Solamente a macanazos

Sin lugar a dudas los políticos son amantes de las estadísticas que van a la baja cuando se trata de temas como seguridad, algo que no va a suceder por su propia complejidad.

Ahora bien, si por casualidad usted ha llegado a enterarse sobre una baja en los indicadores en la que, en los hospitales de rehabilitación integral discapacitados de Coahuila, han tenido últimamente una baja de pacientes.

Aunque pueda parecer un buen indicador, existe una historia detrás de ello que no va resultar tan alentador o mucho menos agradable; sin embargo, todo depende de cómo se planteé las cosas.

El motivo por el cual se registra bajos indicadores es porque ni siquiera llegan los involucrados en los siniestros automovilísticos a los hospitales y mucho menos a los centros de rehabilitación de gobierno estatal o federal, sucediendo lo mismo en lugares particulares, porque estos fallecen en las colisiones que se registran siendo tan fuertes que mueren, por lo tanto, ni siquiera llegan.

No se está inventando el hilo negro ya todos sabemos que el uso del casco en las motos y del cinturón de seguridad en los vehículos incluyendo los de mayor tamaño como los camiones, sobre todo los de transporte público salvan muchas vidas y previenen lesiones graves.

Los casos más graves, son las lesiones craneoencefálicas, siendo éste un problema de salud a nivel mundial con un alto porcentaje de muertes debido a sus consecuencias causadas provocadas por accidentes automovilísticos y caídas pudiéndose presentar problemas neurológicos causando la muerte.

Las medidas de seguridad son muy importantes para poder conservar nuestra integridad, pero para la concientización del uso de estas reglamentaciones, no es suficiente el fomentar la cultura sino tomar otro tipo de apremios más fuertes porque es la única manera que el ser humano puede entender.

No existe cultura y respeto a las autoridades viales porque no se hacen presentes y cuando remotamente aparecen no se dan a respetar como tal siendo muy común que se comentan delitos de tránsitos que salen impune.

Un ejemplo de ello son los motociclistas que no usan casco siendo más común aquellos jóvenes que andan en unidades de dos ruedas bien decoradas con luz de led y bocinas a todo volumen en donde andan hasta más de dos pasajeros hechos bolas y metiéndose entre los vehículos o toreándolos como parte de su diversión y sin embargo ninguna autoridad es para multarlos.

Aparte de la aplicación de multas altas por la omisión del uso obligatorio de casco no solamente para el conductor sino también para su acompañante. También con la participación de otras autoridades y los concesionarios de ventas de motos o ciclo motos sin importar el cilindraje deberían de establecer requisitos mínimos para su venta como la condicional de la venta del casco, así como el de la licencia.

Otras de las medidas que se pudieran establecer es la prohibición de gasolina a cualquiera que no porte el casco, como medida preventiva para después no estar lamentando el resultado de los accidentes.

Aquí en el país la única manera de hacer cultura o concientización a la ciudadanía son con disposiciones más fuertes porque una infracción de bajo costo; simplemente se paga, pero si se implementara el retiro de las unidades para garantizar el pago de la multa aplicada sería una manera de obligar que usen los cascos. Lamentablemente solamente a “macanazos” funciona la gente, es decir, con la aplicación de la infracción.   (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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