur, plantean si los sucesos de Tlatlaya e Iguala, nauseabundos por la miserable reacción de las autoridades y, peor aún, considerando que estuvieron involucradas en los sucesos de barbarie, deben ser considerados como crímenes de Estado:
–No hay duda de ello –respondió José Manuel Vivanco, director de Human Right Watch a pregunta expresa del comunicador Jorge Ramos-, desde que hay certeza de que fueron elementos del ejército y agentes policíacos las figuras principales de la trama; todos ellos son parte del gobierno y por ello se confirma. Además, el gobierno de peña nieto tardó cuatro días en emitir la primera declaración sobre el tema sólo para trasladar la responsabilidad a los ediles de Iguala, una ciudad a la que se accede luego de tres horas desde la ciudad de México.
En un punto se equivoca: no fueron cuatro los días de silencio sino diez, y en ese lapso la sorpresa pasó a ser rencor incendiario cuando comenzó a exigirse la salida del nefasto ángel aguirre rivero de sus trincheras del Palacio de Gobierno. Cinco jornadas más adelante, hizo lo propio Andrés Manuel López Obrador quien intentó sacudirse la cercanía con l “familia imperial” de aquella región aduciendo que ni siquiera los conocía contra pruebas evidentes de lo contrario. De un extremo a otro de la clase política, esto es desde Los Pinos y sus anexos –las casas millonarias adquiridas en La Loma, concretamente en Sierra Gorda números 150 y 160-, hasta las misteriosas palapas del líder de MORENA en Tabasco –una heredad que añora siempre que está entre amigos-, la negligencia fue tan brutal, por sus efectos, como el verdadero móvil de los acontecimientos.
De acuerdo a versiones de varios reporteros independientes, sobre todo foráneos, la razón por la cual los agentes policíacos de Iguala dispararon, el jueves 26 de septiembre pasado por la noche, al autobús en el que se transportaban los jóvenes deportistas del club de fútbol “Los Avispones” no fue otra, por desgracia, que la búsqueda de drogas. De acuerdo a esta línea de investigación, en las grabaciones que pudieron hacerse antes y durante el tiroteo se escucha, con claridad, los gritos de los uniformados:
–¿Dónde está la droga, cabrones? –repitiendo la interrogante varias veces-.
¿Y por qué? Este es el meollo del asunto. Desde hace largo tiempo, los autobuses regionales son, de hecho, requisados previamente por los bandoleros de la sierra, esto es integrantes de los criminales “Guerreros Unidos” a donde han llegado sicarios de otros cárteles como “La Familia” y “Los Templarios” en una suerte de duelo rebosante de ambiciones personales. Los camiones son rellenados, sobre todo de cocaína y metanfetaminas, y sobre las bolsas cargadas y camufladas se colocan las maletas de los viajeros, de modo tal que pueden transitar por Guerrero, Michoacán y Colima, entre otras entidades. Más adelante cambian de curso y de vehículos.
De tal manera, los municipales guerrerenses han sido parte del círculo desde hace ya muchos años, digamos desde el gobierno de rubencito figueroa alcocer o acaso antes, cuando fungió como gobernador el padre de éste en la exaltación del nepotismo caciquil, y de tal tenía conocimiento acendrado el mandatario con licencia, aguirre rivero, y no pocos de los funcionarios previamente cooptados con divisas de diversos calibres, tan fuertes como las armas de alto calibre que también se introducen y distribuyen de la misma manera. Lejos están los tiempos del “señor de los cielos”, Amado Carrillo Fuentes –el muerto viviente más célebre de México y fundador del “cártel del Paraíso”, allá en donde existe-, cuando miles de kilogramos de drogas, sobre todo cocaína, se trasladaban en toda clase de aeronaves y pasaban por el triángulo del sureste, libre de radares, para vaciar sus compartimentos sobre las playas de Cozumel, en donde ejerce dominio Roberto Hernández Ramírez, nacido en Tuxpan, Veracruz, para más señas.
Y siguió la entrevista de Jorge Ramos quien, en algunos reportajes, ha puesto en predicamento al señor peña nieto –por ejemplo cuando le preguntó sobre la muerte de su primera esposa, Mónica Pretelini, y respondió que no recordaba su expediente médico; acaso por ello guarda celosamente el propio-:
–¿Considera que en esa región –la de Guerrero- existe una total impunidad?
–Y no sólo allí –respondió el director de Human Right Watch-, sino también en muchas otras: Tamaulipas, Michoacán, Chihuahua, Coahuila, Sonora y otras más. La situación es extremadamente delicada.
Luego habló el señor Vivanco de que noventa mil personas habían sido asesinadas como consecuencia de la llamada “guerra de calderón” –así lo planteó pero las cifras iniciales rebasaron las cien mil víctimas-, y tenía noticia de veinticinco mil “desaparecidos” –de acuerdo a los últimos datos, ya suman un poco más de veintisiete mil, muy cerca de las cifras redondeadas durante la dictadura militar argentina, treinta mil-, lo que plantea por qué hasta ahora reaccionaron los organismos internacionales mientras atemperaban, desde los últimos años del nefasto sexenio precedente –ya hasta parece bueno en comparación del presente-, los efectos de las matanzas indiscriminadas.
¿Y Tlatlaya? De acuerdo al secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, nadie los va a amedrentar con sus críticas, ni siquiera quienes en el exterior asumen que las versiones difundidas por éste y su alto mando son falsas y que lo sucedido fue, sencillamente, una ejecución ordenada por los oficiales de mayor rango. ¿Por qué Cienfuegos calló, lastimosamente, durante tres meses hasta que trascendió en los medios estadounidenses la masacre?¿Pretendía silenciar el hecho para no tener que rendir cuentas ni siquiera al llamado “Comandante Supremo” o fue éste quien ordenó silenciarlo todo? De ser así, ¿cuántas ejecuciones similares, bajo el alardeo de que se trata de bandas enteras de criminales –incluyendo niños y jovencitas como las acribilladas en San Pedro el Limón-, se han dado desde que calderón soltó a la soldadesca a las calles haciendo caso omiso de los llamados, oficiales se entiende, a que retornen a los cuarteles?
Por desgracia, es evidente que la autoridad militar se ha impuesto a la civil. Como si, de hecho, se hubiese consumado una asonada al estilo de los gorilatos sudamericanos de las décadas de los cincuenta, los sesenta y los setenta, extendida a principios de los ochenta del siglo pasado. ¿Quizá entonces están los mandos esperando la posibilidad de una transición política cercana –considerando la enfermedad de peña nieto y su desánimo cada vez más patente-, para imponerse al Congreso violando los mandatos constitucionales como hizo victoriano huerta márquez en 1913, y tomar el control político bajo el pretexto de salvaguardar a la nación atenaceada?
Esta última es una peligrosa reflexión, como explico en “El Alma También Enferma” –cuya salida se retrasó de manera inexplicable o, mejor dicho, como efecto de presiones non santas-, que pudiera ser vista como un llamado a la subversión, nada más alejado de la propuesta de este columnista. Se trata de sanear los mandos, no de atrofiarlos, sabedores de las tremendas infiltraciones que han paralizado a las llamadas fuerzas armadas incluso en los lugares en donde se han producido las tragedias mayores. Por ejemplo, en la zona entre Ayotzinapa e Iguala y Cocula, donde siempre existe un peligro elevado para el ejercicio de la violencia, permanecen destacamentos militares que, en apariencia, no actuaron la dramática “noche de los normalistas”, el 26 de septiembre, que pasará a la historia como uno de los acontecimientos que marcaron el derrumbe del establishment. Lo aseguro.
¿Permanecieron inmóviles los uniformados, a sabiendas de lo que ocurría y más aún si, de verdad, los sicarios se atrevieron a quemar a los cadáveres en una explanada con lo cual la fogata inicial debió convertirse en una incandescencia atroz y muy elevada, visible desde varios kilómetros? Si lo hicieron fue por seguir órdenes y éstas no pudieron ser otras que las de marginarse de los incidentes para proteger el mancillado prestigio militar por los repulsivos fusilamientos de Tlatlaya. No nos queda la menor duda.
Sí, fueron crímenes de Estado. Como lo fueron la matanza de Tlatelolco, hace cuarenta y seis años, los magnicidios de 1993 y 1994, los asesinatos de dos centenas de periodistas, desde la era delamadridiana del terror bajo la batuta del infame manuel bartlett quien ahora se atreve a condenar la “antidemocracia” por él prohijada, más que nadie. Ni un milímetro nos hemos salido del guión de la barbarie prescrita con una salvedad: hoy el mundo está alarmado. Y esa presión será muy difícil soportarla desde la residencia oficial o las casas blancas de La Loma, indignidades también.
Debate
Mientras el incendio civil en Guerrero se mantiene y desarrolla por distintas ciudades de la República, incluyendo la siempre vulnerable capital del país, nos llegan noticias alarmantes acerca del futuro financiero del país. Mientras, en su sede del Banco de México, el gobernador del mismo, Agustín Carstens Carstens, insiste en que los “riesgos son significativos” a causa de que las reformas peñistas, en su compleja puesta en marcha, podría tener efectos no muy buenos aunque las mismas son “beneficiosas”; un galimatías que ni los economistas más sabios podrían traducirnos al castellano.
El Fondo Monetario Internacional, del cual proviene Carstens como “brazo derecho” del español Rodrigo Rato ahora indiciado en España por presuntos fraudes escandalosos en Bankia –la antigua Caja Madrid-, tiene un punto de vista diferente porque alega que México está creciendo ¡por debajo de su potencial! Para colmo adjudica este fenómeno a la debilidad del crédito y a la baja incesante del precio del petróleo por la sobreoferta existente. Con una visión “optimista” el organismo mundial considera que la recuperación podría darse “a mediano plazo”, esto es no dentro de los próximos cuatro años del sexenio en curso.
La oscuridad es mayor cuando Cartens, en papel de inquisidor, llama a los bancos “a tener cuidado con la acreditación de créditos” porque existe un “foco d atención” por el alza de la morosidad en el pago de las tarjetas de crédito y los préstamos. Sencillo: los causantes se quedaron sin dinero por obra y gracia de una reforma fiscal inapropiada y la paulatina pérdida de fuentes de empleos, además de la “morosidad” de los empresarios y consorcios que deben pagarles a su vez. La cadena es la de la improductividad que lleva, sin remedio, a la miseria.
¿A quién sirve Cartens?¿A los banqueros ricos o a la comunidad depauperada? Porque si fuera lo segundo velaría porque los créditos fueran más accesibles, para romper la asfixia general, y no al revés cuando, con descaro, blinda a los bancos y encarece el dinero. Vaya democracia ésta.
La Anécdota
Los vehículos se detenían por la carretera entre la ciudad de México y Toluca, en el rumbo de Cuajimalpa, en donde se improvisó un mirador artesanal para observar cómo se construían los palacetes de la familia lópez portillo, sobre la célebre “colina del perro” bautizada así popularmente.
Poco ha cambiado desde entonces. La peregrinación lleva hoy hasta “La Palma”, por Sierra Gorda 150 y 160, en donde la nueva primera familia prepara sus residencias para que sean habitadas “cuando termine el ejercicio presidencial” de enrique peña nieto… sin precisar la fecha. Lo lógico sería hablar de diciembre de 2018, pero en cuatro años, cualquier residencia sin habitar se deteriora el triple de las que sí están ocupadas. Más allá de la indignación general por el despilfarro –y el descaro con el que se confirmó que una de las casas fue entregada a la actriz Angélica Rivera diez días después de su casamiento con el actual mandatario federal, en 2010, por el poderoso consorcio Televisa-, la pregunta surge de manera natural:
–¿Estará el matrimonio Peña-Rivera pensando en una mudanza dentro de muy pocos meses?
Quien tenga la respuesta comprenderá la dimensión de la crisis que nos llega.
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Web: www.trinchera.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
LA MALDICIÓN DE LAS RESIDENCIAS ACABA CON EL PRESTIGIO DE LOS MANDATARIOS. LA AMBICIÓN GANA SIEMPRE A LA HONRA DE GANAR LA HISTORIA Y SER RECONOCIDOS. INCLUSO EL AÑORADO GENERAL LÁZARO CÁRDNAS DEL RÍO, LA GRAN ESFINGE DE LA IZQUIERDA MEXICANA, NO DUDÓ EN TENER UNA MANSIÓN EN LAS LOMAS DE CHAPULTEPEC, ADEMÁS DE SUS HEREDADES EN MICHOACÁN, MUY CERCA EN DONDE SE ALZAN LAS SENDAS RESIDENCIAS DE LA FAMILIA DEL PRESIDENTE EN FUNCIONES QUIEN, AL PARECER, TIENE MUCHAS GANAS DE DESCANSAR… COMO EL PROCURADOR JESÚS MURILLO KARAM.

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