McDonald’s, una empresa rica en controversias

La Habana (PL) Denuncias surgidas en Canadá contra McDonald’s por violar el programa de trabajadores temporales extranjeros empañaron más la imagen de esa empresa estadounidense, afamada por sus productos pero también por polémicas laborales, publicidad falsa y maltrato a clientes.
Gracias a un espacio de opinión popular de la CBC News -uno de los medios más influyentes a nivel nacional- salieron a la luz las violaciones de varios concesionarios de la compañía a ese plan federal, creado en 1973 para sortear la falta de mano de obra en el país
norteamericano.
Usuarios de la sección Go Public revelaron en abril que muchas
franquicias de McDonald’s despidieron a empleados canadienses para reemplazarlos por personas de otros países, a quienes le descuentan el costo de alquileres caros y los amenazan constantemente con regresarlos a sus naciones.
De acuerdo con las alegaciones, la compañía estadounidense les paga menos a los extranjeros, no les reembolsa los gastos del viaje ni tampoco les permite hacer horas extras.
El Gobierno se vio obligado a tomar cartas en el asunto, abrió una
investigación contra varios agentes de la multinacional en las provincias de Alberta y Columbia Británica, y les suspendió los permisos laborales tras inspeccionarle sus restaurantes y detectar varios problemas.
Pero las declaraciones de un ciudadano beliceño acentuaron más el escándalo, porque acusó a la firma de esclavizarlo, engañarlo y obligarlo a pagar una habitación de lujo en la ciudad de Edmonton, en Alberta.
Jaime Montero dijo a la CBC News que él y cuatro compatriotas llegaron a Canadá en septiembre pasado con la esperanza de ganar suficiente dinero para ayudar a sus familias, pero McDonald’s se quedaba
con 606 dólares mensuales por el departamento, ubicado a una hora de sus centros de trabajo.
Entre los cinco pagaban tres mil 30 dólares de renta, aunque el contrato del lugar estipulaba en realidad dos mil 359 dólares al mes.
«Ni siquiera teníamos posibilidades de opinar porque ellos (McDonald’s) nos trajeron y podían devolvernos a nuestro país cuando quisieran. Era como forma moderna de esclavitud», aseguró Montero.
Según el joven, no podían buscar un alquiler más barato y cercano a sus lugares de trabajo hasta después de febrero pasado -cuando expiró el contrato de renta- porque la cadena de comida rápida los amenazó con seguir deduciendo de sus salarios el costo del apartamento de Edmonton.
La empresa estadounidense despidió a Montero en noviembre tras acusarlo de quejarse en Internet de los abusos e intimidaciones que reciben los trabajadores, pero él niega esos argumentos.
«Fue un acto injusto y un golpe para mí», afirmó el joven, quien resultó
expulsado del apartamento, está desempleado aunque todavía tiene permiso
laboral y vive en un refugio.
Montero y sus compañeros fueron reclutados en Belice por la compañía
Actyl, la cual se dedica a buscar fuerza de trabajo en muchos países para los restaurantes que opera McDonald’s en el oeste de Canadá.
Actyl desmintió esas acusaciones y McDonald’s sigue sin dar una explicación sobre el caso.
Al principio del escándalo, la compañía tomó distancia de esos incidentes y anunció la revisión profunda de todas sus franquicias en Canadá que se benefician del plan de trabajadores extranjeros, porque también existen quejas similares desde las provincias de Nueva Escocia,
Nueva Brunswick y Terranova.
Sin embargo, la difusión casi diaria de noticias sobre los abusos laborales más la presión del Gobierno obligó a la cadena de comida rápida a suspender el uso de dicho programa mientras dure una auditoría sobre el tema.
«Estamos tomando una pausa. Queremos asegurarnos de que todo esté en orden», dijo a la prensa el vicepresidente de Recursos Humanos de McDonald’s Canadá, Len Jillard.   El funcionario anunció la medida -extensiva a todas sus franquicias-
después que el ministro canadiense de Empleo, Jason Kenney, amenazó con acusar de fraude y enviar a la prisión a los empresarios que abusen de la iniciativa federal.
Según el titular, la Cámara de los Comunes debate un proyecto de ley que facilitará la imposición de sanciones administrativas a quienes mientan en su solicitud con el objetivo de traer al país empleados del exterior y violen los términos del proyecto.
Kenney también prohibió a todos los restaurantes de comida rápida usar el programa para trabajadores extranjeros temporales hasta confirmar si en realidad hubo violaciones de ese plan.
McDonald’s es reconocida como la mayor cadena de ese sector alimenticio en el mundo al contar con 33 mil franquicias en 121 países.
Pero también posee un amplio historial de controversias que incluyen la edición de anuncios para que sus platillos luzcan apetitosos, explotación de niños huérfanos de Sudáfrica para grabar un comercial y los consejos a sus propios empleados de no consumir sus productos por
ser poco saludables.
Además del caso de Canadá, la firma tiene problemas con la justicia
estadounidense y enfrenta demandas judiciales en los territorios de
California, Michigan y Nueva York por explotar y robar el salario de su
personal de distintas formas.
El pasado 18 de marzo, cientos de trabajadores protestaron contra la
corporación en 30 ciudades de Estados Unidos para que ponga fin a esas prácticas ilegales.
Otras polémicas recientes son una pesquisa de Francia bajo la sospecha de que la corporación evadió más de dos mil 200 millones de euros desde 2009 a diversas filiales de Suiza y Luxemburgo para no pagar impuestos, y el juicio ganado por un chef galo que demostró el uso de tóxicos en la elaboración de las hamburguesas.
Mientras en Rusia, ciudades como Vladimir, Krasnodar y Petrozavodsk, entre otras, realizaron numerosas manifestaciones y mantienen una campaña por la salida de McDonald’s de esa nación euroasiática.

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