Guillermo Robles Ramírez

La verbena popular de Saltillo

Por Guillermo Robles Ramírez

El apogeo de la fiesta de fe de los saltillenses sucedió este fin de semana pasado, aunque iniciaron desde el día 27 de julio, no fue hasta este sábado y domingo pasado cuando se dejó sentir la verbena popular.

Y lo que pasa no solamente se celebró el aniversario de Saltillo, sino también coincide la conmemoración de los 411 años de la festividad a Santo Cristo en la Catedral de Saltillo, también conocido como Catedral de Santiago, cuando logró la Diócesis en esta ciudad ya que antes pertenecía a la de Linares.

Esta festividad religiosa es un evento de gran importancia y popular. No nada más para los saltillenses si no para muchos creyentes del estado de Coahuila que viajan para hacer presencia a esta fiesta y hasta en ocasiones a pagar alguna manda religiosa.

Su origen de la festividad del Santo Cristo, cuenta su leyenda en un 6 de agosto de 1608 al entrar en las calles Villa de Santiago del Saltillo, una mula con una caja de madera arrastrándola y posándose en la Plaza de Armas, llegaron los curiosos y al abrir la caja de madera vieja en su contenido se encontraba la imagen del Santo Cristo y como señal celestial se consideró que era una manera de manifestación de quedarse en la ciudad.

Así pasaron años con festejos con peregrinaciones, bailes de matachines, danzantes y música tradicional de indígenas en la que se convierte un revuelo entre el fervor de gente con fe, comerciantes, compradores, curiosos, turistas y toda esa mezcla lo convierte tan especial y mágico que es difícil de explicar esa emoción cuando se está entre la gente.

Entre las misas de mayor tradición y cultura, es la ofrecida a los matachines en donde toda esa mística energía, provocada la combinación de tamborazos, y diversos instrumentos musicales, en la que el violín forma parte integral e importancia de los matachines.

Durante estas ceremonias es fácil observar los llantos de emoción de los muchos feligreses cuando entran a la Catedral de Santiago. También los cantos de las mujeres entonando aquellas que son más conocidas y dedicadas a Dios en donde no existe una distinción si se trata del Santo Cristo, Jesús Rey, Jesús de Nazaret, Jesús, Cristo o bien como la mayoría de los católicos lo conocen como Jesucristo.

Es increíble que una sola fe pueda unir a todos los saltillenses en donde no hay la diferencia de clase social, todos ahí unidos en donde no existen rencores, ni enemigo alguno, sino solo la devoción y un día especial para pedir lo imposible porque los milagros se dan por el simple hecho de estar celebrando la llegada de Santo Cristo a nuestra capital de Coahuila también conocido como el Atenas de México, es decir a Saltillo.

En esta capital no solo se abre el corazón a la localidad sino también al mundo entero porque ya es parte de una costumbre religiosa llena de historias místicas, milagros y cultura que no solo tiene, nacen y se hacen leyendas con el pasar del tiempo.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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