Guillermo Robles Ramírez

Se subasta la educación

Por Guillermo Robles Ramírez

            En mis más de dos décadas que tengo ejerciendo la profesión de periodismo y estar involucrado en cada uno de los procesos de maquila de periódicos y rotativas de Coahuila y Monterrey me ha permitido conocer a mucha gente que está detrás de los medios impresos, radio y televisión.

            Tanto en la prensa escrita, televisión y radio en sus diferentes transmisiones de noticias o espacios noticiosos hay mucha gente involucrada y definir qué es lo que se debe de dar a conocer al publico y comunidad local o nacional es una de las tareas más difíciles.

            Es por eso que la mesa de redacción conformado por un grupo de personas con amplio criterio son los responsables de seleccionar la noticia de mayor interés para la comunidad. Una silla al que personalmente se me hiso una invitación para un periódico local de mayor circulación en Coahuila, mismo de donde también se aprende mucho entre ese intercambio de ideas para seleccionar el material de noticia.

            Lo anterior viene al caso porque una de las cosas que he aprendido en esa mesa de redacción es darle continuidad a un hecho o suceso de importancia que afecta o afectó a una comunidad e incluso a la misma nación. Algo que con el tiempo se ha perdido en algunos medios de comunicación puesto que se tiene la creencia que ya no tiene el mismo impacto, pero contrario a ello es una responsabilidad y compromiso como comunicólogos.

            En muchos medios de comunicación de Coahuila, así como en el resto del país se dio cobertura desde la semana pasada sobre el inicio de clases de la educación básica.

            Durante la semana se dio a conocer desde el costo de materiales escolares, uniformes, calzado, programas de ayuda por parte del gobierno local y estatal, así como el banderazo de inicio del ciclo escolar 2019-2020 en diferentes planteles y sus autoridades.

            También se advirtió sobre la denuncia de condicionar el ingreso de los estudiantes con las cuotas que cobra la Asociación de Padres de Familia; algo que se hiso de manera oportuna sobre todo en las noticias transmitidas en televisión.

            En especial este último punto quedó concluido con la denuncia oportuna de la ciudadanía en los diferentes medios de comunicación en donde sus hijos no eran aceptados porque en diferentes instituciones educativas de gobierno estatal y federal exigían la cuota como condicionante.

            Pero hasta el momento no se le ha dado continuidad ni por parte de los medios de comunicación o mucho menos por las autoridades correspondientes ya que la aparente justificación de los directores de los diferentes planteles educativos era que no se tenía capacidad para ingresar a más niños y niñas, aun cuando correspondiera a su zona. Al menos esa fue la versión oficial de estos directores y directoras ante medios y posiblemente ante alguna autoridad al ser cuestionados.

            Atrás de toda esa mentira sobre el no sobrepasar el límite de estudiantes en las aulas se esconde una cruda realidad. Bajo toda esa falsedad estuvo literalmente subastando los lugares de estudiantes sobre aquellos que supuestamente ya estaban ocupados, pero que no entregaron a tiempo la cuota respectiva de la Asociación de Padres de Familia, siendo éstas las vacantes nuevas para darle oportunidad a nuevos papás a conseguir el dinero dando un plazo de este viernes pasado hasta antes de las dos de la tarde para entregar la cuota “no obligatoria” a las escuelas.

            Esta manera de lucrar con los menores de edad por medio de la subasta de cuotas de la Asociación de Padres de Familia, para obtener un espacio para sus hijos no se trata de nada nuevo, pero sí más intensificado en este ciclo escolar 2019-2020. Algo que verdaderamente tiene atado de manos a muchos padres de familia de poder denunciar por ser parte de esta subasta por temor de represalias a sus hijos o bien el negarles nuevamente el espacio a sus hijos.

            Pero no por el hecho de que no se denuncie de manera formal, no significa que no exista este tipo de prácticas, algo que tantas autoridades y muchos padres de familia saben de lo que están leyendo precisamente en estas líneas.

            El subastar el ingreso a una institución educativa por medio de las famosas cuotas escolares es una práctica cada vez más recurrente e impune, que lejos de denunciarlo ante los medios o mucho menos a las autoridades es un sacrificio más que hacen muchos papás para darle una oportunidad de darles la supuesta educación gratuita en México. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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