Pesada carga del estudiante

Este próximo lunes termina la temporada vacacional ingresando un poco más de 31 millones de estudiantes de primaria, bachillerato o media superior quienes regresaran a sus aulas en donde unos como nuevos ingresos y otros a continuar el grado en el que se quedaron.

Seguramente durante la semana ha sido para muchos padres de familia una locura en las compras, de los útiles escolares. Algo que tampoco está considerado como dentro de lo útiles escolares, sin embargo, no se puede prescindir de ella es la mochila.

En la actualidad ha habido mucha publicidad e incluso mucha mercadotecnia con respecto a este artículo en particular. Anteriormente soy de la generación que vivió de esas mochilas cuadradas hechas de vaqueta gruesa y rígida, que por cierto eran muy incómodas porque no se podían colgar en la espalda sino tenían una simple agarradera del mismo material.

Antes no había tantas opciones para estar escogiendo pues todas eran iguales, sin embargo, con el pasar de los años las mochilas fueron cambiando de forma, materiales y colores, siendo hoy las que ustedes conocen.

Este artículo es el más importante ya que no solamente va cargar los libros y cuadernos, sino también objetos personales de cada alumno.

Todo ha evolucionado en este tema de los útiles escolares, así como las mochilas siendo este último que cada año existen distintas bolsas y mochilas escolares según la moda influenciada la mayor parte por sus películas de héroes, así como de series extranjeras.

Todo cambia menos en la Secretaria de Educación Pública, al igual que las instituciones educativas porque no han reparado con respecto a la cantidad de libros y cuadernos que deben llevar.

Solo por mencionar en las escuelas primarias llevan un cargamento aproximado en sus espaldas de libros y cuadernos con un peso que oscila entre los 15 y 20 kilos y lo lamentable del asunto, es que la mayoría de las veces sólo los llevan de paseo a las aulas, porque no todos son usados durante sus clases.

Esa carga puede ocasionar en el futuro graves lesiones de columnas a los niños y niñas mexicanas que precisamente van a las escuelas y no precisamente como dice la canción “El jirabito”, de Puerto Rico, Rafael Hernández, “Sale loco de contento, con su cargamento para la ciudad…”

Los niños que son el presente y futuro de México, dan un paso para adelante y otro para atrás para no caer junto con el cargamento.

A los padres de familia parece no preocuparles el sufrimiento de sus hijos que a diario tienen algunos caminando por varios kilómetros, otros viajando en microbús con múltiples incomodidades.

El cargamento de libros y cuadernos hay que llevarlos porque es una disposición de la Secretaria de Educación Pública.

Esa disposición afecta a los miles de padres de familia, porque además de hacer elevadas las erogaciones en la compra de cuadernos y libros de texto otorgados por la SEP, hay que acumularle como penitencia el gasto de uniforme, mochilas con ruedas, llevando lleno esa mochila, como si fuera a ir de viaje y no a la escuela.

Hay maestros y maestras que han comentado al terminar el ciclo escolar los niños ni siquiera tuvieron la oportunidad de leer la mitad de los libros.

Muchos padres de familia, directivos y catedráticos no parecen tener interés en abordar el tema e incluso los papás aceptan la recomendación en el sentido de que los estudiantes utilicen mochilas con ruedas para arrastrar el cargamento de libros.

Todo hace pensar que tendremos en el futuro una juventud de jorobados por el enorme cargamento de libros.

Las dizques sociedades de padres de familias de cada escuela reciben asesorías, pero son para recordarles lo importante que es la educación a nivel preescolar, primaria y secundaria. Pero en cuanto al peso y daño que puede causar las mochilas tan pesadas las autoridades minimizan el problema desviando el tema relacionándolo sobre las lesiones a los niños atribuyéndolos a cuestiones deportivas o accidentes.

Por otro lado, existe la justificación de atacar ordenamientos de la Secretaria de Educación Pública de llevar todos los libros y cuadernos, aunque por otro lado han tratado de dialogar con los maestros de las primarias para planear que los alumnos sólo lleven los libros de las materias que señalan las agendas de los estudiantes, pero algunos docentes se indignan considerando que es como restarles importancia a las materias que imparten.

En los comercios dedicados a la venta de mochilas comentan que muchos padres de familia dejan la mitad de salario de quincena para adquirir una mochila teniendo entre las más económicas de 500 pesos en adelante cuando se trata de mochilas con ruedas. Al final de cuentas este será siempre su lucha y la carga del estudiante: la mochila (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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