Es tan noble, para seguir fregándolo

Hay muchos mexicanos que piensan que en los Estados Unidos no existe algo similar a nuestro país, que es un Seguro Social, y posiblemente por una parte tengan razón, aunque no en sus totalidades ya que se puede considerar que en nuestro país es mucho más bondadoso que en EU.

Los sistemas de salud que hay en el mundo, uno de los más grandes beneficio son aquellos en donde la jubilación es lo más buscado. Por mencionar el “Social Security”, es un sistema de retiro en los EU, que desde los años treinta fue motivada en gran medida después de los acontecimientos de la Gran Depresión que vivieron los estadounidenses sin trabajo y el retiro de muchas personas de la tercera edad; quedando en un estado de pobreza siendo un nuevo sector de la sociedad con vulnerabilidad. Su creación al igual que el de país se financió con impuestos de la nómina.

El “Medicare” también es un programa estadounidense de seguro de salud para las personas mayores de 65 años de edad, y gente que tiene una incapacidad, como un problema renal o una enfermedad conocida “Lou Gehrig”, consistiendo en un padecimiento neuromuscular en la que las células nerviosas, las motoneuronas que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria.

Este programa de salud ayuda con los gastos de cuidado de salud, cubriendo todos los gastos médicos, siendo financiado de igual manera sostenido por los impuestos de la nómina de los trabajadores.

Al igual que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), son financiadas con el impuesto de todos los trabajadores con la diferencia que el de nosotros es demasiado paternalista, corrupto, y “pasalona”.

En varias ocasiones se trató de hacer algún convenio con el “Social Security”, pero nada más fueron puras llamaradas de petate porque nunca se concreto más que en solo propuestas, quedando en el pasado como un intento de un acto de buena voluntad

Muchos especialistas estadounidenses reconocidos tiempo atrás ya había anunciado el mal futuro, sobre la posibilidad de la quiebra del Instituto Mexicano del Seguro Social y el “Medicare”, y “Social Security” en el caso de no adoptarse reformas urgentes estructurales.

Todas estas instituciones de salud mencionadas al igual que otras existentes alrededor del mundo tienen el mismo pronóstico y fatalidades de posible quiebre.

En el caso de nuestro país tenemos ya hace más de quince años que se ha venido diciendo lo mismo con diferentes voceros, unos especializados como los economistas, y otras mismas autoridades del IMSS.

Declaraciones infundadas de estar bajo presión y la consecuente de revisión estructural para garantizar su sostenibilidad financiera es la falacia de la retórica para infundir la preocupación entre los derechos habientes.

Muy a pesar de los robos de medicamentos, o camiones con cargamentos de las mismas, salen llenos, pero cuando llegan a su último centro de salud los camiones parecen haber sido saqueados, es decir, siempre con faltantes.

También la desaparición de equipos quirúrgicos, aunque esto suene muy inverosímil o imposible pues son equipos que por sus dimensiones no son fáciles de desaparecer.

Lamentables hechos como el último mencionado no son reportados a las autoridades del Ministerio Público, sino simplemente se hacen de la vista gorda, aplicando lo que se dice “la ropa sucia se lava en casa”, es decir, lo que pasa en el IMSS se queda en el IMSS.

Bajo esta óptica es muy claro lo noble que esta institución de salud gubernamental puede ser que sobra todavía, para propósitos ajenos a su objetivo en donde ha sido objeto de funcionar como la “caja chica” de partidos políticos en turno cuando se trata de la administración federal. ¡No te acabes IMSS, para seguir chingando!” (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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